Martín Rubio |
Afortunadamente para el bando vencedor, Francisco Franco enterró debidamente a sus "mártires" de la Cruzada. Fue Franco el primero en aplicar su peculiar memoria histórica, eso sí, para el franquismo sólo había víctimas de un sólo bando, las suyas.
La actual LMH tiene como objeto "reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover su reparación moral y la recuperación de su memoria personal y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo ello con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles en torno a los principios, valores y libertades constitucionales".
La LMH se redactó con sumo cuidado para no molestar a los que ya obtuvieron reparación y reconocimiento durante y después de la Guerra Civil, el problema es que en este país la derecha siempre se está mirando al ombligo y da la sensación que las víctimas de los "rojos" son las únicas que tienen derecho a ser recordadas y homenajeadas.
El discurso que está usando el neofascismo español: "La memoria histórica divide a los españoles y reabre heridas". Primero es totalmente egoísta y segundo se ha quedado obsoleto. Es egoísta porque el mismo derecho tienen todas las víctimas, independientemente de quién fuera el verdugo. La Memoria Histórica no divide a los españoles, tal y como pretenden hacernos ver los neofascistas. Afortunadamente en este país hay diversidad de opiniones. Lo que nos divide realmente es que hay derechas e izquierdas... Como en Portugal, Francia, UK..., ¡pardiez! hasta en Cuba hay derechas e izquierdas. Hoy por hoy (y que siga siendo por mucho tiempo así) en España no reina el pensamiento único, a pesar de la mayoría absoluta de don Mariano. Lo que nos divide es que hay quien sigue al Real Madrid y quien disfruta con el Barça. Hay quién le gusta el baloncesto y aborrece el fútbol. Hay quien ve Intereconomía y está el que se divierte con el Gran Wayoming. Por esas mismas razones hay quien está a favor y quien está en contra de la LMH. Pero no olvidemos nunca esto: es una ley aprobada en el parlamento y por lo tanto debe ser respetada. Y eso de que reabre heridas es una excusa que ya no funciona. Casi seis años han pasado ya de la puesta en marcha de la famosa ley, y lo que sí hemos visto es que en esos seis años se han cerrado muchas heridas.
El ideólogo de la ultraderecha Martín Rubio dice que la LMH es "una más de las iniciativas legales sectarias promovidas desde el zapaterismo; nacida, en este caso, de un afán de revancha que falsifica el proceso histórico en sintonía con las necesidades políticas de sus promotores". Para este cura (¿oficiará misa?) la LMH falsifica la historia. Hay que dejar claro una cosa: el combate por la historia aparece en escena cuando el PP llega al poder y aparece el revisionismo de la mano de Pío Moa y otro especímenes del mismo pelaje, no cuando Zapatero se decide a escuchar las voces que pedían reparación y reconocimiento, por eso podemos pensar que el proceso de falsificación comienza de la mano del PP con su apoyo a Moa. De todas formas, el combate por la historia sigue, y sigue al margen de la LMH.
El último escándalo ha sido el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia, donde, en un ejercicio del más horripilante revisionismo Luis Suárez (un medievalista que fue amigo personal del dictador y en la actualidad preside la Hermandad del Valle de los Caídos) dice que franco no fue un dictador y más tarde en una entrevista en el ABC se reafirma: «No llamo a Franco dictador porque no lo fue». No claro..., tan sólo fue un militar autoritario. ¡Y que esto se financie con dinero público!
Religión en Libertad se quejaba de la campaña que "un panfleto con ínfulas de diario informativo han organizado contra los señores Gonzalo Anes (...), Monseñor Antonio Cañizares, Manuel Jesús González, Carlos Iniesta, José Martín Brocos, Ángel David Martín Rubio, Carlos Seco Serrano y el historiador gijonés Luis Suárez Fernández entre otros, no tiene parangón en la democracia española". Al panfleto que se refiere es al diario Público. Llevo todo el artículo haciendo un esfuerzo inhumano para no reírme (queda muy feo en un artículo las risitas que tanto dejamos en los wasap). Un panfleto como Religión en Libertad llamando Panfleto a otro diario es cuanto menos desternillante ¿no creen?
Pues eso, el combate por la historia sigue vivo en panfletos como Alerta Digital, Tradición Digital etc. No. Mucha imaginación no tienen para buscar nombres ridículos. Nosotros, desde aquí, estaremos atentos e intentando desenmascarar (con los pocos medios que contamos) a tanto farsante que en los últimos años están intentando volver, no a rescribir la historia, no. sino volver a sacar del baúl de los recuerdos las viejas parrafadas que en su día escribieron los historiadores de la DICTADURA. Por eso todavía podemos leer de la pluma del historiador del CEU José Martín Brocos frases como: "Glorioso Alzamiento Militar, Salvador de la Patria" refiriéndose a Asensio Cabanillas y a su participación en el Golpe de Estado.
Una de las grandes falacias que se repite sin cesar, pero no por mucho repetirla se convierte en verdad, es que los que idearon el golpe les movieron sentimientos puramente patrióticos, nos querían salvar de la bolchevización rusa. En un magnífico artículo, Antonio Alfonso Hernández desmonta verazmente esta gran mentira:
Hay un aspecto que se ha tocado muy poco , que es el referido a los intereses de tipo personal o profesional que llevaron a una parte del ejército español a sublevarse en Julio del 36. Carlos Blanco Escolá, trata este interesantísimo tema en su excelente libro “General Mola, el ególatra que provocó la Guerra Civil”, en este caso centrando su teoría en el “director” de la sublevación. Trabajo que recomiendo.
Tony, te agradezco que hayas rescatado este artículo que escribí sobre los "sagrados intereses" que movieron a estos salvapatrias de pacotilla.
ResponderEliminarNo hay nada más revelador de la necesidad de la Ley de la Memoria Histórica, que las críticas que le hacen en tromba, ciertos sectores de la ultraderecha.
Hoy sin ir más lejos,informa el periódico Hoy de la aparición de una fosa con restos de represaliados por los fascistas.
La ARMHEX ha localizado los restos de al menos tres personas, en un olivar ubicado en una finca, próxima a Arroyo de San Serván,gracias a los testimonios que dejaron gente del pueblo.
Ya lo decía el otro día. Los ultraderechistas no quieren que se remueva la tierra, porque la aparición de estos restos y otros, remueven viejas historias que ellos no quieren oir. Detrás de cada fosa hay una historia espeluznante de la guerra civil.
A ellos les vino muy bien el pacto de pasar página que se hizo en la transición. Pero amigo, los tiempos han cambiado.
Tony te he dejado un correo.
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