130.199 asesinatos cometidos por la gente de “orden”, por los católicos, por militares de carrera; contra 49.272 asesinatos cometidos por los que supuestamente eran unos salvajes incultos. Aquí hay algo que no cuadra. Las cifras hablan por si solas y demuestran que los verdaderos salvajes estaban del lado de los que se autoproclamaban salvadores de la patria.
En el blog de Antonio Manuel Barragán-Lancharro, el abogado/historiador y en sus ratos libres salva-escudos franquistas, denuncia un permiso para portar armas expedido por el Partido Socialista Obrero Español, con fecha 30 de julio de 1936(http://historiademonesterio.blogspot.com/2011/07/hace-75-anos-el-psoe-expide-licencias.html ),
dos semanas después de que los generales facciosos se levantaran en armas contra la República. El gobierno republicano al principio se negó a repartir armas entre la población, no sucedió así en el lado fascista que desde el mismo día 17 empezaron a armar a los elementos civiles , como muy bien nos explica Francisco Alía Miranda en su último libro:
“La noche del 16 de julio, el delegado gubernativo recibió una confidencia del presidente de Unión Republicana, Felipe Aguilar: “al día siguiente los militares iban a repartir armas cortas entre paisanos de derechas” (...) a las dos y media de la tarde comenzaron a llegar insurrectos a la comisión de límites. Pero el delegado del gobierno conoce el reparto de arma a los falangistas".
La ultraderecha española en su afán desesperado de justificar lo injustificable, el Golpe de Estado que desembocó en una cruenta guerra civil, tiran de documentos, que aunque en primera instancia puedan parecer totalmente fuera de la ley no lo son. La República se vio obligada a repartir armas entre la población civil (los fascistas ya lo hacían desde el principio). Las repartió entre sindicatos y partidos políticos, que estos a su vez las repartían entre sus militantes de ahí que aparezcan esas licencias para poder portar armas. ¿Qué significa esto? Que no cualquiera podía llevar armas, es decir, que seguía siendo necesario un permiso para poder armarse.
En el apartado seis del Bando del gobernador Civil de Castellón, Manuel Rodríguez decía:
Respecto a las armas cortas doy un plazo hasta las doce de la noche del día 22 de los corrientes para que todos lo que tengan cualquier clase de licencia oficial o de agrupación política sindical (estos últimos extendidos antes del día primero de abril último), se presenten en el Gobierno Civil para que se les canjee estas licencias por la gratuita que al efecto se le expedirá según instrucciones del ministro de gobernación.
Para adquirir esta clase de licencia, se tendrá que presentar la licencia anterior que se entregará en el gobierno, y el carnet del partido u organización sindical a que pertenezca, el que acreditará que el tenedor del arma está afiliado a tal partido u organización.
O sea, que en un principio cuando el gobierno entregó armas a los partidos políticos con una simple licencia de los mismos era suficiente para hacerse con ellas, pero a partir de 1937 la República con el fin de controlar quién llevaba armas o no expediría nuevos permisos de estas. Presentando la antigua licencia y el carnet del partido al que pertenecía era suficiente para renovar la licencia de armas.
Con esto queda demostrado que no se obraba fuera de la ley cuando un partido o sindicato autorizaba a llevar armas a sus militantes
A los fascistas no le hacían falta permisos de armas para armar a la población, se saltaban cualquier tipo de ley a la torera. Por lo menos desde la izquierda se trataba de guardar las formas legales.
¿Encontraremos en el bando faccioso licencias para portar armas? Y que más da, ellos estuvieron fuera de la ley toda su puñetera vida (perdón). A la ultraderecha siempre le ha gustado armar a la población civil. El 17 de septiembre de 1923 se creó el Sotamén, organización paramilitar formada por paisanos destinada a la defensa del “orden social”. Esta organización fue disuelta el 15 de abril de 1931, y vuelta a renacer por el “invicto caudillo”. El Sotamén no era pues otra cosa que una organización de extremaderecha compuesta por pistoleros cuyo objetiva era reprimir las huelgas, cuidarse de que el clero siguiese aborregando a las masas, o sea, sostenía los intereses e ideas de la burguesía caciquil y conservadora vinculada al tradicionalismo y a la derecha autoritaria
Vamos a ver si me aclaro ¿A usted lo que le parece mal es que los fascistas mataran más que los republicanos¿ ¿que los fascistas asesinaran? ¿Que los de izquierdas asesinaran? ¿que asesinaran ambos? ¿asume usted unos asesinatos y condena otros? ¿condena ambos? ¿denuncia usted a todos los asesinos o sólo a los que más asesinaron?... Explíquese si es tan amable.
