ARTÍCULO POR ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ
La reunión que tuvieron los dos
dictadores en la localidad de Hendaya el
23 de Octubre de 1940, la aprovechó el régimen para convencer a los españoles de que Franco había
impedido que el Hitler nos metiera en la segunda guerra mundial. Nada que ver
con la realidad. Pero los españoles de la época estaban dispuestos a creerse
cualquier cosa que les contaran en el Nodo y en las cadenas de radio. Esta
enorme mentira aún hoy la siguen
manteniendo algunos historiadores franquistas como Ricardo de la Cierva .
El tren que trasladó al dictador
para su conferencia con Hitler llegó con ocho minutos de retraso. La propaganda franquista aprovechó este hecho para
ampliarlo a una hora y como un desaire que demostraría las narices por no decir
otra cosa, que tenía el generalísimo. Muchos años después, concretamente en
1972, Ricardo de la Cierva entrevistó a Franco para un libro que preparaba y le preguntó por este
asunto. Le respondió que la realidad fue que el retraso de unos minutos no se
produjo de forma voluntaria, sino debido al deficiente estado de la red viaria española.
No obstante comentó al historiador, convenía que la opinión pública siguiera
creyéndose esa versión falsa de los hechos. Como vemos, tantos años después
interesaba mantener el mito.
Hay que decir que en la fecha que se produjo el encuentro, los alemanes eran prácticamente los dueños de Europa. Tenían ocupada gran parte de la Europa del Este, los Paises Bajos y habían invadido con éxito Francia, que estaba ocupada por los nazis en el Norte, encontrándose la zona sur y centro bajo el control del gobierno títere de Vichy al servicio de los nazis, cuyo presidente era el Mariscal Petain. Por tanto nadie ponía en duda que los nazis ganarían la guerra. Desde luego Franco fue a esa reunión con ese convencimiento
Después de una larga exposición
sobre los avatares de la guerra, que al alemán habría de parecerle insufrible-llegó
a decir con posterioridad que prefería que el dentista le sacase tres o
cuatro muelas seguidas que aguantar a aquel tipo- Hitler le sondeó sobre la necesidad de que
España entrase en guerra para poder facilitar el control del Estrecho de
Gibraltar .Franco le mostró su disposición positiva y le hizo las siguientes
peticiones territoriales; las colonias
francesas en Marruecos, Orán(Noreste de Argelia, en la costa mediterránea) y la
Cataluña francesa. Hitler no llegó en
ningún momento a aceptar estas reclamaciones. Le vendría a decir algo así como
que España participase en la guerra y luego ya se vería. La realidad es que ya
se había comprometido con los franceses a no tocar sus posesiones coloniales.
Hay que decir que para el dirigente alemán era más importante la colaboración con
Petain que la que le pudiera
ofrecer la España franquista.
Consideraba con razón que el norte de África estaba más seguro en manos francesas ante los previsibles ataques británicos. Aún
así obligó a la firma de un protocolo,
mediante el cual España quedaba comprometida a intervenir en la guerra, si Alemania así lo
exigía y siempre y cuando nuestro país
estuviera en condiciones militares de afrontarla. Franco advirtió de la caótica
situación de nuestro país, tanto en lo
económico como en lo militar. Incidió por tanto, en la necesidad de que antes
de nuestra entrada en el conflicto, debiamos recibir la ayuda necesaria por
parte de Alemania. Esta se
comprometía a través del mencionado
documento a hacerse cargo de dichas
necesidades.
Naturalmente Franco salió de la
reunión profundamente decepcionado. No había conseguido que se atendiesen sus
peticiones. Llegó a decir “ Con este tipo no hay nada que hacer. Pretende que
nos metamos en este conflicto bélico a cambio de nada”
Por tanto se puede concluir
diciendo que el dictador español fue a aquella reunión con la idea fija de
intentar sacar tajada de una guerra cuya
finalización veía inminente.
A principios de Noviembre, se
agudizó la necesidad que tenían los alemanes de cerrar el Estrecho y el Canal
de Suez, para taponar a los ingleses en el Mediteraneo, ante las recientes
derrotas de los italianos con la flota británica. De ahí
que volviese a insistir sobre la necesidad de la colaboración española. Los nazis elaboraron el Plan Felix que preveía la
ocupación por parte de ellos, de la zona del Estrecho. Para ello obviamente
precisaban de la autorización española. Franco respondió que no estábamos aún
en condiciones de afrontar una respuesta bélica de Gran Bretaña, y volvió
a plantear la ayuda militar que se
precisaba.
