jueves, 2 de noviembre de 2023

Libelos sobre la gran matanza de Badajoz

 

Revista Ilustração Portuguesa. Número 257. Resultado de los bombardeos franquistas

Conversando con un amigo sobre el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, le indiqué que dicho estudio exhuma mucha documentación, pero sobre todo artículos de prensa filofranquista, a pesar de que los autores citan mucha bibliografía. En el capítulo X: LOS PERIODISTAS ENTRAN EN BADAJOZ, ya nos dan muestras del sectarismo y de la táctica que están usando. Que es desmentir y contar la gran masacre ocurrida en Badajoz a través de la prensa, sobre todo lusitana. En otro artículo ya desmonté esa táctica tan partidista (ver enlace...👈). Hoy solo citaré el capítulo X y las notas a pie de página que son las que nos indican de donde se extrae la información:

  • Diario de Noticias, 9 ref.
  • Diario de Lisboa, 34 ref.
  • O Século, 14 ref.
  • Diario da Manhá, 4 ref.
  • Hoy, 1 ref.
  • La Stampa de Turín, 3, ref.
  • Journal de Geneve,1 ref.
  • Il Messaggero, 7 ref.

En el capítulo X, nos encontramos con 73 notas de la prensa filofranquista. Llama poderosamente la atención los artículos de la prensa portuguesa que son 51 citas; también hay 1 cita al diario Hoy de Badajoz, y 11 citas de periódicos de la Italia fascista. Veamos cuantas referencias hay de la prensa extranjera democrática. 

  • Paris soir, 1 ref.
  • Le Temps, 2 ref.
  • Petite Parisien, 3 ref.
  • L'intransigeant, 3 ref
Tan solo 9 en contraste con las 73 de la prensa filofranquista. Ahora veamos las referencias en las notas a pie de página de los diarios de la dictadura portuguesa de Antonio Salazar en todo el libro:

  • O Século, 38 ref.
  • Diario de noticias, 22 ref.
  • Comercio do porto, 1 ref.
  • Correio Elvense, 4 ref.
  • Diario da Manhá, 19 ref.
  • Diario de Lisboa, 52 ref.
  • Jornal de Elvas, 6 ref.

Al sumarlo todo nos dan 142 referencias de la prensa de la dictadura de Salazar. Esto es igual a que si para explicar lo que sucedió durante la II Guerra Mundial nos basamos, sobre todo, en la prensa Italiana, Alemana y Japonesa. Un auténtico despropósito.

También en el capítulo XII se dedican a desmontar a Jay Allen dedicándole extensas páginas: JAY ALLEN EL GRAN ENGAÑO. Mi amigo opinaba que Francisco Espinosa también sería partidista (se nota el veneno que la ha inoculado cierto elemento muy amigo suyo). Pero para hablar de la matanza de Badajoz, el personaje de Allen no es prioritario. Francisco Espinosa solo lo cita dos veces, una para decir que escribió sobre Badajoz y otra para asegurar que Herbert Southworth entrevistó personalmente a Allen.

Desmontar el artículo de Jay Allen no tiene mucha enjundia o utilidad, porque el periodista norteamericano dice que llegó a Badajoz nueve días después y que no fue testigo directo de nada, pero muchas cosas que contó en su afamado artículo, ya se publicaron en la prensa. Sin embargo Allen, también nos revela otras cosas que no salieron en los diarios, como el intento de rapto del gobernador civil, Miguel Granados, este suceso no aparece reflejado en la prensa. También habló de la intercesión de los hermanos Pla para salvar a los presos de la cárcel provincial, suceso que tampoco se vio reflejado en la prensa. De todas formas, Francisco Espinosa en La columna de la muerte ya desmonta el mito de la plaza de toros, y lo hace sin partidismo. Espinosa nos asegura que en la plaza no se asesinaron a 4.000 personas. Tanto empeño de los tres autores en desmontar a Jay Allen, es para hacer ver que fue el periodista de Chicago Tribune quien prácticamente se inventó la matanza de Badajoz.

