Ya está a la venta una investigación del historiador de las FAES, Manuel Álvarez Tardío, sobre las elecciones de 1936. No lo hemos leído y nos reservaremos la opinión, como es lógico. Según esta investigación el Frente Popular consiguió 50 escaños fraudulentamente. Los autores del libro afirman que se trata de un fraude localizado y no de un pucherazo, tal y como están rotulando medios filofranquistas. Según Álvarez Tardío, las elecciones fueron limpias: el fraude se realizó en varias provincias a la hora de recontar los votos. Nos reservamos la opinión hasta que no tengamos más elementos de contraste.
La reacción a este libro está siendo lamentable entre la opinión de ciertos historiadores y simples aficionados, como es el caso de Moisés Domínguez. Este autor dice que si los golpistas fascistas no hubieran dado el paso que dieron: "La izquierda hubiera dado un golpe de Estado para implantar la dictadura del proletariado soviético-española", en consonancia con lo que afirma Cesar Vidal: “la Guerra Civil pudo haberse evitado incluso después del pucherazo si el Frente Popular no hubiera decidido ir, en palabras del socialista Largo Caballero, hacia la dictadura del proletariado“. Da la casualidad que, como se demostró en el 34, La izquierda no tenía apoyos dentro del Éjercito para derrotar a la derecha vía insurreccional. Los militares de izquierdas demostraron no ser tan fanáticos como sus compañeros de la ultraderecha. El eterno filofranquista, Pío Moa, sigue en sus trece: "El Alzamiento fue perfectamente justificable y justificado". Alfonso Bullón de Mendoza (CEU) opina que el Gobierno de Azaña era ilegítimo porque no logra poner orden: "A los militares lo que les mueve a la sublevación es el desorden porque el resultado de las elecciones fue aceptado por las fuerzas políticas de la época“. Esto concuerda más o menos con la opinión de Javier Cervera: “Mola y Franco desconocían lo que ahora sabemos” y agrega "En aquel momento el Golpe era ilegal, aunque para los sublevados fuera lícito". El historiador metafranquista Fernando Paz, afirma que “La izquierda hizo todo lo posible por provocar esa sublevación”; y Luis E. Togores (CEU) no nos sorprende nada con sus comentarios: "Los militares se alzaron por la violencia en las calles y el asesinato de Calvo Sotelo".
En fin, esta es la opinión, de la historiógrafos más a la derecha de la derecha, que no tienen reparos, incluso, en justificar el Golpe de Estado con el asesinato de Calvo Sotelo. No hay pruebas de que la izquierda estuviese preparando una insurrección armada, los papeles que indicaron esa circunstancia se deben a una falsificación que ya ha sido debidamente estudiada, no obstante, Moisés Domínguez sigue afirmando que la izquierda preparaba una dictadura bolchevique a la española mediante un golpe de Estado. La violencia no solo la provocaban las izquierdas, como está más que comprobado, y gran parte de esas víctimas durante las primavera del 36 la provocaban las fuerzas del orden y, las víctimas, las ponían las izquierdas, O lo que viene a ser lo mismo, el Gobierno de Azaña no se mantenía impasible a la hora de poner orden. El problema estribaba en que la Guardia Civil era de gatillo flojo.
Para César Vidal, y para la FNFF, este libro pone en cuestionamiento la Ley 52/2007: "El libro sobre el fraude del 36 deslegitima la ley de Memoria Histórica". ¿No hubo entonces guerra, represión organizada, victoria fascista (con ayuda de Hilter y Musolinni) y cuarenta años de dictadura?
La opinión de Julián Casanova difiere bastante de la opinión de los historiadores negacionistas:
Me preguntan muchos mi opinión sobre el libro "1936. Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular", de Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García . No lo he leído todavía, pero no me sorprenden las lecturas políticas que se hacen por quienes tampoco lo han leído ni lo leerán. Les vale con el mensaje.
Hace poco me preguntó un periodista. Le dije que no lo había leído, que no me gustaba opinar sobre lo que todavía no conozco. Dio igual. Al día siguiente aparecía mi opinión junto a un ramillete de afamados historiadores -César Vidal, Pío Moa, Togores...
