¿Porqué se sublevaron los militares el 17 de julio? Hay tantas hipótesis como historiadores. Un historiador democrático y nada sospechoso de ser pro franquista como Francisco Alía Miranda sostiene que por miedo a la Revolución. Otros historiadores coinciden en que a los conservadores no le gustaban las reformas que la izquierda estaba llevando acabo durante el periodo republicano, y que, jalearon a los militares para que pusiesen fin a tanta justicia social. Los historiadores pro franquistas, neo franquistas, neo fascistas etc, coinciden en que no hubo otro remedio, había que proteger a la España Patriota, de la anti España Bolchevique. El caso es que la derecha siempre ha sido muy conspiranoica, veían judíos bolcheviques por todos lados. Sea cual fuere el motivo, el Golpe de Estado tiene difícil justificación.
De todas formas hay muchas versiones y teorías sobre los motivos y orígenes de la Guerra Civil, pero ninguna de ellas es oficial. José Álvarez Junco de la Universidad Complutense de Madrid escribiendo sobre la educación en temas de historia contemporanea sostiene: "que cada colegio enseñe la versión que considere adecuada, porque en definitiva de esa manera se reflejará la pluralidad de interpretaciones (de la Guerra Civil) que caben sobre aquellos acontecimientos". Esta aseveración a pesar de lo bien intencionada que a priori pueda parecer, en mi humilde opinión, es un auténtico disparate. En los colegios alemanes, franceses, americanos, etc, etc ¿También se enseñan las diferentes interpretaciones de porqué Hitler le declaró la guerra al resto del mundo? Les puedo asegurar que en Alemania NO. La diferencia que hay entre España y Alemania Francia o los EEUU, es que en España ganó el FASCISMO y en el resto del mundo ganó la DEMOCRACIA.
Hoy en día pedimos consenso y pluralidad para todo lo que se refiere a la Guerra Civil. Ese consenso es el que me gustaría ver a mi cuando Rajoy usando su mayoría absoluta desoye las voces críticas de su alrededor. Ese famoso consenso de la TRANSICIÓN despareció con la UCD. Ahora cuando una ley no gusta se lleva al Constitucional, o a base de un decretazo se modifica la norma de 2006 y permite nombrar al presidente de RTVE sin consenso.
Consenso, consenso fue lo que hubo entre los fascistas para asesinar a las 17 Rosas de Guillena. Estos asesinatos no quedaron registro documental alguno, sin embargo gracias a la memoria popular se sabe lo que ocurrió. Sin esa Memoria Histórica sería imposible saber las miles de atrocidades que cometieron los fascistas. La Memoria Histórica está siendo muy criticada por Julia o Álvarez Junco, sin embargo es imprescindible para buscar las fosas que poco a poco van siendo exhumadas. Cada fosa que se abre es una evidencia de la barbarie de la guerra, es una evidencia de que falta mucho por saber, y es una evidencia de que hay muchas voces que quieren acallar a la Memoria Histórica.
Los fascistas que decían defender la justicia comenzaron asesinando hasta a sus propios compañeros. Eran muy clericales ellos, muy católicos, tanto que decían proteger la vida oponiéndose al aborto, eso sí, sí había que fusilar a una embarazada, no les temblaba el pulso. Una de las 17 Rosas de Guillena estaba embarazada de 7 meses.
Las conocidas como las 17 rosas de Guillena fueron mujeres de entre 20 y 70 años secuestradas, violadas, rapadas, encarceladas, intoxicadas con aceite de ricino y expuestas al escarnio de sus vecinos antes de ser asesinadas. Sus descendientes, agrupados en la asociación 19 Mujeres(dos de las víctimas sobrevivieron), no han parado hasta desenterrar la verdad y pese a las presiones sociales y políticas sufridas.
La mayoría eran campesinas y jornaleras. Su único crimen fue estar casadas con hombres que como tantos en la comarca y en la época estaban vinculados a la CNT. No hubo más de lo que las pudieran acusar, porque tampoco hubo acusación, ni consejo de guerra. No consiguieron de ellas ni un dato que les acercara a los hombres que buscaban “y por eso las mataron”. Es la conclusión y el relato de los pocos testimonios que los familiares que conforman la asociación 19 Mujeres para la Recuperación de la Memoria Histórica de Guillena han podido recopilar hasta ahora. En Gerena esta labor la ha realizado Gonzalo Erdugo. En uno y otro pueblo coinciden en que, aunque no hay archivos ni registros que así lo acrediten, aquello sucedió.
