Las perlas de Eduardo García Serrano, sobre Pablo Iglesias en La Gaceta I

Eduardo García Serrano, hijo de un camisa vieja, Rafael García Serrano, declara que tiene la misma ideología que José Antonio Primo de Rivera, el fundador de Falange, partido fascista que fue una copia del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini.

El punto 6 del programa de falange hacía referencia a su fobia democrática y a la creación de un estado totalitario:

Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los partidos políticos con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento conocido.

Eduardo García Serrano cuando habla del creador de la Falange Española se le llena la boca de "justicia social" o de "patria, pan y la justicia". Verdadero Populismo que usaron Hitler y Mussolini para arengar a las masas.

José Antonio y los demás fascistas: Ramiro, Onésimo..., murieron muy pronto, por lo tanto hablar de lo que hubiera sido si la Falange hubiese gobernado en lugar de Franco, o que hubiese pasado si los varones "fascistas" pudieran haberle plantado cara a Franco, sería un acto de historia ficción. Lo que si sabemos es que sus intenciones eran descaradamente totalitarias y todo el mundo sabe lo que pasa en un estado totalitario: la disidencia es neutralizada sin contemplaciones.

Esa es la ideología de Eduardo García serrano: está muy bien eso de "la patria, el pan y la justicia", pero el trasfondo fascista era mucho más siniestro. Y ese trasfondo lo mostró el fascismo español desde su creación durante la II República. Sería injusto no nombrar los ataques del pistolerismo izquierdista contra los fascistas españoles, como injusto sería no recordar los actos terroristas de Falange para desestabilizar los Gobiernos del Frente Popular. El asesinato de Calvo Sotelo, admirador de la Falange, ocurrió como venganza del asesinato del tte. Castillo. En Badajoz, los camisas viejas, perpetraron un atentado contra el sr. Granados -Gobernador Civil-. No solo había "patria, pan y justicia".

Por todo esto no concibo el artículo que el ¿fascista? Eduardo García Serrano ha escrito para La Gaceta, entre otras barbaridades dice:

Los comunistas de Podemos tratan de meter con su "tic-tac" 50.000 camisas de Alcampo en Madrid, tal y como Mussolini metió 40.000 camisas negras en Roma en 1922. Como el Duce, Pablo Iglesias también quiere derribar el Sistema.

Orgulloso debiera estar el sr. Serrano, si en verdad tuviese razón, de los comunistas de Podemos si en realidad estuviesen intentando emular la Marcha sobre Roma de los camisas negras de Mussolini, y orgulloso también debería estar si  Pablo Iglesias fuese una "caricatura de Mussolini". Creo que hay que mirar para otro lado si queremos buscar esa caricatura de Mussolini.

Desde un diario claramente derechista, como es el ABC, escribían en referencia a la Marcha sobre Roma:

Benito Mussolini, 24 de octubre de 1922, en Nápoles: «Os digo con toda solemnidad: o se nos entrega el Gobierno o lo tomaremos marchando sobre Roma». Y las 40.000 bocas presentes gritaron: «¡A Roma, a Roma!». Aquella amenaza era el pistoletazo de salida para la multitudinaria marcha que cayó sobre la capital italiana, hace ahora 90 años, arrebatando el poder al Parlamento e inaugurando el primer régimen fascista de Europa, que inspiraría poco después a Hitler y a Franco.

Esa marcha sobre Roma de los camisas negras italianos fue tan solo una pantomima, ya que, según historiadores, Mussolini tenía el poder garantizado. Es decir, la Marcha sobre Roma fue más bien, un aviso violento para el antifascismo. El Gobierno italiano con solo haber sacado al ejército,  a la calle -lo que hubiese sido su deber,-, hubiera hecho correr como ratas a las milicias fascistas.

Seguimos leyendo el ABC:

Decenas de miles de camisas negras –como se conocía a los militantes fascistas voluntarios utilizados por Mussolini para sembrar el terror– se lanzaron a la carretera armados con palos, barras de hierro, armas caseras y algunas pistolas. Llenaron trenes, coches y camiones, y muchos de ellos fueron a pie.

Es curioso, 40.000 hombres mal armados derrocaron un gobierno y en España, en la revolución de octubre, un importante número de izquierdistas no consiguieron acabar con la tiranía de los gobiernos de derechas. Y no lo consiguieron debido a que el Gobierno conservador de la II República sacó al ejército provocando una mini-guerra que duró 15 días. Italia se vendió al fascismo.

Ni que decir tiene que los manifestantes de "la marcha sobre Madrid", son ciudadanos pacíficos que no van armados con palos, barras de hierro, armas caseras y algunas pistolas. La manifestación de este sábado entra en el juego democrático. Manifestarse, pacíficamente, está recogido en la Constitución, no en vano las marchas "pro-vida" son toleradas por la misma razón que es tolerada la manifestación de hoy.

Sabemos que a la derecha solo le gustan las manifestaciones a las que acuden los obispos. Esas son "marchas", si, pero "marchas" de las buenas; las que organiza Podemos son "marchas" para derrocar al gobierno violentamente (¿?). (¡!).

Bueno, pues entonces, cuando acabe la jornada un acobardado Mariano Rajoy (preso del miedo que le infundieron los camisas moradas de Podemos, que iban armados con palos, barras de hierro, armas caseras y algunas pistolas) le entregará las llaves del Gobierno al "coletas", que en connivencia con Syriza proyectaran un plan para -como Hitler- adueñarse del mundo.

Esperanza Aguirre tiene la desafortunada ocurrencia de comparar una manifestación pacífica  y democrática con una manifestación FASCISTA -dándole una patada a todos los manuales de historia- y tardan dos minutos y medio en salir a reafirmar la inconsistencia argumental de la lideresa. El periodismo español está alcanzando una bajeza solo alcanzada durante la dictadura franquista, porque manda "bemoles", que un declarado admirador de José Antonio Primo de Rivera diga que "Aunque sus potenciales votantes y seguidores crean que Pablo Iglesias es una suerte de Adán surgido de la anárquica indignación que, el 15-M acampó en la Puerta del Sol de Madrid, lo cierto es que su discurso, su táctica y su estrategia huelen a naftalina. Toda su retórica y sus movimientos nacen de los viejos totalitarismos de principios del siglo pasado cocinados en la lumbre de la lucha de clases". Curioso, un declarado admirador de José Antonio Primo de Rivera, achacándole totalitarismos y "olor a naftalina" a los demás. Cuando en un debate en Intereconomía. Pablo Iglesias llamó falangista a Eduardo García Serrano este le contesto : "Camarada es una palabra preciosa". A fin de cuentas la naftalina no huele tan mal, peor es esa fragancia a tocino rancio que van dejando los "camaradas" de José Antonio, allá por donde van dejando su rastro.

Y es una vergüenza para todo el periodismo, supuestamente serio, que portadas como está aparezcan en la cabecera de una web digital: