Se dice entre los neofranquistas que la Guerra Civil comenzó en el 34. Esto es una gran tontería porque después siguió gobernando la derecha, es más, el Gobierno de Lerroux no perdió el control constitucional en ningún momento. La escaramuza revolucionaria apenas duró dos semanas. La guerra empezó cuando la derecha en el 36 no logra revalidar la presidencia del Gobierno y decide que llegó la hora de acabar con toda la izquierda por la vía violenta. Después del 17/18 de julio y hasta que los frentes no se concretaran no empezaría la auténtica guerra.
Octubre del 34, lo que demostró es que si el Ejército estaba con el Gobierno ningún plan insurreccional podría salir bien. La Sanjurjada fracasa estrepitosamente, precisamente por la falta de apoyo entre los militares. Quedó claro que sin un potente apoyo del Ejército una militarada estaría condenada al fracaso.
Ángel Viñas ha demostrado que los alfonsinos estaban recaudando dinero y pertrechos para acabar con la II República. Mola y demás conspiradores tuvieron una importante ayuda civil, aparte de los monárquicos, las oligarquías financieras como fue le caso de Juan March financiaron la Guerra civil (Josep Pla estuvo recaudando dinero para los golpistas en Francia), la Falange y el carlismo fueron imprescindibles para preparar el terreno de la opinión pública: sus atentados terroristas tenían que dar la sensación de que el Gobierno había perdido el control. La prensa de derechas como El Debate o el ABC jugaron un papel clave. No es de extrañar que Unamuno en un principio apoyara a los golpistas, según el genial escritor -y mal analista- los militares vendrían a poner orden. En poco tiempo se dio cuenta de su error.
El golpe fracasó o, mejor dicho, semifuncionó, ya que no derrocaron al Gobierno enteramente formado por republicanos, pero si se hicieron con el control de media España y de lo más granado del Ejército, tanto en cuanto, los Regulares y la Legión eran las únicas fuerzas acostumbradas a guerrear, y fueron clave para hacerse con grandes porciones de terreno como Extremadura (exceptuando la Bolsa de la Serena) y gran parte de Andalucía. Sin aquella jauría de criminales, la historia habría sido otra.
Hacemos referencia a la gran matanza de Badajoz y a la Revolución de Asturias por una sencilla razón: lo que demostró Asturias es que entre las izquierdas también se encontraban terribles criminales y que el clero iba a aportar una importante cota de sangre. Los revolucionarios asesinaron a 35 religiosos que no tenían nada que ver en aquella revolución. También asesinaron a guardias civiles y demás militares que no habían tenido más remedio que rendirse. Por lo que respecta al Ejército africano mostró que su forma de hacer la guerra era la única forma que sabían de combatir al enemigo. Trasladaron la guerra de razzias del Rif a Asturias y después a gran parte de la península y sobre todo a Extremadura y Andalucía.
Algo que sabemos, es que Badajoz amaneció lleno de muertos. El neofranquismo siempre ha asegurado que esos muertos se habían producido en la batalla y en menor medida a la represión.. Leyendo el libro de Pablo Gil Vico, Verdugos de Asturias (la imagen de arriba pertenece a dicho libro), podemos tener una gran pista de porqué amaneció llena de muertos la capital pacense por gran parte de sus calles y plazas. Aparte de los consabidos fusilamientos en la plaza de toros, Plaza de la República, hoy Plaza de San Juan, el cementerio, etc, etc, Los legionarios tenían la insana costumbre de entrar en las casas a buscar víctimas propicias y rematarlas en la calle. De ahí que un periodista dijera que en la calle San Juan viera a 300 muertos. Solo hay que leer la imagen que hemos adjuntado.
Durante la Revolución de octubre del 34, los criminales de los Regulares entraron en la casa de un enterrador, le robaron el reloj y lo asesinaron junto a su hijo y junto a varias personas más. Por eso varios años después, cuando Mario Neves le preguntó a Juan Yagüe que si era cierto que se habían fusilado a 2.000 personas durante el primer día, este solo pudo contestar: "no serán tantos". Tendría que esperar el recuento de muertos para confirmarlo, pero que se estaba asesinando, de sobra lo sabía.
Juan March era el hombre más rico de España, pero por lo visto era un proscrito entre la oligarquía española por sus orígenes humildes, el ser un nuevo rico y su nefando origen de su inmensa fortuna en el contrabando: March financió el Alzamiento, también financió años antes el PSOE...era un hombre de centro y centrado...en sus negocios.
ResponderEliminarAmigo Juan perdona por cambiar un poco de tema, como sabes las atricidades de la represión en Asturias fueron muy difundias por el socialista y masón Vidarte por eso me pareció muy interesante este enlace : Masonería y fascismo en Italia (1917-1943) En esta conferencia se aborda la relación entre masonería y fascismo en Italia entre 1917 y 1943. Esta relación fue y es tratada hasta el momento de forma general entre mitos y leyendas, restableciendo en esta ocasión, los principales hitos de su historia. ¿Masonería y fascismo, incompatibles? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Para quién? Los matices son numerosos y muy importantes para comprender ese periodo, ese lugar, tanto a unos como a los otros que, en no pocas ocasiones, compartieron los mismos nombres y apellidos. Mussolini navegó en aguas turbulentas aprovechándose de las fuerzas de las mismas según le convenía. ¿Qué hizo? https://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1659-42232017000100001
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