Fernando Paz durante una charla junto a la bandera fascista de Falange y la bandera de la España franquista |
Según informaban en la prensa, Fernando Paz tuvo que renunciar a su candidatura por el partido fascista Vox, debido a que la comunidad judia en España estaba preocupada porque un negacionista del Holocausto pudiera tener representación en el Congreso de los diputados...
...La Federación [judia] recordó que Paz “ha calificado de farsa los juicios de Núremberg a los jerarcas nazis, ha cuestionado el asesinato masivo de seis millones de judíos, ha dejado claras sus sospechas de que los judíos no murieron en las cámaras de gas sino a manos de los habitantes de Europa del Este y ha negado el origen racista del Holocausto”. El País
Si este ¿historiador? se atreve a cuestionar la Soah, como no iba a tener el desparpajo de negar la gran matanza de Badajoz. Fernando Paz en 2016 publicó en la web integrista católica, Actuall, perteneciente a Hazte Oir, un artículo en este sentido. El pasado 10 de octubre de este mismo año, la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) le ha publicado prácticamente un refrito del mismo artículo, que es un copia y pega del anterior.
Fernando Paz, no lo indica, pero el grueso de su información lo ha obtenido del libro La matanza de Badajoz ante... (F. Pilo M. Domínguez y De la Iglesia)
El sofrito de F. Paz comienza hablando de la propaganda de guerra que se realizaba en la zona republicana, y continúa con la llegada del infame Tte. coronel fascista a las murallas de Badajoz, al cual le da una importancia desmesurada: "un teniente coronel de leyenda: Juan Yagüe". Un criminal de guerra, eso si que es indudable. Cuando hablamos de que Yagüe es fascista lo decimos porque era falangista.
Acto seguido afirma que las bajas que sufrieron "fueron enormes; pero la Legión tomó Badajoz. Entraron a través de la puerta de la Trinidad, del cuartel de la Bomba y de Correos, y se desparramaron por la ciudad, combatiendo a los enemigos hasta que cesó la resistencia esa misma noche". En realidad murieron 44 soldados franquistas, de los que la mitad fueron legionarios. Se habla de que sufrieron muchas bajas porque así se justifica de alguna manera la escabechina posterior. También se argumenta que tenían órdenes de no hacer prisioneros. ¡Patrañas!
Para F. Paz, "La violencia desatada el mismo 18 de julio lo fue gracias a la estructura preexistente de los partidos revolucionarios que formaban el Frente Popular. Las detenciones arbitrarias, el secuestro y el asesinato se convirtieron en la expresión del terror rojo que dominaba la zona republicana". En realidad la alta mortandad asesina en distintas zonas de la retaguardia republicana, se produjo por el desmoronamiento de los medios coercitivos con los que contaba la República para imponer la Ley. Badajoz, una ciudad de 40.000 personas en el 36, solo registró 11 asesinatos desde el 17/18 de julio, hasta el 14 de agosto de 1936.
En la capital pacense sufrimos un amotinamiento de la Guardia civil en el Cuartel de St. Domingo, donde murieron algunos milicianos. Cuando se rindieron los guardias civiles golpistas se les respetó la vida. Tambien hubo un intento de asaltar la prisión provincial que fue neutralizado por el Ejército que se mantuvo fiel a la República (en Badajoz no triunfó el golpe de Estado).
Según F. Paz dos de los periodistas que hablaron sobre la gran matanza son mentiras, "las versiones de Jay Allen, de Whitakker (sic) o de Southworth no pasan la prueba del polígrafo histórico". En reaidad Whitaker, no dio ninguna versión, sino que en sus memorias publicadas en 1942 comentó que en una conversación -no habla ni de entrevista- le preguntaron a Yagüe que si era cierto que habían fusilado a 4.000 personas, tal y como apareció en la prensa, la contestación de Yagüe fue "Naturalmente que los hemos matado. Me dijo ¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos con mi columna, teniendo que avanzar contra reloj? ¿0 iba a dejarlos en mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez?". Para F. Paz, John T. Whitaker mentía porque el periodista norteamericano "no reveló dicha entrevista hasta 1942". Efectivamente, Whitaker llegó a España en septiembre del 36 para acompañar la columna del sanguinario Yagüe, cuando ya habían expulsado de la zona fascista a Marcel Dany, Jacques Berthet, René Brut y Jean d'Esme (René Brut estuvo 6 días en prisión), por difundir noticias que no dejaban en buen lugar a los golpistas.