ResponderEliminarJo, Jo, Jo, que interrogatorio.
ResponderEliminarA mi lo que me parece mal es que los militares africanistas se confabularan con toda la ultraderecha para poner a la República bajo la bota militar. Las masacres en ambas retaguardias se produjeron como consecuencia del golpe fallido y la posterior guerra civil. Sin golpe de Estado no hay guerra... sin guerra no hay retaguardia... sin retaguardia no hay asesinatos. Y lo que parece mentira que unos señores tan ultracastólicos asesinaran con el beneplácito de la curia eclesiástica.
Y lo que me parece mal es que tras cuarenta años de régimen totalitario, de beatificaciones, y de homenajes a los caídos por la patria y por Dios. se diga que se está ignorando a las victimas de los "rojos".
Lo que me parece mal es que se digan que se están abriendo viejas heridas, cuando en realidad no se cerraron correctamente.
Lo que me parece mal es que tengamos a un dictador enterrado en un mausoleo faraónico construido con mano de obra esclava.
Estalin fue exhumado del mausoleo donde se encontraba, y aquí en este bendito país seguimos teniendo fosas comunes con miles de asesinados por la "Justicia divina" impartida por un Caudillo asesino.
Sí, sí bla, bla, bla. Pero entonces usted condena los asesinatos de la izquierda tanto como los de la derecha ¿no es así?
ResponderEliminarPor otra parte que la iglesia beatifique a sus muertos le preocupa porque usted es católico y le parece que estas víctimas no se merecían subir a los altares
Con permiso.
ResponderEliminarYo condeno todos los asesinatos,pero los que empezaron asesinar a mansalva fueron los golpistas. Leanse las instruciones de Mola.
La Republica no se fiaba de su propio, en teoria ejercito, vease lo que ocurrio en Badajoz.
Habia que armar a las organizaciones que le apoyaban, lamentablemente estas a veces utilizaron las armas en asesinatos, lo cual la Republica intento progresivamente controlar.
Los otros siguieron asesinando hasta los años 50, no le voy a recomendar a Preston, sino al capuchino confesor de la carcel de Zaragoza. Nada sospechoso.
Alfil, parece más correcto que esté en un tablero de ajedrez que aquí. Pregunta como un sacamuelas... que dicen los castúos.
ResponderEliminarVoy a intentar aclararle algo. A mi me parece mal que se mate a un ser humano lo haga quien lo haga. Pero me parece peor que se mate a un indefenso que cumple con su deber que a un militar armado, traidor a su patria, que ha provocado una guerra ilegal... quizá como todas las guerras.
Y puestos a denunciar denuncio a los que provocaron un estado de cosas que nos llevo a esos asesinatos. Denuncio a las clases dominantes del 36, al ejército traidor, a los falangistas asesinos de la retaguardia... porque ellos provocaron nuestra guerra civil para mantener sus privilegios. La sangre de los españoles les importó nada. Y de paso, denuncio a todos los que masacraros a sus adversarios políticos desde la ilegalidad de la Dictadura. Si su dios es justo.... ya los colocará en su sitio.
No sólo se asesinó a militares por parte de la república, también cayó gente inocente, esa es precisamente la definición de víctima.
ResponderEliminarA usted le parece que el que unos comenzaran la masacre justifica a los otros, a mí me parece que no.
Condeno como ustedes a toda esa lista de criminales y la amplío: a los anarquistas irresponsables que asesinaron a quien les pareció, incluso a sus hermanos de clase, a los socialistas que saltándose la legalidad, como después hicieron los fascistas, se levantaron contra el gobierno legitimamente constituido, a los que no entendieron que la democracia también consiste en aceptar que tus adversarios ganen las elecciones, a los que usaron la guerra para alcanzar sus propios objetivos políticos masacrando incluso al compañero...