ARTÍCULO POR ANTONIO ALFONSO HERNÁNDEZ
Estamos presenciando en la
actualidad un episodio más de lo instalado que está en la derecha española el
“sagrado” principio, de defender los intereses electorales a costa de lo que
sea. Durante la legislatura anterior
como de lo que se trataba era de desgastar como fuera a Zapatero a éste no le dieron ni agua, dejándolo solo
ante el peligro. Lo importante para
ellos era alcanzar nuevamente el poder y lo de menos las consecuencias que
pudieran tener para España esas
acciones. Ahora curiosamente se quejan de que los socialistas están haciendo lo
mismo. Se opusieron con firmeza a la
amnistía fiscal que propuso el gobierno de Zapatero para las grandes fortunas, pero al llegar
ellos al poder es de lo primero que han hecho. Pusieron el grito en el cielo
cuando el anterior inquilino de la Moncloa les bajó el 5% el sueldo a los
funcionarios, pero Rajoy no se ha cortado con estos; incremento de 2,5 horas a la semana de la
jornada de trabajo, eliminación de una paga extraordinaria, supresión de los
días de asuntos propios, inminente criba en los funcionarios interinos….Incluso
se oye que de solicitar España el rescate se produciría un despido masivo de
funcionarios.
También dijeron en campaña
electoral que la sanidad no la tocarían. Ya hemos podido comprobar que mentían;
el mal llamado copago farmacéutico-en realidad se trata de repago- y el cierre
de distintos centros sanitarios, son buena prueba de ello. Eso sin contar con
el inminente repago sanitario que nos espera si nadie lo remedia. Prometieron que los pensionistas no quedarían afectados por
las medidas para salir de la crisis y ahí también mintieron, ya que el repago farmacéutico les afecta, como a todos. Ya
veremos lo que tardan en bajar las
pensiones. Lo mismo podemos decir de la
reciente subida del I.V.A, cuando no cesaron de repetirnos machaconamente que
no lo subirían. Menuda campaña le hicieron al gobierno de Zapatero, cuando éste
subió el I.VA. en 2010. En cuanto a la
educación, no tardarán en meterle mano.
Por lo pronto en la comunidad de Madrid, el consejero de la cosa ha propuesto
que la enseñanza no básica deje de ser gratuita.
Asimismo conviene recordar el
hecho, de que retrasaron los presupuestos generales del Estado hasta después de
las elecciones andaluzas. Las razones de tal medida son tan evidentes que no es
necesario mencionarlas. Una vez transcurridas esas elecciones hicieron público
los presupuestos con los consabidos recortes.
Pero no ha sido la primera vez ni
mucho menos la última, en la que para
ellos han primado los intereses electoralistas sobre los que ellos mismos
denominan, intereses sagrados de España. Hagamos un poco de repaso.
Corría la primavera de 1986 y nos
encontrábamos inmersos en la campaña electoral del referéndum para la permanencia de España en la Alianza
Atlántica. Pues bien, esta consulta electoral que tan irresponsablemente
convocó Felipe González-algunos años
después él mismo lo admitiría- provocó que la derecha española recomendara la
abstención, cuando sus convicciones ideológicas apostaban por el sí. Es decir, una vez más antepusieron los
intereses electorales por encima de los del país. La jugada que intentó el por
entonces dirigente de AP, Manuel Fraga, no fue otra que intentar que el PSOE
perdiera el referéndum. Este hecho habría provocado la casi segura dimisión de
González-éste lo dejó entrever con posterioridad- y la convocatoria de
elecciones anticipadas, que con otro candidato socialista habría llevado a la
derecha al poder. Al menos esto es lo que creyeron ellos.
Felizmente la deslealtad no
obtuvo premio. Al menos en esta ocasión.
Poco tiempo después de la
victoria electoral del PSOE en las elecciones de 1993,- en esta ocasión perdió
este partido la mayoría absoluta-, el PP se propuso sacar como fuera a González
de la Moncloa. Para eso contó con el apoyo interesado de ciertos medios de
comunicación, que se lanzaron directamente a la yugular del por
entonces presidente del gobierno. Poco después de que Aznar ganase las
elecciones de 1996, el periodista Luis María Ansón, denuncio que se había
producido una conspiración perfectamente organizada, para derribar a los
socialistas del poder. En esta confabulación habrían participado determinados
periodistas de tendencia conservadora y los propios dirigentes del PP.