Franco encargó un informe a la Marina española para
que evaluaran las consecuencias que para España tendría la intervención alemana
en el Estrecho. Este no pudo ser más demoledor en contra de las expectativas
que se había creado. El trabajo en el que participó el capitán de navío Luis
Carrero Blanco, el cual sería recompensado en 1942 con la Subsecretaría de la
Presidencia, indicaba que nuestra participación en la guerra, acarrearía la
ocupación de las Islas Canarias por parte de los británicos en un periquete .
En consecuencia desaconsejaba cualquier ataque a los ingleses.
El régimen español siguió
recibiendo presiones alemanas para que cumpliéramos con el protocolo firmado en
Hendaya. La respuesta que se les daba a
los alemanes era que la situación de ruina en la que se encontraba nuestro
país, hacía necesaria una recuperación previa, por lo cual la intervención
española debía tardar un tiempo. Hitler recibió informes de sus colaboradores que
le indicaban que Franco no mentía y que la situación de nuestro país era la que
este describía.
El 7 de Febrero de 1941 el
embajador alemán en España, Stohrer, recibió un memorando del Estado Mayor
español sobre las necesidades militares que debía cubrir la ayuda alemana.
“ El
ejército solicitaba 3.750 toneladas de cobre, equipos de radio, teléfono y
telégrafo, productos farmacéuticos y médicos, 90 baterías de cuatro cañones,
400 cañones antiaéreos, 8000 camiones y una cantidad considerable de tractores.
La aviación pedía materiales y recambios de Heinkel HE-111 y Messerschmitt
Bf-109 para equipar tres escuadrones de hidroaviones, y la Marina ,torpedos,
minas, ametralladoras, cargas de profundidad y equipo óptico y técnico en
grandes cantidades. Para las necesidades de transporte del país se enumeraban
180 locomotoras y 16.000 vagones de tren o 48.000 camiones. Aparte de las
necesidades militares se pedían de 13.000 a 15.000 camiones más. Cuando se
examinó la lista en Berlín, el director del Departamento de Política Económica,
llegó a la conclusión de que las peticiones eran “tan obviamente irrealizables
que sólo pueden considerarse expresión del esfuerzo para evitar entrar en la
guerra con ese pretexto”.(Franco, Caudillo de España, Paul Preston)
Estaba perfectamente claro que
tras el informe de la Marina, Franco había cambiado notablemente de actitud.
Prueba de la improvisación con la que fue a Hendaya, es que no encargase este
informe antes de la reunión. A partir de
entonces se trataba de dar largas a Hitler y
a esperar. Pero el lío en el que
había metido a su país era de órdago.
En febrero de 1941 el dictador se
reunió con Mussolini en Bordighera. La
entrevista se la había pedido Hitler al dictador italiano con la idea de que
lograse convencer a Franco de la entrada en la guerra.. Este describió
dramáticamente al fascista italiano la
cruda realidad de la situación de España y su imposibilidad para entrar en la
guerra en aquellos momentos. Un Mussolini realmente impresionado, entendió
perfectamente las razones expuestas y así se lo transmitió a Hitler. Le llegó a
plantear la necesidad de olvidarse de la colaboración de España.
Ese verano habría de producirse
la invasión alemana en Rusia, que como
sabemos produjo el colapso de las divisiones nazis al llegar el invierno. Esto
precipitó la necesidad de que los
alemanes se centraran el frente Oriental contra los rusos y en el Occidental donde tenían que hacer
frente a los aliados. Por tanto, el asunto de
cerrar el Mediteraneo dejó de ser
un tema prioritario, si es que alguna vez lo fue.
Así que podríamos concluir
diciendo que la negativa de Hitler a las pretensiones territoriales de Franco por una parte, y las circunstancias de la
guerra-nuevamente la suerte volvía a aliarse con Franco y por ende con los
españoles- libraron a nuestro país de la entrada en la guerra.
ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ
7 de Abril de 2012
Aunque no tenga que ver con el tema, no me resisto a comentarlo.
ResponderEliminarSe ha producido un milagro.
Ha dimitido un diputado andaluz por el PSOE en el Parlamento nacional, porque tenía problemas de conciencia por el sueldo que cobraba, en proporción al trabajo que realizaba. Se llama Luis López y es un caso único. Sólo ha aguantado tres meses en el cargo.