Según el historiador Alberto Pena Rodriguez Jacques Berthet fue expulsado por: "difundir una noticia publicada por el Diário de Noticias en la que se hablaba de la entrega de 59 “comunistas” españoles huidos de Badajoz y encarcelados en el Cuartel de Capadores 8, en Elvas, a soldados marroquíes de las tropas de Yagüe. El telegrama de Berthet estaba basado en una fotografía de una camioneta cargada con regulares moros realizada por Ferreira da Cunha en cuyo pie se mencionaba la entrega de “comunistas” presos por los carabineros portugueses. Información que el periodista de Le Ternps y sus colegas lusos confirmaron a través del propio gobernador militar de Elvas". Era lógico que John Thompson Whitaker no pudiera hablar de todo lo que vio y escuchó mientras acompañaba a aquella camada de asesinos. Su periódico no quería perder corresponsales en el bando golpista, y además su vida podía correr un serio peligro si se iba de la lengua. Por eso no fue hasta que escribió sus memorias cuando comentó el detalle de Yagüe.
Pero Whitaker contó más cosas...
... Nunca olvidaré el momento en que presencié la ejecución en masa de los prisioneros. Me encontraba en la calle Mayor de Santa Olalla cuando llegaron siete camiones de milicianos. los hicieron bajar y los amontonaron como a un rebaño (...). Frente a los amontonados prisioneros, unos 600 hombres, unos regulares empezaban a montar sus ametralladoras. Los prisioneros lo vieron igual que los vi yo.Temblaron al unísono cuando los que estaban en primera fila, enmudecidos por el pánico, retrocedieron, pálidos y con los ojos desorbitados, aterrorizados. Whitaker, We Cannot Escape History (1942). Obtenido de El holocausto español, Paul Preston. Pág. 448.
Jay Allen no contó nada distinto de lo que había publicado la prensa, como la quema de cadáveres; la devolución de refugiados en Portugal y la rapiña de los marroquíes:
Los moros y los legionarios lo saquean todo. Pero lo más siniestro es que la «policía internacional» portuguesa está contraviniendo las normas internacionales y devolviendo a cientos de refugiados republicanos a una muerte segura bajo los pelotones de fusilamiento rebeldes.
El intento de secuestro del Sr. Granados, Gobernador Civil de Badajoz mientras estaba hospitalizado en Elvas, también fue detallado por Allen. La devolución del alcalde de Badajoz, Sinforiano Madroñero de Portugal y su posterior asesinato junto al "diputado socialista Nicolás de Pablo" tras un ceremonial militar:
Siete importantes miembros del Frente Republicano fueron fusilados al son de una banda de música y demás fanfarria, ante 3000 personas. Todo ello para probar que los generales rebeldes no fusilan sólo a obreros y campesinos; con el Frente Popular no hay favoritismos que valgan.
También mencionó el asesinato de los Hermanos Pla:
¿Qué fue de los Plá?
—Los fusilaron.
1.800 personas dice Allen que murieron en la primera matanza. ¿Invento de Allen? No, la prensa informaba de grandes bajas; desde las mil, hasta los dos mil personas: Allen apostó por las mil ochocientas. En un informe en manos del embajador español en Lisboa se relataba que las muertes alcanzaron entre las 4.000 y 4.500 personas. A Mario Neves los propios militares le dijeron que habían acabado con las vida de 2.000 rojos. Luego; más tarde, Yagüe le diría que no serían tantos.