En el capítulo IX del libelo del que estamos hablando, se cuenta la historia de la sublevación de la Guardia Civil en Badajoz el día 6 y el asalto a la prisión Provincial. Quieren poner en apuros al Gobernador Civil Miguel Granados, para hacernos creer que no era más que un monigote dominado por el terror miliciano: dicen que "era incapaz de tomar una decisión" para que defendieran a los presos de la prisión Provincial (pág. 44), y en la siguiente página (45) dicen todo lo contrario. Se afirma que: "Sus esfuerzos [los esfuerzos de los hermanos Pla] dieron sus frutos, ya que, tras hablar con ellos, el gobernador llamó por teléfono al comandante de la Guardia de Asalto Luis Benítez Ávila y le ordenó que enviara una sección. Esta, mandada por el teniente Fernando Acosta logró poner en fuga a los atacantes". Bastó una sola llamada del Gobernador a la Guardia de Asalto para que protegieran la vida de los presos de derechas.

En la nota 1 de ese mismo capítulo, los autores del libro aseguran que Miguel Granados salió pitando de Badajoz, no por miedo a las represalias de la furia asesina de Yagüe, sino por miedo a las milicias:

De hecho, la fuga del gobernador civil el día 12 se debió más al temor que sentía hacia las milicias que a la posible llegada de las tropas sublevadas. Pág. 287

Ellos mismos escriben que con una sola llamada del gobernador civil bastó para que la Guardia de Asalto protegiera la vida de los presos de derechas, ¿Qué temor pues, podría tener el gobernador civil de las milicias?. Según Enrique Santos, autor de El secretario, Miguel Granados tenía escolta, uno de estos protectores era el "guardia Cienfuegos".

El golpe de Estado se inicia el 17 de agosto, y el 18 se hace extensivo a la península. Desde el inicio del golpe de Estado hasta que Granados sale huyendo a refugiarse en Portugal, transcurre cerca de un mes, pero se marcha de Badajoz, ¡oh que casualidad!, el día 12; justo un día antes de que el carnicero de Juan Yagüe Blanco junto al comandante Castejón y el coronel Asensio, llegasen a las murallas de Badajoz. Si tanto temor tenía el gobernador civil a las milicias, ¿por qué Miguel Granados no se marchó mucho antes, y no un día antes de que las tropas asesinas destrozaran Badajoz? Es obvio que se refugió en Portugal por miedo a las represalias fascistas y no por temor a las milicias.

Durante el tiempo que Badajoz estuvo en manos gubernamentales se produjeron tan solo 19 asesinatos, que son muy pocos comparado con los de otras localidades extremeñas con mucha menos población, pero los tres autores, para hacer ver el terror comunista en la capital pacense, nos enseñan un artículo del "19 de agosto [del] corresponsal de la DND alemana desplazado a Badajoz [donde] expone de forma fotográfica una ciudad que está retomando la actividad"...

... Les prometo que hoy Badajoz goza de una alegría. Se puede ver la bandera rojigualda. Todos los ciudadanos de a pie o el personal administrativo llevan un pañuelo blanco en el brazo como marca externa que indica que son miembros del Movimiento Nacional. Cientos de habitantes que habían huido del terror comunista a la cercana frontera de Portugal en Elvas ahora vuelven a Badajoz (...). Las fuerzas nacionales están fusilando a los milicianos que encontraron con las armas en la mano. Pág. 169

El día 19 en Badajoz no había ninguna alegría. La capital pacense se había teñido de rojo por el baño de sangre y a la vez del negro de las viudas enlutadas. Las personas no abandonaron sus hogares en Badajoz, como dice el periodista nazi, por miedo "del terror comunista", sino por miedo de los bombardeos franquistas que no respetaban edificio alguno. Y los asesinos fascistas no estaban fusilando solo a los que cogían con las armas en la mano, sino a cualquiera que fuera de izquierdas. Pero para los tres autores del libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, el periodista nazi de la DND alemana  "expone [solo les faltó decir que rigurosamente] de forma fotográfica una ciudad que está retomando la actividad". Una vergüenza historiográfica es dicho libelo.