Fue en los primeros días del mes de septiembre de 1936, cuando las tropas falangistas entraron en Guillena. Muchos huyeron o marcharon a Madrid a unirse al ejército republicano. En el pueblo, de unos 3.000 habitantes en la época, quedaron muchos, pero sobre todo mujeres y sus niños : 19 de ellas fueron apresadas y llevadas a la cárcel. Sólo se han podido confirmar 15 de sus nombres : Granada Hidalgo Garzón, Ana María Fernández Ventura, Manuela Méndez Jiménez, Trinidad López Cabeza, Manuela Lianez González, Tomasa Peinado, Ramona Manchón, Ramona Navarro, Ramona Puntas Lorenzo, Rosario León Hidalgo, Josefa Peinado, Eulogia Alanís García, Dolores Palacios Garzón, Natividad León Hidalgo y Manuela Sánchez Gandullo. Estuvieron retenidas hasta el 12 de octubre de 1936 cuando las sacaron a la calle con las cabezas rapadas para humillarlas, las pasearon por el pueblo y las llevaron a misa.
Poco después –no se sabe con certeza la fecha– las montaron en un camión con destino a Gerena. El por entonces médico de Guillena, Juan Palma, en un intento desesperado por salvarlas, explicó que muchas estaban enfermas, la mayoría tenían niños y había incluso algunas embarazadas. Consiguió bajar a una que todavía daba de mamar a su bebé y la conocida como La Marcelina también dijo que su hijo, ya con 2 años y destetado hacía tiempo, se alimentaba de ella. El niño, como si supiera el destino de su madre, se aferró a su pecho. Fue su salvación. Sin embargo, la crueldad fue ilimitada con las demás. Los vecinos de Gerena que todavía viven para recordar el asesinato coinciden en que sus gritos resonaron en todo el pueblo.
Manolo y María José Domínguez, nietos de una de estas “rosas de Guillena”, no quieren conocer más detalles que a su padre “le puedan causar dolor”. Sólo quieren la información que les sirva para el que es ahora su objetivo :-confirmar que sus restos se encuentran en Gerena y exhumarlos para darles un entierro digno.
“Mi padre se conformaba con saber que ella está allí”, relata la nieta, que, emocionada, explica cómo para él, huérfano y que quedó al cuidado de una tía, lo más importante de esta búsqueda ha sido “saber que tuvo padres, como todo el mundo”.Cuando le llevaron sus nombres –Manuela Méndez Jiménez y Manuel Domínguez Garzón– sus palabras fueron tan simples como reveladoras. “Yo sabía que yo tenía un padre y una madre”, rememora. “Llenar el vacío” que ha dejado en todos estos huérfanos, muchos de ellos ya fallecidos, y que se ha trasmitido por generaciones, es lo que les “mueve a robar el poco tiempo y medios” que tienen “para un día poder sacarlas de allí y devolverlas a Guillena”, según dicen.
los casos de torturas y asesinatos de mujeres que ni siquiera tuvieron actividad política y fueron represaliadas solo por haber sido compañeras de republicanos, para que estos se entregaran o para averiguar su paradero, aumentan conforme continúan las investigaciones. José Antonio Jiménez Cubero, autor de Con nombres y apellidos. La represión en Cazalla de la Sierra (1936 - 1950), ha incorporado a la base de datosTodos los Nombres un balance de 118 mujeres represaliadas en la localidad sevillana mencionada en su libro.
Uno de los episodios más brutales con mujeres ocurrió en Fuentes de Andalucía y sigue oculto. Ni siquiera se tiene constancia del lugar exacto donde fueron enterradas 27 mujeres, algunas menores, que fueron secuestradas, esclavizadas por sus torturadores durante días, violadas, asesinadas y arrojadas a un pozo cerca de la finca El Aguaucho.
