¿QUIÉN NOS LLEVÓ A LA GUERRA CIVIL? NO FUERON NI GIL ROBLES NI LARGO CABALLERO

 

El escritor Arturo Pérez-Reverte en 2017,  en la ponencia ‘Periodismos y Guerra Civil’, habló sobre la Guerra Civil española: La primera baja es la verdad. Posteriormente hubo un coloquio con el público asistente en charla con el periodista Jesús Vigorra desde el patio de la Fundación Cajasol en Sevilla dentro del ciclo Letras en Sevilla. He rescatado un pequeño fragmento del coloquio donde culpa de la Guerra Civil española a políticos como Largo Caballero, Gil Robles o Calvo Sotelo por sus discursos incendiarios para defender sus intereses partidistas. Según Pérez-Reverte, esa "pandilla de hijos de puta", "esa gentuza", estaba arrastrando a la gente a una guerra. si los militares no se hubieran alzado los anarquistas o cualquier otro grupo civil hubieran arrastrado a los españoles a la guerra entre paisanos.

El vídeo completo está en YouTube:

Pérez-Reverte comienza su charla con el prólogo de "A sangre y fuego" de Manuel Chaves Nogales, que, entre otras cuestiones, señala: "En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid como la que vertían los aviones de Franco, asesinando mujeres y niños inocentes. Y tanto o más miedo tenía a la barbarie de los moros, los bandidos del Tercio y los asesinos de la Falange, que a la de los analfabetos anarquistas o comunistas.". Leer más...👈

A pesar de la fama del señor Pérez-Reverte, este prolífico autor, que en su día fue acusado de plagio, no es un historiador, es un periodista y un novelista. Con todo mi respeto para los escritores de novela, que algunos son unos auténticos portentos, pero  para saber de la Guerra Civil hay que ir más allá de Chaves Nogales y de sus novelas con las que se buscó la vida en el exilio y más allá también de la Wikipedia . Y digo de la Wikipedia, porque uno tiene la sensación de que para escribir su libro de la Guerra Civil para niños, no salió de la famosa enciclopedia virtual.

Dice Pérez-Reverte, que solo hay que leer los titulares de la época para saber que íbamos destinado a una guerra, ya que los políticos por sus propios intereses se habían empeñado en ello. A pocos historiadores profesionales les he leído u oído tan tajante sobre la ineluctabilidad de la Guerra Civil. Pocos que hayan estudiado el tema en profundidad se atreven a decir que la guerra española era ineludible. Pero Pérez-Reverte que sabe más que nadie, con un desparpajo propio de un macarra, asegura que los "hijos de puta" y "sinvergüennzas" de los políticos hicieron que la Guerra Civil fuese el conflicto final de la política. Esto como es obvio no es verdad.

Y solo tenemos que analizar dos hechos notables: el primer golpe de Estado fue la Sanjurjada en el 32. El general Sanjurjo con la excusa de la autonomía a Cataluña (se hablaba de independentismo, cosa que no era cierta), aprovechó para intentar acabar con la II República, no olvidemos que el general Sanjurjo era monárquico. La Sanjurjada fue neutralizada por el Gobierno republicano con facilidad, ya que a Sanjurjo practicamente lo quedaron solo sus colegas militares. Se entiende que una pequeña porción del Ejército no tenía el suficiente empuje para hacer caer ningún gobierno y menos un régimen político. 

Hubo otro hecho antidemocrático y revolucionario que intentó acabar con el Gobierno radicalcedista del segundo bienio. Los socialistas habían avisado alto y claro, que si la CEDA entraba en el Gobierno de Lerroux, los obreros se encargarían de derrocar la  coalición de las derechas. Dicho y hecho, cuando entró Gil Robles en el ejecutivo se convocó una huelga revolucionaria que fue un estepitoso fracaso, y que solo fue notable en Asturias. Gil Robles no tuvo muchos problemas para neutralizar a los revolucionarios de Asturias, y en dos semanas la Legión acabó con la revuelta obrera. Los revolucionarios esperaban que los militares de izquierdas se sumaran a la revolución, pero estos se mantuvieron dentro de los cuarteles. Otra vez pudimos comprobar que sin el concurso del Ejército, en España ninguna revuelta sirvió para nada. Tan solo para polarizar a la sociedad.

