La historia cuando no hay documentos escritos se estudia gracias a los yacimientos arqueológicos. Cuando la humanidad no había descubierto aún la escritura se pasaban la información entre generaciones gracias a la sabiduría de los ancianos y a los testimonios orales. Con los signos escritos, todo esto cambió. Sabemos de los avances tecnológicos y costumbres sociales de la antigüedad gracias a la pericia humana que, permitió dejar rastro de su existencia gracias a esos maravillosos signos llamados escritura
Aquí en Badajoz, durante la guerra Civil, parece que volvamos a la prehistoria, en lo que se refiere a la represión fascista, claro está . Según el historiador Francisco Espinosa que ha investigado los archivos extremeños durante la guerra civil, nos dice, aquí en Badajoz parece que no hubo Guerra, es más, ni siquiera República; de ahí lo complicado para demostrar la matanza perpetrada por las huestes de Yagüe.
No hace mucho tres extremeños escribieron un libro contándonos que aquí en Badajoz se mató, pero que se mató poco. El libro está basado en los artículos de periodistas lusos, americanos, ingleses, franceses... pero que casualidad, para estos señores, solo los lusos dicen la verdad. Los demás son unos rojos embusteros. Paul Preston en su última obra El Holocausto Español, refiriéndose a este libro dice: “el último intento de rebajar las víctimas de la matanza de Badajoz”; pero claro, Paul Preston, es otro "rojo embustero".
Mario Neves en sus relatos sobre lo que vio en Badajoz, dice que en el cementerio pacense llegó a contabilizar 300 cadáveres republicanos. Para ciertos historiadores, esta es prueba suficiente de la "civilizada" represión que el tte. Coronel Yagüe ejerció sobre los defensores de Badajoz; ya que, de estos 300, habría que descontar los caídos en combate. ¿Entonces porque esas prisas por incinerar tan solo 300 cadáveres? ¿Tan ocupados estaban fusilando a diestro y siniestro? ¿No tenían mano de obra suficiente para excavar una fosa común? No, por lo visto no, prefirieron prenderles fuego y llenar todo Badajoz de ese nauseabundo olor que hasta podía verse y olerse desde la vecina Elvas, y digo verse, porque desde esta bella ciudad portuguesa podían contemplar horrorizados la extensa columna de humo que producían los restos de los republicanos asesinados al arder; previamente, rociados de gasolina.
Un compañero de Trabajo me contó el testimonio de su padre durante los primeros días de la toma de Badajoz. El padre de mi compañero se crió en los hogares de Hernán Cortés, una mañana fue reclamado para llevar un paquete a la diputación. Llegando al parque de San Francisco, oyó una serie de disparos que le paralizaron el corazón. Cuando fue a cruzar dicho parque, el espectáculo que presenció jamás lo podría borrar de su retina. Decenas de cadáveres ocultaban el terrazo del suelo y, como pudo, cruzó saltando entre los muertos a llanto partido.
Historias como estas se perdieron en el anonimato durante los casi cuarenta de dictadura franquista. La famosa Causa General solo nos cuenta una parte de la historia, pero queremos saber lo que realmente ocurrió, y de eso se está encargando entre otros, Francisco Espinosa; uno de mis autores preferidos, que con obras como La Columna de la Muerte, La justicia de Queipo, Callar al Mensajero, Contra el olvido, Violencia Roja y Azul... se está ganando el odio de autores franquistas y no franquistas, como el reputado historiógrafo Santos Juliá, que lo llama “inquisidor” o “el nuevo Torquemada”, también lo tachan de estalinista y vaya usted a saber que más.
No creo que Francisco Espinosa llegue a leer mi humilde blogg, pero desde este pequeño rincón republicano le mando ánimos para seguir descubriéndonos en la medida que se pueda los turbios entresijos de nuestra Guerra Civil.
¡Va por usted don Francisco!
Muy bueno.
ResponderEliminarEspero seguirte en adelante.
Hombre esta muy bien que le hagas este homenaje a Paco,no todo va a ser la hez de pilo y sus palmeros.
ResponderEliminarEste guss tiene unos blog`s preferidos especiales, bueno esta la diversidad.
Esta bien eso de las casi 10.000 entradas, cuidalo.
Dejate de las gilipolleces de la moderacion
ResponderEliminarLos rojos somos distintos.
Yo,como Extremeño y natural de Villafranca de los Barros.puedo y me apeno de comentarios realizados del ano 36 por familiares míos sufrido en sus huesos.
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