La manipulación conspiranoica funciona

La desinformación llega a las calles. 💔@marinavaldesv #ConspiranoicosL6 pic.twitter.com/VfSJjhiLjq

— Conspiranoicos (@conspiranoicos6) November 7, 2024

 

Le ponen el micrófono a una ucraniana que es víctima de la DANA de Valencia, y asegura muy enfadada que la DANA ha sido provocada porque nos quieren exterminar. Sobramos muchas personas en el planeta y la élites globalistas pretenden reducir la población. La pandemia también fue provocada para reducir la población, lo mismo que la vacuna. Bueno la vacuna contra el coronavirus ha servido para muchas cosas, para controlar nuestra mente con los chips y el 5G, para asesinarnos provocando cáncer, y para crear infertilidad. Cómo le explico a tanto majadero que yo (y mi anciano padre) ya me he enchufado 7 vacunas de Pfizer, y que todos los años me vacuno también de la gripe. En el ambulatorio te ponen las dos vacunas a la vez: en un brazo la de la covid-19 y en otro la de la gripe.

Existen conspiranoicos con cierto prestigio como el coronel Baños (otro de la cuadrilla de Iker Jiménez), o el anarquista Carlo Taibo. Este segundo es profesor universitario y sostiene la teoría del ecofascismo de la élites empeñadas en exterminar a la población que sobra: "El ecofascismo es una apuesta en virtud de la cual algunos de los estamentos dirigentes del globo –conscientes de los efectos del cambio climático, del agotamiento de las materias primas energéticas y del asentamiento de un sinfín de crisis paralelas– habrían puesto manos a la tarea de preservar para una minoría selecta recursos visiblemente escasos. Y a la de marginar, en la versión más suave, y exterminar, en la más dura, a lo que se entiende que serían poblaciones sobrantes en un planeta que habría roto visiblemente sus límites" (ver enlace...👈).

Los conspiranoicos antivacunas y demás ralea de extrema derecha, mantienen teorías estrambóticas, y aparentemente increíbles. Para ellos la DANA ha sido provocada por un barco presente en las costas de Valencia. Esto que puede parecer una broma, desgraciadamente cala en la población, como hemos podido comprobar por la ucraniana residente en Valencia. También inciden en el clima (según estos majaderos) los mal llamados chemtrails (estelas químicas), que en realidad son estelas de condensación formadas por los motores de los aviones. O lo que es lo mismo, los chemtrails son vapor de agua que hay en la humedad de la atmosfera y que con el calor de los motores se convierten en nubes. Un fenómeno parecido ocurre en invierno cuando las gafas se nos empañan en invierno al entrar en un recinto caliente cuando venimos del exterior que hace frío. Es tan sencillo que asusta ver como la población se traga esos cuentos.

Iker Jiménez antes de dar el salto al periodismo bulero con Horizonte, en el programa Cuarto Milenio sembraba la duda con los chemtrails. Ni sí, ni no, sino todo lo contrario. ¡Qué personaje más nefasto! Mientras buscaba OVNIS y fantasmas era inofensivo, ahora es un faro de la extrema derecha.

La teoría ecofascista de Carlos Taibo hace aguas, porque por culpa del capitalismo y el cambio climático, puede haber un colapso económico, que si bien en un principio lo sufrirían los de siempre, acabaría afectando por igual a la élites. Hasta se podría estallar una revolución popular como en la URSS, o se podría formar otra revolución a la francesa donde volverían a desempolvar las guillotinas. Pero esta vez no caerían los reyes (porque ya no pintan nada), sino las cabezas de las oligarquías y los poderes fácticos.

Esto sería un paisaje distópico típico de Mad Max y de películas por el estilo, todo muy fantástico y muy hollywoodense. Pero si la economía colapsa, el sistema capitalista que mantiene a las élites, gracias a sus enormes fortunas, desparecía junto a las oligarquías políticas y económicas. Todas las grandes corporaciones se irían al garete. Sería un sálvese quien pueda.

No es posible creer que ya hay un plan trazado para acabar con la población del planeta, o con una parte importante. La población disminuirá, pero no por un plan trazado, sino por la inacción contra el cambio climático. La Agenda 2030, al contrario de lo que piensa la extrema derecha, son un conjunto de propuestas que nadie está cumpliendo. Es el clima el mayor activista anticapitalista. 

El peligro contra el capitalismo vendrá a causa del calor y de los fenómenos atmosféricos, y no por la Agenda 2030 ni por un plan ecofascista de la élites globalistas. A veces la extrema izquierda (Carlos Taibo) coincide con la extrema derecha (Iker Jiménez).