Según United Press, un gerifalte de Yagüe confirmó desde Caia (Portugal), que habían muerto 2.000 comunistas...
Lisboa, 17 (UP). Anuncian desde Caia que un oficial de su Estado Mayor del coronel Yagües (sic), ha confirmado la muerte de dos mil comunistas en Badajoz.
Ojo con esta información que no aparece en el libro La matanza de Badajoz ante los..., son los propios militares, el día 17 desde Caia quienes confirman la matanza de "dos mil comunistas". Parece que Allen no estaba tan errado.
Dice F. Paz que "alguien como Hugh Thomas asevera que la cifra final de fusilados está más cerca de los 200 que de los 2.000 que difundió mendazmente Allen. De hecho, la estimación actual está en unos 500 muertos por todos los conceptos entre el 13 y el 18 de agosto de 1936; teniendo en cuenta que algo más de la mitad cayeron en acción de guerra, se podría establecer un número en torno al par de centenares de fusilados. Más o menos lo que calcularon los periodistas efectivamente presentes en la toma de la ciudad". Nadie nunca ha desvelado por que Hugh Thomas dice que los muertos están más cerca de 200 que de 2.000. Allen habló de 1.800, no de 2.000 (4.000 hasta la partida de Yagüe). Ningún periodista calculó que los ejecutados estuvieran en torno a los 200. Eso es una invención de F. Pilo, M. Domínguez y De la Iglesia, que afirmaron que en la entrada de los legionarios perecieron 500 personas, de los cuales murieron en la ulterior represión 250. Cifra que no argumentan como, o de donde la obtienen. Lo dicen por que sí.
Como colofón ante tanta desinformación, F.Paz escribe que "En Europa existían dos personajes, a sueldo de la Komintern, encargados de envenenar a la opinión pública mundial, que asentaban sus reales en París y Londres, respectivamente: Willy Münzenberg y Víctor Gollancz. Desde sus guaridas articulaban una vasta red de agentes, unos ideologizados y otros de alquiler, que propagaban toda suerte de rumores, mentiras y medias verdades a conveniencia de la central moscovita". No vamos a dudar en ningún momento de que en las guerras modernas la batalla de la propaganda es otra baza a jugar, pero que Willy Münzenberg estuviera detrás de toda la información sobre la matanza de Badajoz, en fechas tan tempranas, es totalmente absurdo; esto es algo que también salió de la imaginación de F. Pilo, M. Domínguez y De la Iglesia. En el libro que escribieron los tres autores así lo confirman sin presentar evidencia alguna.
Calle obispo San Juan de Ribera años 20 |
Y ya en el paroxismo de la desinformación, F. Paz constata que "[Hugh] Thomas cuestiona la fiabilidad del testimonio de Allen cuando éste narra cómo la sangre corría por los desagües de la calle de san Juan…ya que dicha calle carecía de desagües". ¿En que parte de su famoso artículo dice Allen que la sangre corría por los desagües de la Calle San Juan? En ningún lugar el periodista norteamericano dice tal cosa. La calle por donde pudo correr la sangre en realidad se llamaba C/ del Obispo San Juan de Ribera, y tenía pendiente suficiente (hubiera o no desagües) para que la sangre se desplazara cuesta abajo proveniente de los asesinatos en enfrente de la catedral de Badajoz.
Fernando Paz mezcla las churras con las merinas, se nota que ha oído campanas y no sabe donde. Hugh Thomas dijo que visitó Badajoz en los años 50 y que no vio desagüe alguno sin embargo en la fotografía que mostramos de la decada de los años 50, se observa como al final de la calle, si habían esos fantasmas desagües.
Imágenes obtenidas de la página de Facebook, Badajoz Corazón Ibérico
Otro fascista analfabeto en Vox suma sigue cobrando dinero publico riéndose de las victimas,
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