Mucho se ha dicho y escrito sobre la matanza que perpetraron las huestes fascistas cuando partieron del norte de África con destino a Madrid. Varias columnas, de exmilitares fuera de la ley dejaron un reguero de muerte y destrucción en su marcha para destruir a la II República y con ella a toda la izquierda. Ya lo intentaron descaradamente en el 32 con Sanjurjo y volvieron a la tarea en el 36, después de que el Frente Popular desbancará a las derechas fascistizadas.
La matanza de Badajoz fue tan criticable como la matanza ocurrida en Paracuellos y Torrejón de Ardoz. Paracuellos se reconoce no se discute: la matanza de Badajoz se niega o se minimiza. Pesudohistoriadores con muy pocos escrúpulos llevan años en la tarea de limpiar el expediente de Yagüe, un militar fascista (pertenecía a Falange) que perdió la condición de militar al adherirse al asalto de la II República.
Falsos historiadores e historiadores en descrédito profesional y moral (Payne, Togores, Palcios...), siguen con ese pseudorevisionismo que no es otra cosa que seguir erre que erre advirtiendo que la II República y la izquierda -TODA ELLA ROJA Y BOLCHEVIQUE AL SERVICIO DE LA URSS- fue la responsable de la Guerra Civil.
La II República nació herida de muerte, pero se pudo haber salvado si quien tenía que velar por su seguridad (el Ejército y la Guardia Civil), se hubieran mantenido defendiendo la legalidad, tal y como lo hicieron durante la revolución de Asturias.
Las huelgas -salvajes en algunos casos-, los magnicidios, la quema de edificios religiosos y hasta el asesinato de un importante religioso ya se dieron durante la Monarquía de Alfonso XIII. Ningún militar se propuso desterrar al rey. Él siguió con su regencia, incluso hasta en la dictadura del general Primo de Rivera. Claro que, Alfonso XIII no era un "sucio" rojo que seguía doctrinas extranjerizantes. Pero eso sí, España no era un dechado de virtudes.
La nefasta gestión del monarca hizo que hasta sus propios seguidores lo dejaran solo. De ahí su exilio El rey sefue pero no por peligro de una Guerra Civil (nadie estaba dispuesto a entregar armas al pueblo, y el Ejército, la mayor parte de él, no estaba por la labor de salir de los cuarteles cómo ocurriría en julio de 36).
La ausencia del monarca nos trajo una esperanzadora República, burguesa y no revolucionaria en el más sentido estricto de la palabra, porque si fue una revolución: pacífica y elegante. La izquierda produjo problemas, la derecha no fue menos, y quien tenía que haber sido el protector del régimen se convirtió en su verdugo.
El Golpe falló y triunfó. Allí donde triunfó se impuso el totalitarismo a base de asesinatos -allí solo asesinó el fascismo-. Allí donde fracasó, estalló -lo que se quería evitar- la revolución. En estos lugares los asesinatos primero los producía la "profiláctica" revolución, y después la "regeneradora" contra revolución era la encargada de exterminar a sus enemigos, cuando lograba, con la ayuda nazi y fascista, imponer su orden.
Badajoz gracias a la izquierda y a los militares -no todos- se mantuvo fiel a la II República. La revolución no fue todo lo libre que hubiese deseado en la ciudad de Ibn Marwan, y tan solo se llevó la vida de 11 inocentes por delante. Cuando la contra revolución se hizo con los resortes del poder, las instrucciones del general Mola se siguieron con total pulcritud. El exterminio de la izquierda se hizo sin miramientos. Militares de alta graduación, carabineros, alcaldes, concejales e izquierdistas de distinta significación perdieron la vida en la plaza de toros, en los cuarteles, por las calles y en las tapias del cementerio.
Cuando Neves entró en Badajoz aquella calurosa mañana del 15 de agosto algún militar, no sabemos si orgulloso u horrorizado, le confesó que se había acabado con la vida de 2.000 personas. Desde el 15 de agosto no se dejó de matar.
No hay datos oficiales, cómo es lógico, de cuantas personas murieron en Badajoz durante aquel agosto del 36, pero hasta la prensa portuguesa (en un principio, después lo negaría), no dudaba en dar cifras muy altas del número de óbitos producidos por las huestes de Yagüe.
Un amigo de este blog, historiador profesional, dará una conferencia sobre la matanza de Badajoz, y me ha confesado que algunos datos sobre dicha masacre las ha tomado de este blog. Le agradecemos que se tome la molestia de leer la sufrida prosa de un servidor:
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