Los sucesos que se cuentan en este vídeo no aparecen en ninguna Causa General. No hay legajos donde poder constatar las vivencias de estas personas. Y sin embargo ellos, tienen muy presente lo ocurrido con sus familiares. Fueron asesinados y enterrados en una de esas cientos de fosas, de fosas del olvido, de fosas de la vergüenza. Recas recibió la visita de la muerte, no hubo tiempo de escapar, no hubo misericordia ni justicia. Se sublevaban en nombre del orden, la justicia y con la aquiescencia clerical. Pero lo que venía impuesto por la bota militar era la sinrazón y la blasfemia. El odio hizo acto de presencia. El campesino mataba al patrón, y el patrón al campesino. Toda esta vendeta se veía venir, pero quienes abrieron esta caja de Pandora fueron uno traidores militares. Había que ser implacables con los que no secundasen el Movimiento y cualquiera que fuera abierta o secretamente defensor del Frente Popular, debía ser fusilado. Había que sembrar el terror; dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no pensaran como ellos.
La República se vio desbordada por esta ola de intransigencia y de rencor.¡Qué podía hacer un Gobierno que tenía el enemigo en casa! Aguantar y luchar, convencer que primero había que ganar la guerra. Indalecio Prieto desde el diario El socialista escribió:
"Por muy fidedignas que sean las terribles y trágicas versiones de lo que haya ocurrido y esté ocurriendo en tierras dominadas por nuestros enemigos, aunque día a día nos lleguen agrupados, en montón, los nombres de los camaradas, de amigos queridos, en quienes la adscripción a un ideal bastó como condena para sufrir una muerte alevosa, no imitéis esa conduca, os lo ruego, os lo suplico. Ante la crueldad ajena, la piedad vuestra; ante la sevicia ajena, vuestra clemencia, ante los excesos el enemigo, vuestra benevolencia generosa (...).¡No los imitéis! ¡No los imitéis! Superadlos en vuestra conducta moral; superadlos en vuestra generosidad. Yo no os pide, conste, que perdáis vigor en la lucha, ardor en la pelea. Pido pechos duros para el combate, duros, de acero, como se denominan algunas de las Milicias valientes -pechos de acero- pero corazones sensibles, capaces de estremercerse ante el dolor humano y de ser albergue de la piedad, tierno sentimiento, sin el cual parece que se pierde lo más esencial de la grandeza humana"
Pero era demasiado el dolor y la cerrazón de un pueblo semi analfabeto. Desgraciadamente sí, los imitaron y fueron igual de bárbaros. Afortunadamente para las derechas esas matanzas fueron cesando. desgraciadamente para las izquierdas esas matanzas no cesaron hasta bien entrado los años cuarenta. Tuvimos que ver como se destruía el fascismo en Europa, para que el fascismo ibérico pisara el freno, y aún así deberíamos seguir lamentando muertes durante toda la dictadura.
Pues sí, Recas es mi vecino pueblo.
ResponderEliminarEsta es la parte de la histofia de la que no quieren hablar los que siempre estan con lo de Carrillo. Por cierto ¿De que van a hablar ahora que Carrillo se les ha muerto?
ResponderEliminarY es de un pueblo cercano donde he veraneado de niño, Chozas de Canales. En este pueblo hubo una brutal represión contra los que vivían el el barrio de "El Chavo", que eran gente humilde e incluso a principio de los años sesenta del pasado siglo recomendaban no ir porque eran "rojos".
ResponderEliminarNo te escondas, Juan Antonio.
ResponderEliminar¿?
ResponderEliminarNada hombre, que he venido de dar una vueltecilla y no te he "visto" por nuestro querido diario Público, donde por cierto, están muy alterados!
ResponderEliminarSaludos.
Tío, después de dos años de hacer el ganso por Público me he cansado. De vez en cuando me doy un paseito y dejo algún comentario.
ResponderEliminarPues sí, ya cansa, yo ya ni comento, siempre digo lo mismo: "esto es una vergüenza" o cosas por el estilo, jeje.
ResponderEliminarMás divertido está el follonero a estas horas o incluso irse a dormir con un libro!