Las cifras de la matanza de Badajoz

 

Mario Neves

Me han preguntado que cómo he llegado a la conclusión de que en Badajoz hubo una matanza que en los primeros días se llevó por delante entre 1.500 o 2.000 personas (y no cuatro mil como se sigue asegurando). Lo he explicado muchas veces. Hoy lo voy hacer basándome en las fuentes que uso habitualmente, pero en esta ocasión, también usaré dos libros del año 2001 escritos por Francisco Pilo Ortiz.

En Badajoz hubo una matanza a la entrada de regulares y legionarios el 14 de agosto de 1936 y durante los días siguientes. Yagüe se marchó el 19 por la mañana, pero los fusilamientos continuaron. Vamos a hablar de la matanza ocurrida mientras el Tte. coronel Juan Yagüe Blanco permaneció en Badajoz.

El escándalo se desató en la comunidad internacional, cuando René Brut logró pasar por la censura franquista las imágenes del cementerio de Badajoz grabadas el día 18 por la mañana. Brut pasó seis días en los calabozos de Franco, acusado de "publicar en los periódicos informaciones y fotos prohibidas tomadas por nosotros en Badajoz". Los amenazaron con fusilarlos a él y a su compañero Jean d'Esme.  

Brut junto a Jean d’Esme, habían llegado a Badajoz el día 17, y por la mañana del día siguiente, fue a grabar al cementerio sin la “escolta” que les iba acompañado a todas partes. Allí grabó los fusilados en la tapia del cementerio, una pila enorme de cuerpos calcinados, y otro montón en fila esperando a ser incinerados. Repito, esto lo grabó el día 18, cuatro días después de la toma de Badajoz

Se ha repetido hasta el hastío, que se quemaban a los muertos como medida de “higiene Indispensable”, eso al menos es lo que le dijo un cura a Mario Neves mientras este visitaba el cementerio. Permítanme que dude de esa medida de higiene. Hoy vemos tanto en la guerra de Ucrania y sobre todo en Palestina, como llevan a enterrar a las víctimas de los bombardeos al cementerio en grandes fosas comunes. Jamás incineran los cuerpos. Los meten en grandes fosas y los cubren de tierra. En todo caso hubiera que quemar los cuerpos, si no hubiera posibilidad de llevarlos al cementerio para enterrarlos en fosas comunes. Entonces, para evitar epidemias, sí habría que incinerarlos. Han manipulado la verdad hasta en estos actos escabrosos.

Una enorme matanza en la zona republicana (a la altura de la de Badajoz, Gernika y La Desbandá) fue la perpetrada en Paracuellos. Allí los asesinaban en grandes grupos y posteriormente los enterraban en fosas comunes. No hay ni un solo cadáver quemado. Y esto es porque una vez que están en la fosa común, no es necesario quemar ningún cadáver como medida higiénica. Ahora bien, un muerto sin carbonizar es la prueba de un delito. Creo que no hacen falta más explicaciones.

Otro periodista que difundió la matanza de Badajoz fue Jay Allen, quien escribió un importante artículo que se publicó nueve o diez días después del 14 de agosto, día del asalto de Badajoz. Entre los periodistas que estuvieron en Badajoz junto a Neves, que fue el primer periodista portugués en entrar en Badajoz, se encontraban Marcel Dany de la Havas y Jacques Berthet del Temps. A las 10 de la mañana del 15 de agosto entraron por Puerta de Palmas, y contaron sus impresiones de lo que vieron en días posteriores.

Todavía hay quien repite la cifra de 4.000 fusilados por órdenes de Yagüe (ver enlace...👈) Cifra que hizo popular Jay Allen. Según el reportero norteamericano, en la plaza de toros asesinaron a 1.800 personas y en total hasta que se fue Yagüe a 4.000. ¿Se inventaba las cifras Jay Allen? Aunque a los filofranquistas y demás personajes negacionistas, les chirríe mi respuesta, le diremos que no. Más adelante explico de dónde sacó las cifras Jay Allen. Y no fue precisamente de su imaginación.

Se dice por ahí que el único periodista que no mentía fue Mario Neves, pero que como era muy joven, pues que era demasiado impresionable. Es decir, se asustó y pudo distorsionar la realidad. Neves tenía 24 años. En los años 30 del siglo pasado, a esa edad se era mucho más adulto que ahora. Santiago Carrillo tenía 19 años cuando ocurrieron las sacas de Paracuellos. Masacre en la que autores de todos los colores lo han implicado. O sea, con 24 años se podía ser lo suficiente adulto para cubrir la Guerra Civil, como para estar implicado en terribles asesinatos. Emitir juicios de valor sobre la madurez o no de una persona de otra época, es un ejercicio ahistórico y lleno de prejuicios.