En dicho libelo tampoco sacan a la luz un interesante testimonio que apareció en la prensa salmantina como el del terrateniente y ganadero salmantino Lisardo Sánchez, que según informa Espinosa era "uno de los mayores propietarios de Badajoz". Este propietario, que no era afín al Frente Popular (por razones obvias), visitó Badajoz el día 15 preocupado por sus hijos que habían sido detenidos:

Es algo horrible ver los muertos a montones por las calles. Tres días han tardado tres camiones en limpiar la capital, a pesar de colocarlos en posición vertical para poder transportar más al cementerio, donde eran quemados en grandes montones. La primavera del Frente Popular. Pág. 207

Según aclara Francisco Espinosa, "Lisardo Sánchez reconoce que, ante la posibilidad de que los fueran a asesinar [a sus dos hijos], un grupo intervino en su favor; luego unas mujeres pidieron que no los mataran, y finalmente el comité más cercano impidió que cayeran en manos de unos forasteros que pretendieron llevárselos". Lisardo Sánchez, en su testimonio publicado en el diario franquista de Salamanca El Adelanto, también "contó que los bombardeos franquistas comenzaron el día 7 de agosto y que habían sido tan intensos que 'en casi todas las calles de Badajoz han caído bombas'. ¡Pero cómo ha quedado Badajoz!, escribió. El resultado casas destruidas, muertos y heridos". Según escribe Espinosa, "en los días previos a la llegada de las columnas se produjeron huidas masivas que nadie pudo controlar".

No vamos a negar que algún propietario u oligarca se refugiara en Lisboa por miedo a las represalias de los sanguinarios milicianos, que vieron en el golpe de Estado una magnífica oportunidad para vengarse de los ricos capitalistas, pero es natural que esas huidas masivas respondieron al miedo a los bombardeos, y no al terror comunista como indicaba el periodista nazi, que como dijo Lisardo Sánchez:  "en casi todas las calles de Badajoz han caído bombas".

En el artículo censurado a Mario Neves el 17 de agosto, escribió:

Entré ayer a las 10 de la mañana. Los cadáveres que vi no son los mismos que hoy me encuentro, en diferentes sitios. Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas para que se pueda apreciar la inflexibilidad de la justicia. ¿Qué hacen entonces con los cuerpos? ¿Dónde pueden enterrarlos en tan corto plazo de tiempo? La Matanza de Badajoz. Mario Neves, Pág. 59

Este artículo está escrito con vivencias del día 16, aunque se remitiera a Portugal el día 17, puesto que Neves entró en Badajoz el día 15. Dos días después de su entrada a la capital pacense, Mario Neves seguía viendo muertos por las calles recién fusilados ("Los cadáveres que vi no son los mismos que hoy me encuentro, en diferentes sitios"). Y según el ganadero Lisardo Sánchez, tres camiones habían tardado tres días en limpiar de cadáveres Badajoz. ¿Se necesitan más pruebas de la gran masacre que hubo en Badajoz?

Ya he explicado multitud de veces, que tal y como confirma Mario Neves, eran los propias autoridades franquistas quienes informaban de las grandes cifras de fallecidos. Pero aquí nos encontramos con algo paradójico. Si dices que la prensa del Gobierno republicano afirmaba que los golpistas habían asesinado a más de 1.000 personas, esto era propaganda de guerra. Y si decimos que eran los propios militares quienes manejaban esas mismas cifras, pues también estaban mintiendo. Lo primero es probable, lo segundo no.

Seguro que algún facha de esos que pululan por las redes es capaz de desmentir el testimonio de Lisardo Sánchez, a pesar de que fuera un rico terrateniente  afín a los golpistas. Engañar a alguien, sobre todo en estos menesteres, es sumamente fácil, lo que es muy complicado es convencerle de que lo han engañado.

Bibliografía utilizada.

  • La Primavera del Frente Popular. Francisco Espinosa
  • La Columna de la Muerte. Francisco Espinosa.
  • La matanza de Badajoz ante... Pilo, Moisés y De la Iglesia
  • El Secretario. Enrique Santos
  • La matanza de Badajoz. Mario Neves




3 comentarios:

  1. Interesante artículo, Tony. Estoy de acuerdo. El libro de los tres autores no pasará a la historia precisamente, por aportar algo relevante que conduzca a arrojar luz sobre lo ocurrido en Badajoz.
    Falta rigor y sobra tendenciosidad.

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  2. Ah, se me ha olvidado " firmar" el comentario.

    DE FRENTE

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  3. Pero resulta curioso que dicho libelo consiga a engañar a alguien que no sea filofranquista

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