Religiosos votando en 1936 |
Las creencias religiosas de cada cual no afectan para nada en el prójimo si estas se mantienen donde deben estar, en el ámbito privado. Sí estas traspasan ese espacio privado las creencias religiosas se socializan y adquieren ámbito político, no en vano el Partido Popular rechazó retirar la palabra cristiano de su definición como partido.
A partir de este momento la CEDA se convirtió en la principal defensora de los intereses de las patronales agrarias, mientras la ninoría agraria, presidida por Martínez de Velasco, con sus veintinueve diputados, se veía desplazada hacia posiciones más centristas en el terreno político y social. Una de las razones principales de esta derrota fue el control que ejercía la CEDA sobre la Confederación Nacional Católico-Agraria, que, aunque formada principalmente por campesinos pequeños y medios de la región castellana, se encontraba subordinada a los intereses políticos y económicos de los grandes propietarios agrarios.Una vez que la religión pretende influir en el ámbito social, esta se convierte en enemigo o aliado político y cómo tal es tratado. Solo así se explica el anticlrericalismo español. Un anticlericalismo que viene de lejos y que en algunas capas sociales aún en la actualidad se mantiene.
Declaraciones como la de Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano ante el sí al matrimonio homosexual en el referéndum irlandés dan fe de que la Iglesia católica poco ha cambiado: “No solo se puede hablar de una derrota de los principios cristianos, sino de una derrota de la humanidad”. Lamentables declaraciones de un mandamás católico apostólico y románico, que aleja, aún más a los que están lejos de compartir ciertos ideales de tanto conservadurismo clerical.
Que se rece a la Virgen de la Soledad o al Cristo de las Angustias; que se crea que Dios creó el Mundo en 7 días y que la mujer se formó a partir de una costilla del varón, puede crear debate científico, un debate estéril porque en contra de la fe no se puede discutir, pero que la Iglesia pretenda influir en las leyes de los países e imponer su doctrina moralista crea debate político, un debate mucho más desagradable. Después, si las revoluciones estallan las posiciones están bien demarcadas, tanto la de los anticlericales como la de los clericales. A los anticlericales se les perseguirá por un motivo y a los clericales por otro, pero siempre el motivo será político. La izquierda durante la II República se opuso al voto femenino porque decían que la mujer podría ser influida por la Iglesia para que votase a las derechas.
La persecución religiosa durante la Guerra Civil fue por motivos políticos y no por motivos de fe. El anarcosindicalista García Oliver explicó que los terroristas de la CNT asesinaron al cardenal Soldevila por su confabulación con el pistolerismo blanco. El cardenal había sido acusado reiteradamente de ser uno de los principales valedores del pistolerismo patronal. Fuera o no cierto se le señalaba por motivos políticos y no por que creyera en Dios.
Ni todos los campesinos asesinados por el fascismo español eran peligrosos revolucionarios bolcheviques; ni mucho menos, todos los clérigos asesinados eran peligrosos derechistas. Pero llevar sotana equivalía haber votado a las derechas y por lo tanto sospechoso de estar con los golpistas, y creer en la reforma agraria significaba ser un peligroso rojo.
Sí pudiéramos saber la opinión del asesinado, muy probablemente a este le importaría muy poco el motivo por el que le habían quitado la vida. Lo que a éste le preocuparía es el asesinato en sí. Y un crimen es execrable tanto si se produce por haber votado al Frente Popular o por vestir con sotana. No hay diferencias y los dos motivos son igual de asquerosos.
Pero la Guerra Civil fue una guerra de ideales y no de creencias religiosas. Lamentablemente la Iglesia estaba con la derecha y esto era así antes ya de la II República. Con la llegada del republicanismo esto no cambió.
Si todavía se sigue debatiendo sobre este tema es porque la propia iglesia se ha encargado de ello. Antonio Montero Moreno - es un sacerdote católico y periodista, obispo de Badajoz y arzobispo de Mérida-Badajoz retirado en 2004- escribió sobre el tema, siendo su obra, principal referencia del victimismo clerical , también con la llegada de nuevos papas católicos se empezaron a producir las beatificaciones de los "mártires" por el odio a a la fe durante la Guerra Civil.
La Iglesia se equivoca y, en nuestra opinión, se equivoca quien ve en la Guerra Civil una persecución a las sotanas tan solo porque decían misa. No vamos a negar que la muerte de 7.000 clérigos es un hecho lamentable, pero no es menos lamentable el asesinato de muchos más de 7.000 campesinos andaluces y extremeños -o de cualquier otra región- por que votaban al Frente Popular o por ser del PSOE o de la CNT.
No nos olvidemos de una cosa, los curas también votaban durante la II República.
Fotografía de las elecciones de 1936 por Agsutín Centelles |
ResponderEliminarEs una gran falsedad decir que la Iglesia en España ha sido siempre uno de los principales aliados del poder económico y un poder económico en sí misma. Más bien ha sido víctima, pensemos sólo en el expolio que la burguesía española hizo con los bienes eclesiásticos desamortizados por Mendizábal. Un claro ejemplo de “robar a los pobres para repartírselo entre los ricos”.
“Viendo el estilo general de las últimas publicaciones, uno podría pensar que el clero de Francia es una especie de monstruos, una horrible composición de superstición, ignorancia, pereza, fraude, avaricia y tiranía. ¿Pero, es cierto esto?… no escucho con mucha credibilidad a quien habla del mal de aquellos a quienes van a saquear. Sospecho, en cambio, que los vicios a los que se refieren son fingidos o exagerados cuando se busca solo provecho en el castigo que planean.”
Reflexiones sobre la Revolución en Francia Edmund Burke
Poner distancia entre la Internacional Vaticanista y el Estado español es una de las asignaturas pendientes más destacadas que nos falta para gozar de una verdadera DEMOCRACIA.
ResponderEliminarLa Internacional Vaticanista es un súper-partido de extrema derecha muy poderoso, que impregna de sus aromas y colores a todo lo que toca.
Ellos son más listos que el hambre y saben mejor que yo lo importante que es estar incrustados en todos los entresijos y entretelas del Estado; chupando de las mamandurrias dispuestas al efecto; no soltando las garras del adoctrinamiento escolar de los niños y jóvenes de las escuelas públicas; y etcétera, etcétera, etcétera...
Estoy muy de acuerdo con tu artículo y en materia de ateísmo y descreimiento sobre esos hipócritas de profesión, estoy muy en sintonía contigo, amigo Tony.
Saludos,
La desamortización de Mendizabal se produjo porque el estado necesitaba dinero y tiró de donde había mucho.
ResponderEliminarUn saludo a nuestro amigo Jesús Herrera.
Sustituyase "judios" por "curas" : A fines del siglo XIX la pequeña burguesía alemana y sus expresiones radicales de izquierda desarrollaron un discurso de creciente antisemitismo. En el partido socialdemócrata alemán, vinculado con la Asociación Internacional de Trabajadores (la Primera Internacional fundada por Karl Marx en Londres), hubo quienes consintieron esa floración perversa. La veían como una puerta lateral de acceso al anticapitalismo. La clase obrera comenzaría por dispararles a los judíos y cuando levantara la mira descubriría detrás a la burguesía. El fundador del partido socialdemócrata alemán y líder obrero August Bebel objetó la condescendencia con el antisemitismo y lo caracterizó como “el socialismo de los imbéciles”, porque desviaba la atención popular de los enemigos de clase, era políticamente erróneo y moralmente reprobable.
ResponderEliminarhttp://www.pagina12.com.ar/2001/01-10/01-10-28/pag15.htm