También se dice que Neves no ofreció ninguna cifra de asesinatos. Y esto tampoco es cierto. Neves le preguntó a Yagüe por los fusilamientos: “ Hay quien habla de 2.000”, y el Tte. coronel le contesta que “No deben de ser tantos”. El lector se preguntará que de dónde sacaba esas cifras Neves. En el artículo enviado el día 17 (artículo que fue censurado por la dictadura), Neves dice: “Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas”. A buen entendedor pocas palabras hacen falta. Eran los propios militares quienes dieron las cifras tan abultadas. Pero esta aseveración hace falta corroborarla. Gracias a un estudiante de historia, puede acceder a varios artículos del diario de Uruguay, La Crónica.

En un artículo del día 16, La Crónica publicó: “Los comunistas que defendieron Badajoz tuvieron 1.500 muertos entre los que figuran los que fueron ejecutados”…

… Las pérdidas comunistas

Badajoz, agosto 15.- (UP). Según informa el comandante Castejón, que tomó parte de la captura de Badajoz a la cabeza de una columna integradas por 600 soldados regulares marroquíes, los comunistas que defendían la ciudad sufrieron 1.500 muertos entre los que figuran los ejecutados. Los corresponsales le preguntaron al coronel Yagüe, que dirigió el ataque, que si era verdad que se habían ejecutado a dos mil comunistas, a los que Yagüe respondió rotundamente: “No fueron tantos”.

Según este artículo, Castejón es el que informa de 1.500 muertos sufridos por los “comunistas” (todos eran comunistas en Badajoz en agosto de 1936, parece ser que había una epidemia que los fascistas se empeñaron en erradicar). Le preguntaron a Yagüe que si dos mil, y este dijo que no tantos; bueno, pues 1.500 según Castejón.

Dos días después, el mismo diario subía la cifra a dos mil: “Se confirma la muerte de dos mil comunistas en la toma de Badajoz”…

… Lisboa. 17. (UP)- Anuncian desde Caia que un oficial del Estado mayor del coronel Yagues, ha confirmado la muerte de dos mil comunistas en Badajoz.

El coronel Yagues acompañado de varios oficiales, se dirigió a Caia, donde se le hizo una entusiasta recepción de parte de los españoles y portugueses. Yagues conferenció con las autoridades portuguesas, así también con los oficiales de la Cruz Roja. Durante el desarrollo de la conferencia tres aeroplanos de la Cruz Roja portuguesa, aterrizaron en los alrededores de la ciudad…

Es esta ocasión Yagüe no le dijo a los portugueses, “No fueron tantos”.  Vayamos ahora con Jay Allen. ¿Y la cifra de 4.000 muertos en Badajoz, de dónde la saca Jay Allen? En el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, nos informan de que Allen se entrevistó con el embajador en Portugal, Claudiio Sánchez Albornoz. El embajador había recibido un informe que decía…

… así mismo se calcula que en Badajoz [han muerto] unas 4/500 personas. La columna de la muerte, Pág. 96.

Jay Allen pocas cifras se inventó (otra cosa es que fueran ciertas), ni Marcel Dany ni Jacques Berthet, eran los propios represores quienes comunicaron tamañas cifras. Es decir, no es cierto como afirman Pilo, De la Iglesia y Domínguez, que estos periodistas exageraban las cifras: sencillamente comunicaban lo que les oían afirmar a los militares.

Un descendiente del comandante Vega de la Guardia Civil, me comentó que la hija del comandante (tía suya si mal no recuerdo) fue a buscar a su hermano el Tte. Vega, también guardia civil (hijo del comandante que fue asesinado por los golpistas a pesar de estar del lado de los insurrectos), y que esta mujer al salir a la calle, se encontró todo el camino lleno de muertos por todas partes. Más adelante será el mismísimo Francisco Pilo quien nos aclare porqué había tantos muertos por las calles de Badajoz.

Claro que 40, 50 ó 100 muertos tirados por las calles pueden parecer muchos muertos, pero hay un testigo, que recopiló Francisco Espinosa, que nos da pistas del alcance de la matanza. Se trata del terrateniente y ganadero Lisardo Sánchez. Que se desplazó desde Salamanca a Badajoz a interesarse por la seguridad de sus hijos. Este propietario contó en un diario de Salamanca, El Adelanto, que…

… es algo horrible ver los muertos a montones por las calles. Tres días han tardado tres camiones en limpiar la capital de cadáveres… La primavera del Frente Popular, Pág 207

Tres camiones en 72 horas pueden transportar muchísimos cadáveres. Mario Neves no pudo confirmar que en la plaza de toros se asesinara a nadie. Al día siguiente de visitar aquel fatídico escenario, dijo que vio los mismos cadáveres que había el día anterior. Sin embargo, muchos hemos conocido a personas que vivían en las inmediaciones de la plaza de toros, y que por la noche estuvieron escuchando descargas de armas de fuego. Se decía que usaban ametralladoras, caso que no es cierto, eran piquetes de ejecución.

