Gabriel Albiac y el Prior del Valle de los Caídos.

La persona de la izquierda es Gabriel  Albiac, un filósofo converso; y el de la derecha es el ya tristemente célebre Prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera. A este clérigo lo conocíamos desde hace años por una web sobre historia, La tribuna de la historia, en esa web han participado reconocidos reaccionarios y añejos ensotanados: 

• Ángel David Martín Rubio
• Blas Piñar
• Santiago Cabrera (el propio Prior)
• Francisco Torres García
• Fernando Diaz Villanueva
• Guillermo Rocafort
• Ignacio Armada Manrique
• Jesús Salas Larrazábal
• José Javier Esparza
• José Utrera Molina
• José Luis Orella
• José M. Manrique
• José María Zavala
• Luis E.Togores
• Luis Suárez Fernández
• Juan Velarde Fuertes
• Juan Carlos Girauta
• Alfonso Bullón Mendoza
• Vicente Alejandro Guillamón
• Sigfredo Hillers de Luque
• Ricardo de la Cierva
• Pío Moa

Menuda caverna, esto tan solo es es una lista resumen. En el siguiente enlace se puede acceder al interior de la cueva:

https://latribunadelahistoria.es/conferenciantes/

La negativa de sacar a Franco de Cuelgamuros por parte de Santiago Cabrera estaba cantada. Cualquiera que conociera su ideología podría deducir de antemano la reacción de este fraile. Pero en este artículo me quiero centrar en la persona de Grabiel Albiac.

No hace mucho, un estimado amigo me trajo a colación las opiniones de Albiac. Mi respuesta fue contundente; casi totalitaria: conozco demasiado a ese personaje como para que tú vengas ahora a convencerme de sus ideas. Y es que Albiac lleva escribiendo en Libertad Digital y participando en las tertulias de Federico Jiménez Losantos desde hace varios años, y conozco sus posturas neoliberales de sobra. Mi amigo me contestó que estaba demasiado ideologizado y que tenía que tener la mente abierta, o lo que es lo mismo, para mi amigo la opinión de Anguita está a la altura de Albiac. Conozco muy bien el neoliberalismo de primera mano. Las injusticias laborales que se producen en su nombre las he padecido en varias ocasiones. Nadie puede convencerme de lo que un servidor ha visto con sus propios ojos en amigos, familiares y en mis propias carnes.

Pillar esta idea de aquí, esta otra de allá y aquella de más allá y mezclarlas todas a la vez, puede producir un cacao mental explosivo. Esto es lo que le sucede a mucha gente, que dice ser progresista pero está en contra del impuesto del patrimonio, o el de sucesiones.

Los impuestos son la caja común con la que funciona el país. En Ecuador, Lenín Moreno le bajó varios impuestos a los más ricos y de cobrar 140.000 millones de dólares en esos impuestos ha pasado a ingresar 40.000. La consecuencia de esta desastrosa gestión neoliberal ha sido que ha tenido que pedir un préstamo al FMI, y esta institución le ha exigido ciertas medidas; como subir un 140% los combustibles. Esto encarece todo los productos.



De ahí esas protestas tan enérgicas en Ecuador. No, no me gusta el liberalismo que predica Albiac. Y esto no significa que un servidor no tenga la mente abierta, sencillamente que convencerme de ciertas bondades de las ideas que promueve la derecha, a estas alturas es algo tragicómico.

¿Qué hace Albiac al lado del integrista Santiago Cantera? Estaba participando en un ciclo de conferencias patrocinadas por el CEU, la Asociación Villacisneros y la Fundación Valores y Sociedad, tituladas la Alternativa a un Frente Popular (estos mendas no salen de la II República). Gabriel Albiac participó en el debate: La civilización cristiana frente a la dictadura del relativismo, junto al prior del Valle de los Caídos, Jaime Mayor Oreja, Santiago Cabrera y Bullón de Mendoza.




Mayor Oreja dijo en la publicidad del acto que "es tan importante, cada día más, que demos prioridad a la alternativa de las ideas". Ya no existe la ideología, sino las ideas. No se lo van a creer, pero mi amigo habla exactamente igual que Mayor Oreja. 

Yo también le doy la prioridad a la alternativa de las ideas, lamentablemente mis ideas no concuerdan con las de estos histriones.

Con esto le quiero contar a mi amigo y a tantos ambiguos que pululan estos días por la esfera pública, que el mundo se va a la mierda y no es precisamente por culpa del marxismo.