Al parecer este hombre tiene una trayectoria de honradez fuera de lo común. Fué alcalde de un pueblo de Almería y ocupó un alto cargo en la Junta de Andalucia y jamás aceptó un regalo. Más de una vez le ofrecian compensaciones por la labor que hacía en favor de los más necesitados. No los aceptaba y los donaba a Cáritas y demás Instituciones por el estilo.
Ojala hubiera muchos como este hombre. Vaya desde aquí mi felicitación a este honrado ex diputado.
Exáctamente DE FRENTE, gente honrada hace falta en pólítica. Con más personas como este socialista no habría crisis. Lo mismo que si en los años 30 hubiera habido más personas como el anarquista Melchor Rodríguez (el Ángel Rojo)se hubieran salvado muchas vidas
ResponderEliminarPues sí que es una buena noticia (y extraña en España) una dimisión de este tipo. Me quito el sombrero.
ResponderEliminarYo creo que Franco fue listo, supo manejar la situación. No olvidemos que Alemania ayudó a España en la guerra civil, por lo que había una deuda con ellos. No olvidemos tampoco que en esos años Hitler era quien era, pero Franco supo jugar su baza, dio largas, no intervino en la guerra y cuando terminó con la victoria de los aliados, nadie le movió de su sitio.
Lo de que el tren llegó con retraso por las infraestructuras de la época es totalmente cierto, lo dijo Serrano Suñer.
Un saludo.
CR9
Efectivamente. De haber existido sólo un puñado de hombres como Melchor Rodríguez en ambos bandos y en puestos importantes, otro gallo hubiera cantado.
ResponderEliminarSu caso fue tan extraordinario que en su entierro en la España de Franco, coincidieron anarquistas y franquistas. Además, el régimen toleró que sobre la caja mortuoria figurara la bandera anarquista.
Hola amigos, presunto anónimo que el chaparro del pardo fue listo es una quimera...eso si que es utópico...el genocida era un mediocre....sino repasa su historial académico...otra cosa es que la propaganda del régimen lo encumbrara como un erudito..
ResponderEliminarReferente al comentario de DE FRENTE...siempre hay un oasis entre tanto desierto..
Gracias, buena tarde, besos reales..
No conocía la historia de Melchor Rodríguez, indagaré algo porque me parece interesante.
ResponderEliminarDon vito, yo no digo que Franco no fuese mediocre. Reconocerás al menos que para ser mediocre no le fue nada mal: general más joven de Europa, Jefe de Estado hasta que murió, nadie le movió de su sitio, ni los suyos ni los contrarios. La listeza no se mide por el historial académico, Pepiño Blanco no acabó primero de derecho y a mí me parece un tío inteligente.
A ver si al final va a ser cierto eso de la "baraka" de Franco, que decían los moros...
Un saludo
CR9
Yo creo que era astuto, aunque intelectualmente fuera una medianía.
ResponderEliminarDemostró una enorme habilidad política para aguantar tantos años en el poder. No se puede negar.
Astucia, habilidad y suerte, mucha suerte, fueron para mi las claves de su permanencia en el poder.
En cuanto a sus éxitos en la carrera militar, no olvidemos que los obtuvo por méritos de guerra,donde la bravura y el arrojo contaban más que la inteligencia.
Sí, totalmente de acuerdo De Frente, yo creo que Franco tenía esas cualidades. Desde luego no era un intelectual, pero sí astuto y con las virtudes militares de la época.
ResponderEliminarMe voy a dormir. Un saludo a todos.
CR9
http://www.youtube.com/watch?v=HGcppraDrSQ&feature=related
ResponderEliminarVideo interesante por las declaraciones de Serrano Suñer, personaje curioso, no parece que den lugar a dudas.
Hola amigos, el chaparro del pardo, igual que todos los genocidas baso su dominio en el terror nunca por su valía..que era nula...sino mirar la historia y veréis lo que había...
ResponderEliminarSi Anónimo Pepiño es tan inteligente que se dedica hacer chanchullos en una gasolinera un domingo a mediodía..
Buen día, besos dudosos..
Don Vito,
ResponderEliminarYo no sé si Pepiño Blanco ha cometido chanchullos o no, que hablen los tribunales. Pero también se puede ser inteligente y delincuente, mira Mario Conde, número uno en oposiciones de Abogado del Estado y chorizo. No tiene nada que ver.
Un saludo.
CR9