El esperpento nacional. Cruces, fascistas y tribunales superiores

Cinco horas después (a las 11.:30) de que los funcionarios retirasen la ignominiosa cruz de los caídos de Callosa del Segura, el Ayuntamiento recibía una orden del TSJ de Valencia para  "el cese inmediato de la ejecución de los trabajos de destrucción/retirada de la Cruz y pedestal, y/o su traslado a cualquier lugar" de la cruz de los caídos de Callosa del Segura..."

El Ayuntamiento tenía el visto bueno de La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte que a través de Carmen Amoraga había indicado que: "tanto los informes de patrimonio y justicia como la de la Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de la Comunitat Valenciana avalan la retirada de la Cruz de los Caídos, que además es un elemento disonante e impropio en el entorno del BIC (Bien de Interés Cultural) de la iglesia".

También un juzgado había dado el visto bueno a la retirada de la cruz.

 El juzgado de lo contencioso número de 1 de Elche ha desestimado un recurso presentado en su día por el ex alcalde del PP, Javier Pérez, y ha dado la razón al Ayuntamiento de Callosa de Segura (gobernado por PSPV, Esquerra Unida y Somos Callosa) en su propósito, aprobado por el pleno, de retirar la Cruz de la Caídos que está ubicado en la plaza del consistorio, en frente de la iglesia. El juez basa su argumento para desestimar la pretensión del PP, que pretendía paralizar la medida, en que la plaza es pública, titularidad del ayuntamiento; que no se trata de un símbolo religioso, sino que se erigió para conmemorar una sublevación militar y que la decisión del pleno de la corporación está amparada por la Ley 52/2007 de 26 de diciembre, por la se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura y por tanto, se entiende que el acto recurrido se ajusta a lo dispuesto en la norma alicanteplaza...

Gabriela Bravo, consellera de Justicia, no comparte esa decisión judicial. Al contrario, defiende la actuación del Ayuntamiento de la localidad alicantina en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica. Es más, afirma que esa cruz cumple con todos los requisitos para su retirada. Fue levantada en honor a José Antonio y allí los falangistas le han rendido homenaje año tras año. Para Gabriela Bravo lo ocurrido es un "espectáculo lamentable". La Ley de la Memoria Histórica, explica la consellera, ordena la retirada de cualquier vestigio franquista. Y recuerda que la Cruz se encontraba en una zona que es Bien de Interés Cultural (BIC) y que también Cultura había instado su retirada.

Según la consellera en Callosa se está dando "un espectáculo lamentable" y ha defendido que "a nadie le cabe ningún tipo de duda de que es un elemento en los términos que describe la Ley y que ordena su retirada a quien sea competente". 

Hoy, La Gaceta -el diario filofranquista por excelencia- amanecia con un "especial" sobre la cruz de Callosa. la España carpetovetónica, la España profunda y garrula que nunca pasa. El catolicismo integrista que se hizo fuerte durante 40 años, gracias a Franco, jamás nos ha abandonado; sino como se come que el Gobierno de España haya enviado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos a una juez que afirma que la homosexualidad es una enfermedad:

"Numerosos estudios sobre la conducta homosexual, que como se sabe es mucho más compulsiva y lleva, a pesar de la gran necesidad afectiva de estas personas, a tener un elevado número de parejas".

"Quienes construyan y realicen su comportamiento sexual de acuerdo a su sexo biológico desarrollarán una conducta equilibrada y sana, y quienes se empeñen en ir contra su biología desarrollarán distintas patologías".