Albert Rivera ha sido el gran fiasco político de los últimos años. De estar rozando la mieles del éxito a quedarse con tan solo 10 diputados de los 57 de los que gozaba. Se dejó por el camino 47 escaños, y no es el numero de diputados que ha perdido lo que marca el desastre, otros partidos han perdido más diputados (PSOE o PP por ejemplo. Podemos se ha quedado con la mitad más o menos), sino la inoperancia política que se obtiene al quedarse con tan solo 10 diputados.
En las elecciones de 2011, el PP de Rajoy obtuvo 186 escaños y en 2015 Rajoy perdió por el camino 63 diputados, aún así conservaba 123 escaños. No se pudo formar gobierno y fuimos a unas segundas elecciones (el no es no de Pedro Sánchez).
En las elecciones de 2016 Rajoy consiguió recuperar 14 escaños (hacían un total de 137 diputados) y el sillón de la Moncloa, esto último gracias a la colaboración del PSOE más de derechas (se las apañaron para derribar a Pedro Sánchez de la forma más torticera posible); y entonces, el no de Sánchez fue el sí de la Gestora del PSOE (ver enlace...👈). Favor que en el PP jamás devolvieron y encima se quejaron de que el PSOE pactara con los que querían romper España. Cara dura. La derecha siempre ha tenido más jeta que espalda.
En las elecciones de abril de 2019, con Casado al frente y después de la moción de censura a M.Rajoy (tras el escándalo de Bárcenas y la Gürtel), el PP se pegó otro batacazo y se quedó sin 71 escaños; nada más y nada menos que de 137 diputados pasó a 66. La hecatombe fue morrocotuda, pero aún así era la 2ª fuerza política. Aquí fue donde C's subió a sus 57 escaños y los fascistas de Vox a 24.
El PSOE ganó las elecciones ese año obteniendo 123 escaños: recuperaban 38 diputados. No se formó Gobierno de coalición porque según dijo Sánchez, podría sufrir alteraciones del sueño al pactar con Pablo Iglesias y Alberto Garzón (los comunistas) tampoco C's o PP facilitaron (como hicieron los socialistas anteriormente) que Sánchez formara Gobierno. El líder del PSOE se pensaba que diciendo tamaña estupidez -que no podría dormir-, en una segundas elecciones consolidarían su posición y le quitarían a Iglesias las ganas de formar coalición. Aquí es donde el tonto de Albert Rivera tuvo su oportunidad de oro, pudo apoyar un Gobierno del PSOE -no era la primera vez que C's y PSOE acercaban posiciones-, pero el naranjito prefirió consolidarse más a la derecha.
En las elecciones de noviembre de 2019 el PSOE volvió a ganar con 120 diputados (había perdido 3 escaños), pero su plan se fue al garete y en tiempo record no tuvo más remedio que aceptar un Gobierno con los comunistas (viva el comunismo). Total, la Dormidina obra milagros.
Ese mismo año el PP recuperaba 23 escaños, pasaba a 89 diputados; cierto es que lejos del PSOE, y a años luz de las mayorías absolutas. Los fascistas de Vox, daban el salto y se quedaban como tercera fuerza política (segunda entre la derecha). Y aquí fue donde Albert Rivera se tuvo que marchar sin pena ni gloria, aunque con mucha más pena que gloria.
Ciudadanos, en muchos aspectos nos recordaba a UPyD. Los votantes de la derecha castigaban a Rivera y premiaban al mamandurrio de Abascal ( así son los españoles de contradictorios). Los que votaron a Albert Rivera volvieron a la casa de Casado (el casado casa quiere), y los que confiaron en un principio en Pablo Casado se fueron con los fascistas. En todo este juego quien perdió fue el sr. Rivera.
Y se fue..., ahora Rivera tan solo puede decir gilipolleces por Twitter y poco más:
Es falso. El Gobierno acude cada 15 días al Congreso porque le obliga el artículo 116.2 de la Constitución, para poder prorrogar el estado de alarma, no por voluntad política. No se puede intentar engañar así a los ciudadanos. pic.twitter.com/MEK99RvdUy— Albert Rivera (@Albert_Rivera) May 2, 2020
El sr. Rivera afirma que Sánchez acude cada 15 días al congreso porque no tiene más remedio. Según él, la Constitución le obliga. Bien pudo haber decretado estados de alarmas muchos más amplios:
Según el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Murcia, Luis Gálvez Muñoz y los profesores de Derecho Constitucional María Concepción Pérez Villalobos y Joaquín Urías, las prórrogas del estado de alarma que el Gobierno solicite al Congreso de los Diputados pueden realizarse por el tiempo que el Ejecutivo considere oportuno y será la cámara baja la encargada de autorizar o no dicha prórroga. Además, en 2010 ya se produjo una prórroga del estado de alarma que se decretó entonces. (Leer más...👈).Rodríguez Zapatero el día 5 de diciembre de 2012, decretó el estado de alarma por 15 días, y lo porrogó por 30 días más.
Aunque lo que ha venido es mucho peor; Vox además de ultraneoliberal es racista, machista y xenófobo, no vamos a echar en falta al sr. Rivera. En Santiago Abascal tenemos a todo tipo de derechas concentradas en una.
La única derecha soportable, y tan solo dentro de unos límites, fue la de M.Rajoy, no por la corrupción, sino porque se asemejaba más a la derecha centrista de Alejandro Lerroux, antes de que pactara con la CEDA, claro está; aunque los chicos de Rajoy jamás llegaron a parecerse a la UCD de Suárez (don Adolfo a pesar de venir del franquismo igual que Fraga aprobó el divorcio con la ayuda del PSOE).
Rivera intentó navegar por el centro, pero la ambición le pudo más al intentar destronar al PP. Desde las RR.SS., el que quiso ser el emperador del paralelo, sigue sin ser conciliador y mostrándose como fue durante el tiempo que estuvo en política; como un cretino. Pero desde ese lugar, es un don nadie más, o incluso menos. Me recuerda al patetismo radical de Rosa Díez, mas sin llegar a los extremos populistas de esta. Aunque tiempo al tiempo
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