La edición digital de El País,
publicó con fecha 10 de febrero de 2006,
la siguiente información sobre aquella época y en relación al libro La
conspiración, el último atentado de los Gal, que escribió el subcomisario José
Amedo.
Esto decía la citada información:
(…)
La última parte del libro, que da título al mismo, revela las presuntas
presiones que Amedo recibió del juez Baltasar Garzón, del director del diario
El Mundo, Pedro J. Ramírez y del entonces secretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez
Cascos, con el visto bueno, según el libro, de José María Aznar, para resucitar
judicialmente el caso GAL y sacar del poder al PSOE. Amedo detalla cómo el
magistrado le instruyó sobre lo que debía decir en las tomas de declaración o
en los careos para implicar a la cúpula de interior o cómo, siempre según su
relato, le amenaza con procesar a su mujer si no colaboraba. (…) El ex agente
(sic) también precisa el dinero que recibió del director de El Mundo-30
millones de las pesetas de entonces, en tres pagos- por un relato sobre los
Gal, publicados por dicho diario en los términos pactados con Garzón. (…) En esas
reuniones, Ramírez, siempre según el relato, le garantiza en nombre de los líderes del PP, que será indultado cuando la
formación conservadora alcanzara el poder.
Ante la aparición de este libro,
Amedo como es natural, fue desacreditado por los mismos que supuestamente se
habían servido de él para alcanzar el poder. Que cada cual juzgue como crea
oportuno, pero algo parecido le ocurrió a Baltasar Garzón. Antes colaborador necesario para los
intereses peperos, después condenado al ostracismo y caído en desgracia bajo un
gobierno del PP.
Hay que tener en cuenta que todos
los intervinientes en esta supuesta
conspiración tenían razones personales o políticas para ir contra Felipe
González. Así, Pedro J. Ramírez se la tenía jurada desde que según él, el sevillano
lo echó de la dirección de Diario 16. Garzón en teoría habría sido engañado por
González con la promesa de un ministerio, recordemos que el exmagistrado fue en
la lista del PSOE en las elecciones generales de 1993. En cuanto a Aznar y
Cascos, son más que evidentes sus ambiciones políticas de entonces.
Tras el repugnante atentado
del 11 de Marzo de 2004, el gobierno de
José María Aznar se encontró en la disyuntiva de que este desgraciado hecho les
pudiera desalojar del poder. De ahí que
negaran que el horrendo crimen fuera obra de extremistas árabes. Debieron
pensar y con razón que el no a la guerra de Irak casi unánime de los
españoles, le pasarían factura, tras la
conexión que pudiera encontrarse entra
la guerra y el atentado.
Creo honestamente que el gobierno
creyó en un principio -como todos los españoles- que la cosa pudiera ser obra de los
terroristas de ETA, pero no es menos cierto y siempre según algunas
declaraciones de mandos policiales, que desde la misma tarde del día de los
atentados, se empezó a investigar también la opción de que fuera cosa de
extremistas islámicos. Sin embargo el ministro
Acebes ocultó este dato hasta el día 13 por la tarde que tras
producirse las primeras detenciones, admitió que a partir de ese momento
incorporaban a las investigaciones esta posibilidad. Hasta ese momento no paró
de repetir que solo se estaba investigando la opción de ETA.
Creo que se trataba de que los
españoles fueran a votar el Domingo 14 de Marzo, con la convicción de que no
había relación alguna entre el atentado y la guerra de Irak, o al menos, que
las cosas no estaban nada claras. De ahí
la insistencia de la participación de ETA en el atentado.
Por tanto no dijeron toda la
verdad en cuanto a las investigaciones y volvió a primar el interés electoral,
en este caso sobre el derecho de todos los españoles a saber la verdad de lo
ocurrido.
En la última legislatura de
Zapatero como presidente, se produjeron conversaciones entre el gobierno de
éste y los terroristas de ETA, donde se pretendió alcanzar el final de las acciones
terroristas. El PP con el actual
ocupante de la Moncloa, Sr. Rajoy como cabeza de la oposición, apostaron por el
“todo vale” y así, por vez primera en nuestra democracia, los españoles
contemplamos con estupor, como convertían
el terrorismo en arma arrojadiza contra
el gobierno. Hay que tener en cuenta, que jamás el principal partido de la
oposición según los casos, a veces el PP, a veces el PSOE, se había atrevido a
utilizar la lucha contra el terrorismo como
instrumento de desgaste del gobierno.
