lunes, 7 de agosto de 2023

Antonio Maestre se regocija por la caída de Podemos

 Escribía en Twitter Alberto Garzón que "Sumar es un espacio de reencuentro con muchas fuerzas políticas y gentes que en otro tiempo ya trabajamos juntas pero que hoy estamos separadas, y lograr con ello que Yolanda Díaz sea presidenta de un país con más derechos y libertades". Ese es el horizonte que se marcaron en Sumar, que Yolanda Díaz sea presidenta de España (que esperen sentados), y para ello reunieron bajo un mismo paraguas a más de 16 partidos a nivel nacional y regional. 

Era necesario ir juntos porque el sistema d'Hondt que es muy caprichoso, premia la unidad y castiga a los partidos pequeños. El sistema se diseñó para crear un bipartidismo fuerte de mayorías absolutas.
Estos son los partidos de Sumar: Movimiento Sumar, Podemos, IU-PCE, Más País, Verdes Equo, Alianza Verde; estos son a nivel estatal, y a nivel autonómico: Más Madrid, Batzarre, Chunta Aragonesista, Coalició Compromís, Més Compromís, Iniciativa del Poble Valencià, Verds Equo del País Valencià, En Comú Podem, Catalunya en Comú, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Izquierda Asturiana, Més per Mallorca, Més per Menorca, Partido Drago Canarias.

Solo ciertos partidos eran verdaderamente fuertes a nivel nacional. Según las elecciones de 2019, Más País de Errejón tenía dos escaños y Compromís tan solo uno. El partido de Colau, En Común Podem, 7 diputados, y UP (Podemos e IU-PCE) 26 escaños; Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz no existía en 2019 con lo cual no podemos meterlo dentro de estos cálculos. Aunque Yolanda Díaz y sus socios como Errejón y Baldoví (partidos con escasos diputados) no querían a Podemos dentro de la coalición por una mala relación manifiesta, no tenían más remedio que tragar con el partido morado. 

Los que se inventan las encuestas, en este caso El País, en mayo publicaron un sondeo alertando de la necesidad de que Podemos fuera dentro de Sumar:


Sumar y Unidas Podemos por separado conseguirían 27 diputados (Sumar)  y 11 (UP); juntos todos en Sumar se llevarían 55 escaños...
... El barómetro de mayo de 40dB. para EL PAÍS y la SER muestra cómo se ha movido el tablero político con la irrupción de Sumar, la plataforma que Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, presentó oficialmente el 2 de abril para concurrir a las elecciones generales de fin de año. El estudio (...) revela que, de momento, la nueva correlación de fuerzas beneficia a la derecha, y que la desunión entre Podemos y Sumar puede costar una considerable pérdida de escaños al bloque de izquierdas. El País...👈

Pero en Junio estos manipuladores progres sacaron otra encuesta donde le bajaron las expectativas a Podemos...

...  Ahora mismo, con Sumar y Podemos separados, nuestro promedio de encuestas les otorga unos 29 asientos. Los de Yolanda Díaz rondarían el 10,4% de votos y 26 escaños, mientras que Podemos, con un 4,3% de voto, se quedaría prácticamente sin representantes. El País...👈

26 escaños tendría Sumar sin Podemos (uno menos que la encuesta del mes pasado) y los podemitas 3 diputados. Por arte de Birlibirloque se dejaron en Podemos 9 escaños en un mes. Obsérvese que Sumar siempre está arriba casi sin perder votantes. Pero en El País seguían empeñados en la unidad: "Pero, ¿y si simulamos una hipotética coalición de las dos fuerzas? Asumiendo que sumen sus votos, la lista única de Sumar lograría ahora alrededor del 14,7% de las papeletas y 41 escaños. Es decir, conseguirían 12 más". Los chicos de El País le estaban reclamando a Podemos ir dentro de la coalición. Aquí tienen razón, la aritmética d'Hondt premia a las confluencias. La trampa de El País consistía en pintárselo muy negro a Podemos para que no se les ocurriera ir en solitario. A Sumar con podemos dentro le otorgaban 41 escaños. Lejos han quedado pues, al final Sumar quedó cuarta fuerza con 31 escaños, y solo se acercaron a Vox porque estos perdieron 19 diputados. Estos manipuladores no son fiables. 

El espacio de todos los partidos que conforman Sumar han perdido 7 escaños y 700.000 votos. Es cierto que Sumar no existía en 2019, pero es justo repetir que todos los partidos de la confluencia sí existían y entre todos sumaban 38 escaños.