Francisco Pilo Ortiz, recopiló un testimonio del ayudante de un camioncillo que estuvo transportando fusilados desde la plaza de toros al cementerio. 24 años después se ha percatado de que aquel testimonio se emborrachó mientras lo entrevistaba. Curiosamente no se percató in situ, tampoco se dio cuenta cuando en 2010, el mismo testimonio lo publicaron en el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda. Pero aparte del famoso testimonio que estuvo transportando cadáveres al cementerio. Pilo recopiló el testimonio de un superviviente de la plaza de toros ¿También estaba borracho Francisco Moreno Ramírez?: “SUPERVIVIENTE DE LA MATANZA DE BADAJOZ EN LA PLAZA DE TOROS”…

… Al día siguiente empezaron los fusilamientos. El sistema que tenían era el siguiente: entraba por la puerta que daba al ruedo de la plaza, un cabo bajito de la Legión, y pistola en mano y cojeando porque tenía el pantalón ensangrentado como de estar herido. Este señor contaba hasta veinte, los sacaba al ruedo, donde ya esperaban guardias civiles que componían el piquete de ejecución. Ellos lo vivieron, Pág. 140

En el epílogo del mismo libro, escribe Pilo…

… Además del cementerio y de la plaza de toros, también se realizaron ejecuciones en la cañada de Sancha Brava, y en los cerros de Santa Engracia, próximo al paraje conocido como Cuestas de Orinaza. Ibidem, Pág.154

Y se asesinó también en frente del ayuntamiento y de la catedral, en el río Rivillas, y en cualquier lugar donde se les antojaba a los legionarios y marroquíes, porque según Pilo…

…  desde diversos puntos se seguían oyendo disparos, bajo los que cayeron asesinadas en plena calle muchas personas.

En el palacio de la Diputación también se había refugiado un nutrido grupo de personas que, al ser desalojadas, muchas de ellas fueron asesinadas en la esquina de las calles Felipe Checa y Hernán Cortés. Para empapar la sangre de esta masacre se utilizaron rollos de papel de embalar procedentes de los almacenes La Paloma. Ibidem, Pág. 136

También cuenta Pilo que…

… Bastantes de ellos [de milicianos] se refugiaron en la Casa del Pueblo en la calle Doblado, aunque no tuvieron mejor suerte ya que, cuando fueron desalojados con bombas de mano fueron asesinados a medida que iban saliendo. Ibidem, Pág 120

Como dice Francisco Espinosa, el problema es saber dónde no se mató (ver vídeo).

En la segunda parte del libro Ellos lo vivieron, Pilo nos vuelve a dar pistas muy interesantes…

… Con la entrada de las tropas rebeldes en Badajoz se abrieron las puertas del infierno y la muerte extendió su negro manto. Si bien los legionarios avanzaban disciplinadamente y peleaban con orden, aunque eso sí, no dieron cuartel y disparaban contra los que se rendían o pretendían huir. La represión en Badajoz, Pág. 31

Y por estos motivos evidentes son por los que, según testimonios de la época, Badajoz amaneció lleno de cadáveres, y según Lisardo Sánchez, estuvieron tres camiones durante tres largos días limpiando de muertos Badajoz. Y por eso Mario Neves, cuando el día 15 regresó a Elvas a enviar su artículo escribió…

… un falangista se ofreció a llevarme a la frontera desde donde les telefoneo aprisa estas notas redactadas nerviosamente, que no conseguirán dar una pálida idea de desolación y horror que mis ojos han visto.

En el libro que Neves escribió en1986, contó sin tapujos la impresión que tuvo al entrar en Badajoz…

… Tal vez me haya dejado más impresionado todavía el elevado número de milicianos fusilados en muchos lugares dispersos por la ciudad, bien como montañas de cuerpos apiñados en posiciones macabras en una hondonada especie de río seco, a la entrada de Badajoz, o bien alineados en extensas filas dentro del cementerio para ser más tarde incinerados. La matanza de Badajoz, Pág 18

Le debo, gracias a la gentileza de mi amigo Javier Teijeiro Fuentes, tener en mi biblioteca esta edición tan valiosa de 1986 del libro de Mario Neves.

Neves escribió su último artículo el día 17, pero relatando vivencias del día 16…

… Entré aquí ayer a las 10 de la mañana. Los cadáveres que vi no son los mismos que hoy me encuentro, en diferentes sitios.

