Jamás me he leído un libro de Arturo Pérez (me da pereza escribir Reverte), ni lo pienso hacer. Sé que ha sido número 1 en ventas y que ha ganado una ingente cantidad de dinero, pero esto me da que pensar: los españoles nos fascinamos con la mediocridad y los que más venden, no suelen ser precisamente los mejores. Es decir, subimos la basura a los altares de la literatura. No sé si es el caso de Arturo Pérez, pero para el asunto que nos concierne si Arturo Pérez, es o no, un gran literato carece de importancia. El comentario viene porque este escritor es muy popular y crea opinión.
Que Arturo es un machista redomado lo veníamos atisbando desde hace tiempo.
Cuando Miguel Ángel Moratinos, Ministro de Asuntos Exteriores, abandonó su cargo y no pudo contener sus lágrimas, Pérez-Reverte escribió en Twitter: “Ni para irse tuvo huevos”. Después añadió que era una “nenaza”. Algunos le acusaron de machismo, pero el plumífero se ofendió, pues ya había demostrado en su artículo “Mujeres como las de antes” (El Semanal, 27-07-07) su profundo respeto al género femenino: “Muchas veces he dicho que apenas quedan mujeres como las de antes. Ni en el cine, ni fuera de él. Y me refiero a mujeres de esas que pisaban fuerte y sentías temblar el suelo a su paso. Mujeres de bandera”. Después de estas palabras dignas de un falangista nostálgico, Pérez-Reverte evocaba su encuentro con “una torda espectacular” en el vestíbulo del Hotel Palace, mientras departía con Javier Marías, triste imitador de James Joyce y Laurence Sterne. Es evidente que Pérez-Reverte contempla a las mujeres con la perspectiva de un jinete, hambriento de una buena cabalgada. A fin de cuentas, “las mujeres de antes” sabían cuál era su papel: ocuparse de las labores domésticas y ser el descanso del guerrero. Pérez-Reverte reconoce que aulló con Javier Marías cuando surgió el nombre de Sophia Loren. (Rafael Narbona).El protagonismo lo ha vuelto a conseguir en las redes sociales: "Así se vuelve patriota cualquiera", decía Arturo Pérez usando la frase como pie de foto donde aparece una miss jurando bandera. No sería de extrañar que el escritor se volviese catalanista si fuese una estelada la bandera de la foto; republicano si la bandera fuese tricolor; o hasta comunista si fuese una bandera roja la que la chica honra con sus labios. Reverte tiene 63 años y la mujer de la foto apenas 22 y se llama Desiré Cordero, es candidata a miss universo y fue novia del hijo de Fernando Hierro. Reverte bien podría se su padre y si me apura, por unos anitos más, casi su abuelo. En un hombre patrio esto tendría que ser amoral y decadente ¡no?, pero cuando la bragueta está de por medio nos olvidamos de las esencias patrias rápidamente. ¡Qué se lo pregunten a Sostres o a Dragó!
Como dije antes los personajes populares crean opinión, y en FaceBook no han tardado en salir otros carcas a seguir el ejemplo de Reverte:
Es penoso querer crear "marca" España con tan solo una cara bonita, pero esto es España queridos amigos. La "marca" España la creamos a base de futbolistas, tenistas y en general de caras bonitas. España fue famosa por un tiempo porqué ganaba mundiales de fútbol, exportaba jugadores de basket a los EEUU y ganaba carreras en la Formula 1 . Todo eso está muy bien pero hace falta algo más que novelistas de medio pelo -por muchos libros que vendan-, deportistas o misses que hacen las delicias de los carcas machistas. Hace falta masa gris: y esa masa se está yendo de España por falta de oportunidades. Esa es la verdadera marca de EspaÑa.
La verdadera marca España son nombres como Caramuel (el hombre más sabio de su tiempo), Blas de Lezo, Jerónimo de Ayanz y Beaumont...y no famosas analfabetas y futbolistas "huelguistas" qué no quieren pagar impuestos : Jerónimo de Ayanz y Beaumont. Inventor y hombre polifacético del Siglo de Oro
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