Yolanda Díaz no quería a Podemos dentro de Sumar. Ella aseguraba que “Sumar sin Podemos no sería un fracaso”. Para desalentar a Podemos y que estos fueran en solitario decidieron humillar a Podemos vetando a Irene Montero y a algunas caras de primer nivel. Bien sabía Yolanda Díaz y sus secuaces, que si Podemos iba en solitario la prensa progre y la facha destrozarían todavía más a Podemos. Por eso ella tan ufana aseguraba que a Sumar no le hacía falta Podemos. Si han perdido 7 escaños, imaginemos cuanto más habrían perdido con Podemos fuera de la coalición sumarita. La estrategia no le salió bien a Yolanda Díaz.

Escribe Antonio Maestre, muy feliz porque Podemos va a tener que cerrar varias sedes, ya que se van a quedar sin gran parte de la financiación estatal...

... Ni Podemos ni los partidos que conforman Sumar han querido a Podemos en Sumar, aunque se aceptaba la necesidad de esa unidad para construir una formación con posibilidades de lograr la tercera posición en las elecciones. Podemos tuvo la oportunidad de romper esta dinámica tóxica en Magariños siendo protagonista, pero la rechazó con su posición frentista escribiendo su propio epitafio. La realidad es que nadie quiere dentro a quien ha utilizado el insulto, el desprecio y la descalificación contra los socios. Después de calificarlos de miserables, traidores o izquierda cuqui queda poco espacio para compartir camino. Aun así, las urnas han abierto la puerta y los socios en Sumar aceptan tragarse el sapo morado con la condición de que dejen en la entrada sus exigencias y pretensiones. Se les permitirá entrar si aceptan su posición subalterna emanada de su desaparición en parlamentos, ayuntamientos y cabildos. elDiario.es..👈

Pareciera que Antonio Maestre tiene conexión con la cúpula sumarita. Dice en modo autoritario, cómo si él tuviera peso en Sumar: "Se les permitirá entrar si aceptan su posición subalterna emanada de su desaparición en parlamentos, ayuntamientos y cabildos". Podemos ya está dentro y son muy necesarios para que Díaz no pierda más apoyos todavía.

Sumar, o los que es lo mismo Yolanda Díaz, no quería a Podemos. Podemos le pidió a Yolanda Díaz, antes de Magariños, unas primarias antes de apoyar la coalición. Algo a lo que ella se había comprometido :

Yolanda Díaz garantiza primarias en Sumar: "Las candidaturas las va a decidir democráticamente la ciudadanía". 

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha mandado un mensaje este miércoles sobre el debate en torno a las primarias de cara a la futura coalición de izquierdas para las elecciones generales. Como ya había apuntado este medio, Díaz está de acuerdo con la celebración de primarias para designar candidaturas en estos comicios, como pide Podemos y como también defienden formaciones como Izquierda Unida.Público.es...👈

Pero Díaz y sus secuaces se hicieron los remolones hasta que Sánchez convocó las elecciones anticipadas y ya no había tiempo de ningún tipo de primarias. Serían los acuerdos desde arriba y en los despachos quienes elegirían a los candidatos para las listas. Seguimos en Sumar con la vieja política. 

Yolanda Díaz jugaba con ventaja ya que tenía y tiene a toda la prensa de su lado (el ejemplo del artículo de Maestre es un ejemplo de lo que digo), y por eso no tuvo dificultad alguna para humillar a Podemos. Además, en las elecciones municipales y autonómicas, Podemos obtuvo un pésimo resultado. Solo consiguieron un millón de votos. Este descalabro es en lo que se consuelan los sumaritas para decir que Sumar no ha restado votos aunque hayan perdido 700.000 papeletas en todo el espacio de Sumar con respecto a las elecciones de 2019.

En realidad en la municipales y autonómicas no se vota igual. Vox consiguió más votos en las generales que en las municipales; por tanto, al haber ido Podemos dentro de Sumar en los comicios de julio, no podemos calibrar el resultado que hubiesen obtenido yendo Podemos por separado. Y conténgase el lector de tirar de ninguna encuesta anterior a las elecciones cuando no incluían a Podemos dentro de Sumar, porque ya hemos visto el resultado de todas ellas.

