En este blog no nos alegramos de las desgracias de nadie, pero Amando de Miguel se está escudando en la desgracia de los miles de españoles que han sido desahuciados, y que según los neoliberales, vivían por encima de sus posibilidades. Hombre, comprarse una casa con 10 habitaciones en lo más granado de Madrid, no creo que esté al alcance de muchos españoles.
La desgracia de los desahuciados era perder su trabajo y no poder pagar la hipoteca de sus viviendas. El problema de Amando es otro, él posee una pensión de 2.000 euros. Si los miles de desahuciados pudieran haber contado con una renta de 2.000 euros, otro gallo hubiese cantado.
El caso de Amando de Miguel, es el caso de un señor con una notable posición social que le generaba importantes ingresos económicos. Al perder notoriedad disminuyen sus ingresos, y sus escasas actuaciones (prensa, tv, libros, conferencias) dejan de generar el capital suficiente para mantener el nivel de vida que pretendía perpetuar, y que su pensión como profesor de universidad no puede cubrir.
Con una pensión de 2.000 euros se puede vivir bien, en Madrid o en Pernambuco, otra cosa son los delirios de grandeza que nos llevan a creernos el Juan March de la sociología. Hay que tomar ejemplo de la coherencia de Julio Anguita, él dice vivir cómodamente en Madrid con su pensión de 1.800 euros, seguramente tendrá su hipoteca pagada, una preocupación menos.
Vender su fabulosa biblioteca formada por 13.000 libros es el plan de Amando para no ser desahuciado por el banco.
Se nos ocurre una pregunta:¿Qué demonios hace un octogenario pagando una hipoteca millonaria?
Esperando que se le solucionen sus problemas, seguimos muchos más preocupados pot los miles de españoles que no encuentran trabajo y han perdido todas las prestaciones sociales, cuantos de ellos quisieran una pensión como la de Amando.
Entrevista a Amando de Miguel: "Fui de izquierdas y ahora soy de derechas, es un proceso de maduración... La igualdad era el supremo valor para mí en aquel momento, pero transcurrido el tiempo y visto el grado de caciquismo, de corrupción... Para mí el valor principal ahora es la libertad y por eso soy de derechas." Ya claro, en la derecha no hay corrupción ni caciquismo, todos sabemos que el caciquismo en España ha sido siempre muy de izquierdas. Sí hubiese mantenido la coherencia y no se hubiese alejado de esa izquierda de la que ahora reniega, es muy posible que esos delirios de nuevo rico no le hubiesen llevado a querer vivir dentro de esos lujos que ahora no puede mantener. Amando de Miguel es víctima de esa sociedad que él tanto defiende.
El sociólogo Amando de Miguel forma parte de la cohorte de ideólogos de la ultraderecha ibérica que, en los últimos años, han logrado cierta popularidad gracias a sus continúas intervenciones en los medios de comunicación de esta tendencia ideológica.
De Miguel fue uno de los contertulios habituales de la Cadena Cope en la época en que la emisora de la Conferencia Episcopal alcanzó sus máximos niveles de vehemencia profascista de la mano de Federico Jiménez Losantos y el "historiador" revisionista de la Guerra Civil y prosionistaCésar Vidal. También ha sido colaborador del periodista Carlos Herrera, en Onda Cero,Libertad Digital, el periódico La Gaceta o Intereconomía Televisión.
La pasada semana, el sociólogo visitó Tenerife, con motivo del Día del Auditor 2013, y participó en un debate sobre la crisis en el que compartió mesa con Miguel Sebastián, el ex ministro del Ejecutivo socioliberal de Rodríguez Zapatero. Posteriormente, De Miguel concedió una entrevista al periódico local Diario de Avisos. Sus declaraciones, como cabía esperar, no tuvieron desperdicio.
"TENEMOS UNA SOCIEDAD HEDONISTA Y SIN ÉTICA DEL ESFUERZO, COMO EN EL IMPERIO ROMANO"
Preguntado acerca de la incidencia del "factor humano" en la crisis económica, De Miguel, sin cortarse un pelo, afirmó que el mayor problema en este sentido es que "a la gente en España no le gusta trabajar". "Tenemos una sociedad hedonista, que por otro lado es lo normal a lo largo de la historia, aunque hubo épocas donde sí hubo más ganas de trabajar, y justamente son las épocas de desarrollo económico de los países. En España ocurrió en la segunda mitad del siglo XX, cuando la gente tenía dos empleos y trabajaba hasta de noche"- dijo.
Por el contrario - y según la particular visión del sociólogo - hoy estaría sucediendo lo mismo que en los tiempos del Imperio Romano, "donde la mitad de los días eran de fiesta". "Si sumamos los festivos, los permisos de maternidad, las bajas por enfermedad, el absentismo laboral, etcétera, nos encontramos con que cada vez hay menos días de trabajo"- afirmó
Obviamente, para Amando de Miguel, las causas de la actual recesión no habría que buscarlas en las propias contradicciones del sistema económico capitalista. Ni siquiera, tal y como sostiene la versión más extendida e interesada sobre la crisis, en "en la falta de regulación de los mercados financieros" y la "avaricia de los banqueros".
Lo que verdaderamente hace que "seamos más pobres" - según De Miguel- es que, acostumbrada a las "subvenciones y las ayudas", la sociedad española carece de una "ética del esfuerzo".
"LA GENTE NO QUIERE IRSE DEL PAÍS PORQUE LE GUSTA ESTAR CERCA DE SUS BARES"
Al ser interrogado sobre el creciente número de trabajadores que se ven obligados a emigrar por falta de empleo, Amando de Miguel ofreció una respuesta muy poco coherente con el "patriotismo" que parece lógico presuponer a un miembro del Patronato de Honor de la Fundación para la Defensa de la Nación Española.
"A mí me parece bien que se marchen, porque para mí el verdadero desarrollo es el de las personas, no el de los países. Ya ocurrió antes, y los canarios son un claro ejemplo de eso. En Estados Unidos o Venezuela hay gente muy respetada ahora, que llegaron como emigrantes" - espeto a su entrevistador.
Esta pérdida de la población más joven del Estado que la ministra de Empleo calificara eufemísticamente como "movilidad exterior", sin embargo, estaría siendo lastrada también - según el sociólogo - por el carácter "comodón" de nuestra sociedad.
"Ahora que los viajes son más baratos y menos complejos, se viaja muy poco por trabajo y mucho por turismo. La gente no quiere moverse de sus países, porque quieren estar cerca de sus familias, sus amigos o sus bares de siempre. Pero eso es ocio, no es trabajo ni esfuerzo" -concluyó De Miguel.
Leyendo y escuchando a Don Amando uno no puede dejar de recordar a aquel aristócrata terrateniente de una película de Berlanga que, con gesto serio y compungido, recriminaba a los campesinos que le servían en régimen cuasi feudal con un castizo: ¡Claro, os entregáis a la molicie…! Y es que, al fin y al cabo, este sigue siendo el mismo cortijo retratado hace 35 años en La Escopeta Nacional.
A mi me parece que es un simplismo tremendo achacar parte de los males de la crisis a que a los españoles no nos gusta trabajar. Menudo razonamiento.
ResponderEliminarClaro. Yo conozco a guiris que son unos gandules de no te menees.
ResponderEliminarOportuno comentario, este hombre hace años que me defraudo, creo que es un fraude.
ResponderEliminarRBV
A cada cerdo le llega su San Martín...
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