Lanzaron diversos infundios, que
si ya se había pactado con los terroristas la anexión de Navarra al País Vasco, proyecto de pacto
PSOE- ETA para gobernar, rendición, claudicación a ETA… que el tiempo ha
demostrado sobradamente que no eran más que eso, infundios.
Para finalizar quisiera aclarar
que no he tratado en este artículo ni
mucho menos, de exculpar al PSOE y a
los demás partidos de situaciones en donde han
supeditado las intereses electorales sobre los generales. No me atrevería a semejante
ingenuidad a sabiendas de que todos los partidos políticos actúan de manera
similar. Lo que sí puedo asegurar y ese era mi objetivo, es que en determinadas
situaciones el PP llegó demasiado lejos con tal de arañar votos. A fin de cuenta,
son ellos los que han enarbolado con frecuencia la bandera del patriotismo,
cuando la realidad es que los intereses nacionales han quedado relegados por
parte de ellos, a las conveniencias electorales. Por otra parte, muchas cosas
negativas se le pueden achacar a los socialistas -nadie lo puede poner en duda-
pero jamás han utilizado la lucha contra el terrorismo como instrumento de
desgaste de ningún gobierno.
Esa es la realidad de los hechos
y así hay que contarlo.
ANTONO ALFONSO HERNÁNDEZ
4 de Agosto de 2012
Cada vez que entra un gobierno destituyen a unos para poner a otros que son más de su confianza.
ResponderEliminarCuando ocurrieron los atentados del 11m la investigación se abrió bajo su mandato. No se a que vienen las quejas que la policía quería manipular. Se supone que la policía era de confianza para el PP.
Hombre, Aznar llevaba ocho años gobernando cuando el atentado. Me imagino que los mandos policiales serían de la confianza del gobierno, sino todos, casi todos.
ResponderEliminarSr. Cortés Avellano le he dejado un correito.
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que dice el artículo. El PP SIEMPRE ha sido desleal. Solamente ha mirado por sus intereses electorales. Para ellos el fin justifica los medios. Después, una vez que tienen el poder, consideran inconcebible que se lo puedan qutar por una tontería como unas elecciones generales.
ResponderEliminarEn 2004 yo tenía una compañera de trabajo que era bastante importante en el PSOE. Todos los partidos, al menos PSOE y PP, hacen encuestas casi diarias en los días de campaña electoral. Según nos decía durante la campaña se iban aproximando las intenciones de voto del PP y del PSOE, o sea subía éste y bajaba el PP. El día 9 de marzo recuerdo que nos dijo que el PSOE había sobrepasado al PP en intención de voto por muy poco. Igual el día 10. Creo que sin el atemtado hubiera ganado el PSOE por muy poco, pero ganó por mucho más por la forma de llevar la situación por el gobierno de Aznar.
Y a las diez de la mañana yo estaba seguro que no había sido ETA, cuando salió Otegui condenando rotundamente el atentado. Eso nunca lo hizo tratándose de uno cometido por ETA.
A partir de las declaraciones de Otegui, desvinculando a ETA de los atentados, yo también tuve claro que no habían sido estos.Nunca se había visto a los batasunos decir que no era cosa de ETA, cuando los atentados los cometían los etarras.
ResponderEliminarPor otra parte, la furgoneta que encontró la policía poco después de los atentados, donde encontraron la cinta con los versos del corán,me hizo pensar que los teroristas querían que se supiera muy pronto que era cosa de ellos.
De esta forma condicionaban el voto de la gente.
Lamentablemente, la jugada les salió perfecta. Sin duda alguna, la torpeza del gobierno hurtando información a la opinión pública, hicieron el resto.
de frente mira tu correo
ResponderEliminarAhora nos encontramos con el mayor fraude electoral de la historia de la democracia española.
ResponderEliminarNada de lo que está haciendo el gobierno del PP, venía en su programa electoral, ni por supuesto lo anunciaron en la campaña electoral.
Los votantes de este partido deben sentirse engañados.
¿No sería sensato la convocatoria urgente de elecciones anticipadas?. Que se ponga sobre la mesa lo que este partido y los demás pretende hacer.Pero sin engaños. Y que la gente libremente decida a quien confía la gobernación del pais.