Un personaje como Ricardo de la Cierva deja poca dudas sobre su adscripción ideológica: Franquista sin ambages. Los aperturistas del franquismo tuvieron que aceptar la democracia sino querían quedarse en el lado oscuro de la luna. Ayer apoyaban una dictadura, hoy se auto definían como liberales. Don Ricardo de la Cierva y Hoces hizo carrera en el tardofranquismo defendiendo la historiografía de los Salas Larrazábal, Manuel Aznar, Arrarás y un largo etc.
Ricardo de la Cierva a pesar de haber calificado de error el nombramiento de Adolfo Suárez (¡Qué error, qué inmenso error! El País 8/7/1976) más tarde fue nombrado Ministro de Cultura en el Gobierno de Suárez. El prohombre franquista sabía medrar. Según Gregorio Morán:
No fue un franquista al uso, complaciente y baboso, sino un perillán dispuesto a sacarle los dineros al régimen, y a quien se pusiera delante, de la manera más descarada. Así, por ejemplo, es el único caso en la historia editorial de Occidente que firmará un contrato según el cual cobraba en función de lo que se imprimía, no de lo que se vendía. Como daba la feliz casualidad que el libro se titulaba Francisco Franco. Un siglo de España (1972-1973), dos volúmenes, profusamente ilustrados y con tapas en piel, el beneficio no tiene precedentes en el mundo editorial español.
Conseguida ya la fortuna se coloca bajo el palio político de Pío Cabanillas en el Ministerio de Información y Turismo como director general del Libro –¡qué no sabría él del libro!”–, tapadera de la vieja censura. De él es esta perla del año 1974: “Había quien decía que cuando oía la palabra intelectual echaba mano de la pistola, nosotros cuando oímos la palabra intelectual echamos mano al corazón”.
Sigue Barbadillo:
Como investigador, uno de sus grandes libros, 1939. Agonía y victoria, sobre los tres últimos meses de la Guerra Civil, recibió el premio Espejo de España en 1989. El político socialista Enrique Múgica y el historiador democristiano Javier Tusell abandonaron el jurado del premio y acusaron al libro de "neofascista"… únicamente por reproducir las Actas de la Junta de Defensa del coronel Casado y del socialista Besteiro. Una vez establecido el consenso académico, las partidas de apaches corren detrás de los que lo niegan dando gritos y agitando las lanzas.Que España siempre ha sido suave y condescendiente con el franquismo es una evidencia, y el premio que le concedieron a don Ricardo es buena prueba de ello, por eso Javier Tusell un historiador de DERECHAS y liberal se opuso rotundamente a aquella fascistada. Tusell se oponía al premio por que "tergiversa la historia de la Guerra Civil, y sobre todo", afirmaba rotundamente Tusell, porque es "un libro rematádamente malo". Para Gregorio Morán el premio fue un regalo del "viejo" Lara:
Los agradecimientos del viejo Lara (Editorial Planeta) no podían dejar al pairo a un hombre que quería seguir como supremo ganador en el mundo de las letras… de cambio. Y así le dieron un premio Espejo de España que provocó, por primera vez en la historia de tan venal galardón, que dos miembros del jurado, muy distintos –Enrique Múgica y Javier Tusell–, escandalizados ante la fascistada del tal De la Cierva, premiado, abandonaran el jurado.
De la Cierva murió obsesionado con el marxismo y con la masonería. Prosigue Barbadillo:
Su gran servicio a la Iglesia católica fueron los libros en los que desenmascaró la Teología de la Liberación como un movimiento marxista que buscaba destruir la fe de Cristo, cuando se difundía en la televisión pública y en muchos colegios y púlpitos religiosos. Los dos más resonantes fueron Jesuitas, Iglesia y marxismo: la teología de la liberación desenmascarada (1986) y Oscura rebelión en la iglesia: jesuitas, teología de la liberación, la armelitas, marianistas y socialistas (1987). Estoy seguro de que Dios se lo habrá recompensado.El marxismo jamás estuvo interesado en ningún tipo de catolicismo por muy avanzado que este hubiese sido; la Teología de la Liberación podría molestar, y de hecho molestaba, a la Iglesia de Franco, es decir, al integrismo católico. A los que gritaban ¡Tarancón al paredón!
Las citas sobre Gregorio Morán están obtenidas del artículo "El matarife de la historia", La Vanguardia.
Saludos, Perreo.
ResponderEliminarHombre Orbe, te he pedido amistad por FaceBook.
ResponderEliminarVoy a aceptártela, que no lo abro mucho.
EliminarQué, todo bien?
Bueno, como se suele decir, tirando.
Eliminar