No insistan. Ningún libro, con mucha o poca investigación, va a poder demostrar que la guerra civil comenzó en octubre de 1934 y que el fraude electoral de febrero de 1936 legitima el golpe de Estado de julio de 1936. La suma de historietas y propaganda no es igual a historia.
Bastantes curas se metían a fondo en esta vorágine, exterminadora, e informaban de asuntos que no le concernían, excediéndose de su materia religiosa. Don José Armario, párroco de Morón de la Frontera, busco chismes para informar así de un acusado: "... debidamente informado puedo decir a V. que pedro García Flores (a) "el Carabinero", de oficio metalúrgico, fue miembro destacado y propagandista de la C.N.T. en esta ciudad, que fabricó bombas y arrojó contra el Cuartel de la Guardia Civil e intervino en el asalto al mismo... 26 de agosto de 1939. año de la Victoria". Estas acusaciones eran totalmente falsas. Este hombre se marchó de Ronda en los días del Golpe, sin más historias. Los curas y el 8º mandamiento ("No levantarás falsos testimonios ni mentiras"). Hablar del 5º en aquella orgía de sangre era un sarcasmo. (pag. 229)
Baste un pequeño texto de la obra de Francisco Moreno Gómez para constatar la necesidad de la Ley de Zapatero. Ley que necesita ser mejorada.
Las pérdidas en Badajoz
ResponderEliminarBadajoz, agosto 16 (United Press). Los comunistas que defendían la ciudad de Badajoz, ahora en poder de los rebeldes, perdieron QUINIENTOS HOMBRE,incluyendo los que fueron ejecutados por órdenes de las autoridades militares que controlan la plaza; estos datos han sido dados por el COMANDANTE CASTEJÓN jefe de las tropas que combatieron más encarnizadamente por la posesión de la ciudad ya que están formadas por seiscientos soldados regulares de Marruecos. El corresponsal de la United Press tenía verdadero deseo de comprobar el número de bajas sufridas por los rojos y de manera especial verificar el número de las ejecuciones ordenadas por los jefes de las tropas de ocupación. En toda la región circularon rumores según los cuales los rebeldes impusieron la pena de muerte a dos mil personas combatientes y no combatientes en esta ciudad y este número tan elevado necesitaba una ratificación o una enmienda. Asi fue como hizo una pregunta al comandante de la plaza, coronel Yague el cual respondió: "No fueron tantos"
Diario EL TIEMPO 17 de Agosto de 1936 pg 7
Para información de los pacientes lectores de este blog. Esta crónica no aparece en el famoso libro que mencionan.
Mira que fidedigno era el corresponsal de la United Press:
ResponderEliminar"...También hay otro hecho que indica la rápida vuelta a la normalidad. Las pocas iglesias que no han sido arrasadas completamente por los rojos con dinamita, están llenas de fieles, que agradecen al Cielo haber salvado la vida..." Il Messagero 18 de agosto
En Badajoz no se destruyó niguna iglesia. si exceptuamos la Catedral pacense que sufrió grandes daños por la artillería fascista
Diario de Lisboa, 20 de agosto:
ResponderEliminar-Entre asesinados, muertos durante el ataque y fusilados, ¿cuántas víctimas se registraron en la ciudad?
-Hasta ahora, unos mil quinientos. Están, aún, presos unos 300...
Tampoco he leído el libro de Tardio, pero para llegar a esa conclusión, que no hubo "fraude" electoral... esto ya lo había afirmado Xavier Tusell , hace muchos años en un estudio pionero.
ResponderEliminarAl final , esto no es más que un ejercicio de puro "Formalismo democrático" si atender a las condiciones reales(es decir la economía política nacional e internacional) en la que se cimenta este "juego democrático" , de a ver quién es más limpiamente"democráta".
Los neofranquistas también juegan al "juego democrático" simplemente para legitimar el golpe .
La cruda realidad es que más allá de estos "florilegios democráticos" ó no democráticos, el hecho es que Franco ganó la guerra gracias al apoyo total de la "economía política" fascistohitleriana en coalescencia con la bancocracia liberal("los apaciguadores").
Saludos.