Jaime Álvarez Buiza y su amor por el filántropo Amancio Ortega

Ay, ay, ay..., pero que país. Creo que no tenemos remedio. ¡Como diantres un obrero puede defender a un rico -por ejemplo a Amancio Ortega-, que, en efecto, empezando desde lo más bajo, es una persona de las más ricas del planeta y sin hacer nada ilegal. Pero -siempre hay un pero-, que su actividad sea legal, no significa que no sea amoral. No olvidemos que el capitalismo tiene sus trucos para hacerte muy rico pagando  los menos impuestos posibles. Y que no se olvide el sufrido trabajador que los impuestos son la base de la solidaridad social y, por supuesto, el sostén del Estado; impuestos que a los neoliberales no les gustan nada, y que mediante sus medios de información consiguen convencer a los que ganan poco que los impuestos son malos. Por supuesto que, a los que ganan mucho no hace falta convencerles de nada.

Me causa asombro como personas que, se consideran de izquierdas y son unas currelas (tanto funcionarios como contratados por la empresa privada o sufridos autónomos) y que viven no sin demasiados problemas o con lo justo, defienden al supuesto altruista Amancio Ortega.

 Este es uno de los comentarios que el insoportable Risto Mejide -otro izquierdista "peculiar"- ayudó a difundir: "en este país hacen falta muchos amancios ortegas, crea mucho empleo". Y yo diría que en España ya existen más amancios ortegas, desgraciadamente, de lo que en principio pueda parecer. Y digo desgraciadamente, porque el modelo de empresario que capitaliza el dueño de Zara, es el prototipo de empresario que todo Español ambicioso desea seguir, pero no nos engañemos, es el modelo global: hacer grandes masas de capital usando cualquier estratagema (deslocalización de empresas, ingeniería social, etc, etc), argucias que siendo legales no dejan de ser repugnantes.

Por las redes sociales se está compartiendo un artículo del blog de Jaime Álvarez Buiza defendiendo la supuesta generosidad de Amancio Ortega, al donar más de 300 millones de euros para la lucha contra el cáncer:

En cualquier país medianamente sensato, suficientemente culto, en el que sus ciudadanos gocen de una anatomía normal, esta noticia hubiera dado lugar no digo ya al aplauso pero sí, al menos, al reconocimiento de su generosidad y de su filantropía. Pero España es otro hábitat, desconcertante, contradictorio  ay, cuántas veces, mezquino, en el que existen especímenes que tienen alojado en su cabeza el aparato digestivo, de modo que con él piensa y en él digiere determinadas informaciones, para después expulsar de forma diarreica e incontrolable las cagadas mentales más pestilentes. (E incluyo aquí a algunos gurús mediáticos que han querido unirse, con su magisterio dogmático, al coro de incontinentes innominados). Si a esta predisposición anatómica le añadimos que en el caso que nos ocupa no influye tanto el qué, sino el quién, que aquí actúa como un laxante neuronal añadido, la reacción desaforada que ha provocado puede llegar a alcanzar los límites de un brote psicótico colectivo. Porque estoy convencido de que si esta donación altruista la hubiera hecho Bill Gates, por poner un ejemplo, esta exposición de mamarrachadas no hubiera tenido lugar.

Antes de nada, quiero hacer constatar mi asombro por la afición de Jaime Alvarez Buiza por la escatología,  (uso de expresiones, imágenes y temas soeces relacionados con los excrementos.) es una filia constante que le persigue en sus escritos del blog.

Que un miembro de la familia Buiza , por mucho socialista que aparente ser, defienda a Amancio Ortega, pues vale, al fin de cuentas la socialdemocracia es tan neoliberal como sus oponentes políticos, pero lo que es sangrante, es que currelas de todo pelaje, se hagan eco de esa defensa hacia Amancio Ortega.

La filantropía o el altruismo, es decir, la acción  a procurar el bien de las personas de manera desinteresada no necesita de la publicidad, es más, debe de huir de ella, y en el caso que nos incumbe la donación de Amancio Ortega se hace con excesiva publicidad, publicidad que cumple con creces su función. Bien es cierto que el pastón vendrá muy bien para tapar ciertos agujeros que el Gobierno de Rajoy se niega a cubrir, pero como muy bien dijo un tuitero: "Amancio Ortega, no quiero tu caridad, quiero que pagues los mismos impuestos que pago yo y los demás". El lavado de imagen del empresario ha sido brutal y barato: solo ha donado el 0.46 % de su fortuna. Es como si una persona que gane 18.000 euros al año, el Día Mundial contra el Cáncer donase 80 euros. Muy barato le sale a este tipo de personas hacerse pasar por lo que no son.

En fin, este vídeo es bastante explicativo: