Cuando acabó la Guerra Civil los ganadores, "los gloriosos alzados", no reconocieron que fueron unos verdaderos criminales. La paranoia de Francisco Franco alcanzó límites insospechados, La paz de los cementerios es lo que le esperaba a 50.000 presos, esto nos confirma que había un plan de exterminio premeditado. Durante la contienda Queipo de Llano dijo que por uno de los nuestros que matéis nosotros mataremos 10. Gerald Brenan dejó escrito:
Durante la Dictadura jamás se habló de Guerra Civil, guerra de liberación decían. Jamás reconocieron ni un sólo asesinato. En el Prólogo de Eduardo Aunós en la Causa General podemos observar tal aseveración:
Queipo de Llano no soportaba a la Falange, aunque a veces tenía que dejarles utilizar la radio. En una ocasión cometió una equivocación y dijo canalla fascista* en lugar de canalla marxista*. Una voz dolorida le corrigió.
«No, no mi general, marxista*» .
«¿Qué más da?» dijo el general. «Los dos son canaille». Y luego, sin detenerse, Si, «canaille roja de Málaga, ¡espera hasta que llegue ahí dentro de diez días! Me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo cerveza y por cada sorbo mío caeréis diez. Fusilaré a diez», continuó a voz en grito, «por cada uno de los nuestros que fusiléis, aunque tenga que sacaros de la tumba para hacerlo».
La mayoría de sus programas acababan de manera parecida. «¡Canalla marxista! Canalla marxista, repito, cuando os cojamos sabremos cómo trataros. Os vamos a despellejar vivos. ¡Canalla, canalla!».
“Cualquier acusación de crueldad, que no existió jamás en el campo nacional, ni incluso en medio del terrible fragor de la contienda . El Caudillo cristianísimo que nos gobierna sabe que únicamente el amor y la clemencia pueden fortalecer a los Gobiernos . La crueldad es cobardía , y nuestra guerra liberadora se ganó por el valor y el heroísmo, virtudes que sólo pueden convivir con la grandeza de corazón"
Vamos, que no asesinaban ni en los momentos más difíciles. Esa falacia sólo se pudo mantener durante los 40 años de Dictadura, que no se podía hablar. Pero era público y notorio que cuando entraban en una localidad la escabechina posterior adquiría tintes trágicos.
El General Salas Larrazabal publicó las cifras exactas: Pérdidas de la guerra cívil un camelo a los que el neofranquismo suele agarrarse al no tener nada mejor. En La gran represión. Los años de plomo del franquismo, Francisco Espinosa decía que : "Hay que recordar todavía las "cifras exactas" de Salas Larrazábal y sus Pérdidas de la guerra cívil (1977), porque siguen siendo hasta hoy el único recurso de la historiografía neofranquista (caso de A. D. Martín Rubio) y porque constituyen una prueba visible de hasta dónde llegó la historia oficial para ocultar la matanza fundacional del franquismo".
Hoy no se puede negar que los "gloriosos cruzados" asesinaban con total impunidad. Por lo que la estrategia neofranquista ha cambiado. La República fue igual de asesina que los nacionalistas, o sea, fueron todos iguales, así que es mejor que no hablemos de represión que salimos todos igual de mal parados.
En ese intento de minimizar la represión franquista están los dos personajes que aparecen en el vídeo de esta entrada. Fernando de la Iglesia y Francisco Pilo. En un alarde de auto suficiencia desorbitada y emulando a Salas Larrazabal se atreven a dar cifras exactas. Ojo pero no totales, sino (más difícil todavía) desglosadas. 80 muertos enfrente de la catedral, en los fosos del cuartel de la Bomba 60 y, en la famosa plaza de toros 50, como mucho 60. ¡Chupa del frasco Carrasco!
Francisco Pilo con la pericia que le caracteriza habitualmente (todos sabemos que es un maestro a la hora de analizar las fuentes primarias), nos dice que basándose en el estudio que hizo del libro de registro del cementerio de Badajoz en agosto cayeron unas 300 personas. Obviamente todo el mundo sabe que se anotaban todos los asesinatos que cometían los fascistas.
Sí, esto de las cifras yo no termino de entenderlo. Lógicamente, las cifras que se dieron durante el franquismo eran interesadas.
ResponderEliminarYo no soy de los que da demasiada importancia a las cifras (entiéndase, un asesinato o un fusilamiento en la retaguardia es vomitivo, no creo que sea algo que se pueda usar en uno u otro sentido). Tengo una duda: historiadores no franquistas, tipo Espinosa, que han investigado durante la democracia los sucesos de la guerra civil, ¿con qué método cuantifican a las víctimas? Es curiosidad.
Los propagandistas del régimen primero dijeron que sólo se excedieron los rojos, más adelante admitieron que aunque los rojos cometieron muchos excesos,algunos también habían cometido ellos. Al final quisieron hacernos creer, que tanto se excedieron los unos como los otros. Pero en los últimos años parecen querer darles otra vuelta de tuerca al asunto.
ResponderEliminarParecen decirnos, se cometieron excesos en ambos bandos(todos fueron iguales) pero los rojos cometieron muchos más excesos.
No hace señalar que quien da tantas versiones de un mismo hecho no ofrece ninguna garantia de credibilidad.
Y ahí estamos con la lucha.
Espinosa se ha pateado los registros civiles y de los cementerios de las poblaciones por donde fue pasando LA COLUMNA DE LA MUERTE, a su paso por Andalucia y Extremadura.
ResponderEliminarA la hora de contabilizar las defunciones registradas por aquellas fechas en los registros, lógicamente se ha encontrado con que faltan muchos nombres por ser registrados.
Por ejemplo, en los registros de Sevilla y Huelva donde ha logrado localizar a un buen número de represaliados, ha conseguido averiguar que sólo solían registrar a 1/5 o 1(6 parte de los fallecidos por represión. Lo cual da una idea del alcance tan desorbitado que tuvo la represión. El trabajo de este señor ha sido realmente monumental.
A partir de este dato constrastado por su experiencia en los registros, se encontró que la represión en Badajoz fue absolutamente desproporcionada, en comparación a otras localidades con mayor número de población.
Observemos los siguientes datos que obtuvo de los registros civiles:
Entre Julio del 36 a Enero del 37 en Sevilla se consignaron 519 nombres de fallecidos, en Huelva 176 y en Badajoz 688. En está última población 322 personas corresponden al mes de Agosto.
Siendo por supuesto cifras nada representativas del alcance real de la represión, lo que verdaderamente es llamativo es que Badajoz tenía por entonces una población en torno a los 40.000 hab. Huelva 45000 y Sevilla 250.000
Es decir, teniendo Huelva 5000 hab. más que Badajoz, se mató casi 4 veces más en ésta que en aquella y en cuanto a Sevilla que sextuplicaba la población existente en Badajoz, se registraon casi 200 muertes menos.
Es innegable por estos datos y por otros que los asesinatos cometidos en nuestra ciudad por la canalla fascista, fue claramente desorbitante.
Todo esto se puede encontrar en el imprescindible libro LA COLUMNA DE LA MUERTE, del maestro FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE.
Me lo leeré, no lo dudes. De hecho, hará como un mes fui a unos Grandes Almacenes (no se puede hacer publicidad) y no lo tenían. El dependiente no sabía ni quién era el autor, pedazo de inútil. He visto que Espinosa también es paisano vuestro, joer sois un montón!
ResponderEliminarGracias por la explicación y hasta mañana!