En este mismo artículo relataba su visita al cementerio donde, “en una superficie de más de cuarenta metros”, el reportero luso vio, “más de 300 cadáveres en su mayoría carbonizados”. Este artículo que fue censurado, sin lugar a dudas es más dramático que todos los anteriores, fue censurado por la dictadura de Antonio Salazar Oliveira. Ya había una campaña para desmentir la matanza. Gracias a la pericia investigadora de Herbert SouthWorth, este artículo censurado de Neves vio la luz en 1964, en la obra El mito de la cruzada de Franco.

Cualquier matanza o barbaridad perpetrada por el Ejército de Franco ha sido desmentida o desnaturalizada; primero por el franquismo, y después por gente afín a los franquistas. Se niega sistemáticamente la matanza en Badajoz o la masacre de la Ctra. Málaga/ Almería. Franco le echó la culpa a los “rojos” de la destrucción del 80% de Gernika. Como eso la historiografía lo ha desmentido con datos, se minimiza el alcance de víctimas mortales en la villa vasca. Igual pasa con Badajoz o La Desbandá de la Ctra. Málaga/Almería.

En Badajoz hay quien ha afirmado que solo asesinarían como mucho a 150. Un servidor expone como he llegado a pensar que fueron entre 1. 500 o 2.000. No lo deduzco a ojo de buen cubero, sino que me guío por fuentes que aseguraron tales cifras, se podrá coincidir conmigo o no, pero no invento nada. Decir que fueron 150, es como decir que fueron 125, 250 o 737. Por imaginar podemos imaginar lo que mejor nos venga en gana. Lo pueden hacer, porque sabemos que no se registraban a todas las víctimas. Y el papel lo aguanta todo.

Como dice Francisco Espinosa…

… lo que sabemos es solo la punta del Iceberg. Después de cuarenta años de dictadura y veinticinco de democracia parece casi imposible que surjan instrumentos para reconstruir en profundidad aquellos sucesos cuya historia solo llegamos a construir a grandes rasgos. Si además tenemos en cuenta que casi toda la documentación existente fue elaborada y preparada por los vencedores, y que fondos documentales de gran importancia (judiciales, militares, de Falange o de las jefaturas de Orden Público) fueron destruidos a partir de mediados de los años sesenta, podremos calibrar las dificultades de la tarea. Pese a todo siguen apareciendo investigaciones locales y provinciales sobre las consecuencias del golpe del 36 allí donde triunfó. La columna de la muerte, Pág. 260

Uno de esos trabajos locales fueron los de Francisco Pilo Ortiz (anteriormente citados), que como dice Espinosa…

… como una prueba más del ansia de saber sobre aquella historia han aparecido los trabajos de Francisco Pilo Ortiz sobre la toma de Badajoz y la represión posterior, muy desiguales pero con sobrados elementos de interés para el conocimiento de algunas cuestiones. Entre ellos habría que destacar los valiosos testimonios orales que el autor ha podido reunir sobre el 14 de agosto y, sobre todo de la represión. La columna de la muerte, Pág. 227

Si alguien quiere tirar por la borda, tal vez mal aconsejados e influenciado, tantas horas de trabajo  e investigación, está en su derecho, aunque es una verdadera lástima. 

Espero haber contestado la pregunta de porqué llego a la conclusión de que Yagüe hizo desaparecer entre 1.500 ó 2.000 personas. No me he inventado nada, ni habla por mí ningún tipo de ideología. Tan solo muestro datos. Desgraciadamente la matanza no acabó cuando se fue Yagüe, habría que mirar también a las autoridades que se quedaron en Badajoz. Como dice Espinosa: “lo que sabemos es solo la punta del Iceberg”.

La verdad no es poliédrica. Lo que sí es poliédrica, es la forma de llegar a la verdad. Si un coche es negro, siempre será negro, aunque haya quien le busque los tres pies al gato. Pero la historia no es una ciencia exacta, y como tal nadie tiene la verdad absoluta. Un servidor no pretende, ni mucho menos, adueñarse de la verdad, pero sí pretende acercarse lo más posible a ella.

Sin un documento que nos ofrezca los nombres de los asesinados, o al menos la confirmación de cualquier cifra, tanto a la baja como a la alta, todo se mueve en el terreno especulativo, pero hay que ser serios. Si afirmamos que como mucho se fusilaron a 150 personas, hay que explicar como se llega a esa cifra. La historia se escribe con fuentes primarias, secundarias y con testimonios orales, y no con nuestra imaginación. Hay que ser rigurosos si pretendemos que nos tomen en serio.