Dice Antonio Maestre que, claro, como Podemos insultaba a los socios de Sumar con estos grandes improperios: "miserables, traidores o izquierda cuqui", pues nadie los quería como compañeros de viaje. Miserables y traidores, eran dos calificativos muy repetidos en todos los foros, pero no por los líderes de Podemos, sino por lo que suponemos que eran votantes cabreados por la humillación que habían sometido a Podemos. Y el terrible insulto de "izquierda cuqui" (menuda ofensa), lo soltó Ione Belarra en Madrid en la campaña madrileña de mayo:

 Está muy bien una izquierda cuqui —en referencia a PSOE y Más Madrid—, gobernaremos con ellos, pero lo que hace falta es una izquierda valiente, y dar las peleas contra una derecha asalvajada que hay en Madrid". El Confidencial...👈
Y por mucho que joda a tanto jamelgo tipo Antonio Maestre, Podemos debe marcar espacio y estilo propio dentro de Sumar, Ese mismo derecho tiene IU o hasta Compromís, que en las papeletas de Valencia la coalición se llamaba Compromís-Sumar, y no olvidemos que Compromís perdió el Gobierno en Valencia y solo tenía un diputado antes de las elecciones de julio. No sé a que vienen tantos privilegios. Podemos debe de plantar exigencias y subir sus pretensiones dentro de Sumar. Están en su derecho. Ya sabemos que Maestre y su jefe el cloaquero de La Sexta van a seguir trabajando para que desaparezca Podemos. Creo que ya es una cuestión personal de Maestre y Ferreras.

Sobre los traidores de Sumar ha escrito alguien inesperado. El señor Ansón desde La Razón ha escrito un artículo poniendo a caldo a doña Yolanda Díaz. Ansón no es la primera vez que defiende a Pablo Iglesias, lo raro ha sido que en el diario de Marhuenda le hayan publicado el artículo:

Yolanda Iscariote

Sin Pablo Iglesias, Yolanda Díaz sería hoy una completa desconocida. Fue el líder podemita quien la sacó de la nada, la incorporó al Gobierno, la hizo vicepresidenta y la colocó al frente de las izquierdas fragmentadas. A lo largo de mi dilatada vida profesional he asistido a muy varias traiciones políticas. Es «la sangre oscura del poder», decía Chomsky. Ninguna tan cínica ni desabrida como la de Yolanda. Dante la hubiera instalado en el noveno círculo al descender al infierno de su Divina Comedia.

Yolanda Díaz es amable, simpática, constructiva y sin duda está llena de cualidades, pero se ha ganado a fondo su nuevo apellido: Yolanda Iscariote. Ha traicionado a uno de los hombres grandes que ha producido la política española en los últimos años. Pablo Iglesias surgió de una protesta popular callejera y en solo unos meses se alzó con más de cinco millones de votos y 71 escaños. Es un hombre de notable altura intelectual; un profesor universitario culto con el que se puede hablar de arte y literatura; un político sagaz que se distingue por el valor y la audacia. Tendrá, sin duda, defectos. Todos los tenemos. Pero el balance de Iglesias resulta abrumadoramente positivo. Tras cuarenta años de democracia pluralista plena fue capaz de instalar al Partido Comunista en el poder por primera vez. Cuando las encuestas anunciaron que Podemos se quedaba con cero diputados en las elecciones madrileñas, desembarcó del Gobierno y consiguió un resultado electoral positivo, instalándose en los diez escaños. Como Gabilondo no fue capaz de derrotar a Ayuso, Pablo Iglesias decidió retirarse. No basculó las puertas giratorias para convertirse en presidente de una gran empresa o de una relevante institución cultural como el Museo del Prado. Dio la soberana lección de regresar a la Universidad y a su actividad profesional en la televisión para asistir desde la reserva a la ácida traición de Yolanda Iscariote, que acordó con Pedro Sánchez la liquidación de Podemos, alineando a las ovejas merinas de Sumar tras el carnero adalid, que gallea ahora en los aledaños de las zahúrdas de Puigdemont.

Pablo Iglesias tiene todavía cartas decisivas en la mano y sus cinco diputados, más algún aledaño, le pueden dar un susto a Pedro Sánchez. Como el rey Lear, el líder podemita sabe muy bien cuál de sus hijas, Gonerilda, Regania o Cordelia, le han traicionado. Queda mucha historia por escribir.

Luis María Anson, de la Real Academia Española. fuente: La Razón...👈

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