Llamar a un juez ácrata es todo un poema. ¿Entonces para que se saca alguien la carrera de juez?. ¿A quién va a juzgar si es partidario de la supresión de toda autoridad? Y que un pepero tenga la osadía de llamar pijo a nadie es cuanto menos que desternillante.
De nuevo las declaraciones de un pijo pepero nos hacen reir a pierna suelta. Que el PP está lleno de pijos (y no me refiero al miembro viril) no es ningún secreto, no todos sus votantes son pijos, también hay gente de clase media baja, pero en las altas esferas del PP se ve mucho pijo (no, no me refiero al miembro viril). Por eso las declaraciones de Rafael Hernando portavoz adjunto del PP en el Congreso nos parecen fuera de lugar, no son más que una pataleta de un niño cabreado por no darle la razón.
Desde el PP ven inadmisible que un juez en un auto de su opinión y que diga que la clase política está en decadencia. Antonio Orejudo en su blog de eldiario.es. explica muy bien como contextualizar el auto del magistrtado. El juez Pedraz no está dando su opinión está manifestando el general malestar que tiene la sociedad con toda la clase política, "casta" política, según la ultraderecha.
La frase que ha enervado al pijo pepero es esta:
Hay que convenir que no cabe prohibir el elogio o la defensa de ideas o doctrinas, por más que éstas se alejen o incluso pongan en cuestión el marco constitucional, ni, menos aún, de prohibir (sic) la expresión de opiniones subjetivas sobre acontecimientos históricos o de actualidad, máxime ante la convenida decadencia de la denominada clase política.El juez quiere decir y simplificaré al máximo, que no se pueden prohibir las protestas, sobre todo, cuando el pueblo es de la idea que la clase política está en decadencia. Según las últimas encuestas del CIS el 26,9% de los españoles sitúan a los políticos como el principal problema del país. La "clase política" se sitúa así como el tercer mayor problema del país, solo por detrás del paro y la crisis económica..
El seudo sindicato Manos Limpias ha aprovechado el escándalo para hacerse notar y ha denunciado a Pedraz. Con Garzón no tuvo suerte ya que salió absuelto por querer investigar los crímenes del franquismo. Prefirieron "empapelarlo" por las escuchas de la Gürtel, condenarlo por querer investigar algo que es de justicia, hubiera sido demasiado obvio.
Rafael Hernando es el pijo de la izquierda el pijo de la derecha no tenemos ni pajolera idea de quién puede ser. Sí algún alma caritativa quiere sacarnos de las tinieblas, en la sección de comentarios puede dejar su impronta. Gracias.
Jajaja. Coño, el pijo de la derecha es un tío que hace años estaba de diputado en la Asamblea de la Comunidad de Madrid, creo que llegó a ser Consejero de Sanidad (no recuerdo su nombre, pero estudió con un amigo mío). Me consta que es pijo, al igual que el Hernando.
ResponderEliminarYo creo que Pedraz no debió decir lo que dijo DONDE LO DIJO (en un Auto), pero bueno, esto es España, ya nos avisó el irrepetible Guerra que Montesquieu había muerto!!!
Pedraz no dijo nada malo. Sólo que no se puede reprimir una manifestación máxime cuando los manifestantes perciben como un problema la decadencia política. Leete la explicación que da Antonio Orejudo
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/zonacritica/Rafael_Hernando-Pedraz-Almeria-25-S_6_55704432.html
¡Me envías a un diario que está a la izquierda de Público! ¿Escolar? ¿Hablará algún día de Público en su columna? ¿Lo hará de Roures?
ResponderEliminarPero bueno, he hecho los deberes, he leído el artículo. El autor (del que confieso nunca había oído hablar) parece que tiene cuentas pendientes con Hernando.
A ver, yo no justifico a Hernando. Saltó como un energúmeno y no debió faltar al juez llamándole ni pijo ni ácrata. Pero es que yo no hablo de "prohibir la expresión de opiniones subjetivas", faltaría más. Pero es que si la poli no interviene (sin entrar en si hubo o no excesos), más de uno entra en el Congreso y eso, sí que está prohibido.
Tony, te he dejado un correo.
ResponderEliminarEn principio no parecen muy incompatibles los términos pijo y ácrata. Además el ácrata no suele aceptar el principio de autoridad mientras que el pijo cuando se trata de un hijo de papá, dependería del principio de autoridad paterna para seguirle sacando los cuartos, jejejeje
En la chorrada que he puesto quise decir No parecen muy compatibles.
ResponderEliminarEl pijo de la derecha se llama Juan José Güemes, exconsejero de Sanidad de Madrid, marido de la también impresentable Andrea Fabra (alias ¡Que se jodan!)
ResponderEliminarMuchas gracias ManuelGR, vemos que en el PP hay mucho hijo de papá.
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