Los monárquicos alfonsinos de la Sanjurjada tomaron buena nota de como había que acabar con el régimen republicano, y esto debía de ser con grandes apoyos militares. En l987 una serie de historiadores de varios perfiles ideológicos consensuaron un guión para una serie documental, España en Guerra. Participaron por la izquierda, Tuñón de Lara, Reig Tapia, Ángel Viñas o Gabriel Cardona, y por las derechas, Fernando García de Cortazar o José Manuel Cuenca Toribio. Por aquellos años, y una vez superada la transición, parecía existir cierto consenso profesional de lo que fue la Guerra Civil.

Este fragmento de un capítulo de la serie España en guerra, ya nos relataba que el golpe de Estado de 1932 (Sanjurjada), fue organizado por los grupos monárquicos alfonsinos, Renovación Española, y que tras el fracaso de la Sanjurjada, José Calvo Sotelo miró a la Italia fascista para conseguir financiación en su deseo de tumbar a la II República y organizar otra militarada mucho más efectiva.

En 2019, Ángel Viñas publicó un estudio, ¿Quén quiso la Guerra Civil?, sobre quienes fueron los responsables de la guerra:

"El golpe lo predicaron los monárquicos sobre la base de una sustancial connivencia con la potencia más próxima a las derechas radicalizadas de la época (Italia). No se trató de lanzarse a un movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado operativamente por el fascismo italiano", escribe Viñas, que ya demostró, documentos en mano, cómo los monárquicos habían decidido ya en 1935 sublevarse si las izquierdas regresaban al poder y, además, lo harían con el apoyo del régimen fascista. Público.es...👈

No fue ni largo Caballero, ni Gil Robles con sus discursos incendiarios, propios de la Europa de entreguerras, los que nos abocaron a una Guerra Civil brutal, sino que fueron los monárquicos partidarios de Alfonso XIII: Calvo Sotelo y sus comilitones fueron  los que con financiación de Mussolini intoxicaron a una gran parte del Ejército y compraron armamento de guerra para dar un golpe de Estado contra las izquierdas. Ya lo sabíamos desde los años ochenta, y nuestro admirado profesor Ángel Viñas no ha hecho otra cosa que corrobarlo en 2019. Quien no puede saberlo es Arturo Pérez-Reverte si se informa por los titulares de prensa de la época, por la Wikipedia y por las novelas de Manuel Chaves Nogales.

Existe la costumbre de culpar a los políticos de nuestras propias actitudes. Los políticos nos dividen, es una frase que se escucha últimamente, dando a entender que sin políticos viviríamos mejor. He visto grandes broncas por que un equipo de futbol le ganaba a otro; peleas increíbles por cuestiones de faldas; peleas entre familias por una jodida herencia; disputas mortales por las lindes de unas tierras; peleas de tráfico; he visto salir a hostias a dos vecinos por culpa de sus vástagos. ¿Los políticos nos dividen? Los políticos que tenemos, son los que nosotros votamos y son el reflejo de nuestras sociedades plurales. Los políticos a los que votamos también son personas. ¿Nadie lo ha notado aún? Esos políticos que dicen que nos dividen tienen los mismos defectos y virtudes que sus propios votantes. Es muy cómodo culpar a otros de nuestros comportamientos incívicos. Si Donald Trump consiguió polarizar a los EE. UU., es porque una gran masa de la población estaba apoyándolo. Sin los millones de votantes no hubiera existido el trumpismo. Algo de culpa hemos de tener nosotros.

¿Por qué votaban a Trump y lo van a seguir votando? Porque a sus votantes les gustaba oír lo que estaba diciendo. Trump decía lo que sus votantes querían oír y no al revés. Largo Caballero era un revolucionario y su discurso era el propio de un revolucionario de los años 30, como las peroratas autoritarias de Gil Robles, pero quien tenía la capacidad para envolvernos en una Guerra Civil, fue el Ejército, sin el concurso de este la guerra no era posible, y eso se comprobó durande el golpe de Estado de 1936.