“El éxito en de Guillena deberá irremediablemente continuar en Fuentes de Andalucía. Y después, quizás, con las 15 fusiladas en el callejón de la calle Las Peñas, junto al cementerio de La Puebla de Guzmán donde están en una de las cuatro fosas comunes existentes en esa localidad”, ha afirmado Gordillo.
En el pueblo onubense, tras el golpe, el comité revolucionario intentó coger dinamita del polvorín de la mina Herrerías, pero el director de las instalaciones y el comandante del puesto lo impidieron. El avance de los franquistas provocó una huida masiva hacia el campo, la localidad vecina de El Cerro del Andévalo y Portugal. Cuando fue tomada la localidad, se produjeron más de 100 fusilamientos. En La Puebla hay cuatro fosas que aún no han sido investigadas. En una se conoce que hay 27 hombres fusilados en la conocida como Curva de la Muerte, a unos cuatro kilómetros del pueblo, y las 15 mujeres fusiladas en el callejón de la Calle Las Peñas, junto al cementerio.
Ya no hay subvenciones para la investigación de la Memoria Histórica, pero... ¡horror!, ¡qué ven mis ojos! ¡Todavía se sigue investigando!. No, no..., eso no puede ser, sí mis amigos neofranquistas me aseguraron que todos los historiadores que investigaban sobre la represión fascista eran unos interesados que, escribían tan sólo para obtener lujos y riquezas además de grandes cenas bañadas en Dom Perignon y rematadas con grandes dosis de langosta.
Dejando la ironía a un lado, se lleva investigando desde los años 80 por mucho que le pese a la ultraderecha, parece que sólo ellos tienen derecho a sacar libros y escribir sobre nuestro pasado reciente. pero no, seguirán sacándose libros, al margen de cualquier subvención estatal. Una de mis últimas adquisiciones ha sido Franco: la represión como sistema coordinado por Julio Aróstegui y editado en marzo de 2012. Y es que por mucho que le moleste a los defensores del 18 de julio la Dictadura franquista fue un sistema represivo toda su vida y no expiró hasta que comenzó la Transición.
La represión franquista no sólo alcanzó la vida humana. La intelectualidad bibliográfica también fue seriamente dañada. Como si de la mismísima inquisición se tratara o inspirados en los nazis alemanes del 33, miles de libros ardieron en la pira purificadora:
Para edificar a España, una, grande y libre condenados al fuego los libros separatistas, los liberales, los marxistas, los de la leyenda negra, los anticatólicos, los del romanticismo enfermizo, los pesimistas los pornográficos, los de un modernismo extravagante, los cursis, los cobardes, los seudocientíficos, los textos malos y los periódicos chabacanos, e incluimos en nuestro índice a Sabino Arana, Juan Jacobo, Rousseau, Carlox Marx, Voltaire, Lamartine, Gorki, Remarque, Freud, y al Heraldo de Madrid. Prendido el fuego al sucio montón de papeles, mientras las llamas subían al cielo con alegre y purificador chisporroteo, la juventud universitaria, brazo en alto cantó con ardimiento y valentía el himno Cara al Sol
(El catedrático de derecho Antonio Luna es su disertación en la Universidad Central. El texto fue publicado en el diario Ya el dos de mayo)
Antonio Luna ejerció como juez depurador de la Universidad de Madrid, hasta que fue relevado, tras la renuncia de este, por Fernando Enríquez de Salamanca, decano de la Facultad de Medicina y Catedrático de Patología Médica
El franquismo asesinó y encarceló a personas implicadas en la literatura "roja". Fueron destruidas cientos de publicaciones y prohibidas otras. Sólo era posible una lectura: la que a Franco le saliera de las "pelotas". El bibliocausto condenó a 40 años de indigencia intelectual a todos los españoles que tuvieron que sufrir estoicamente una de las peores dictaduras del siglo XX.
Hay cientos, acaso miles de desgraciadas historias como esta.
ResponderEliminarA través de la ley de la memoria histórica, se abre una fosa y a la vez se abre o se reabre una historia de la guerra.
Esto es lo que no quiere la ultraderecha de este pais. Que se les recuerde lo que hicieron sus adorados fascistas. De ahí que se opongan a la citada ley.
Tenemos que recordar tanto los nombres de los que perdieron la vida de forma tan injusta, como la de los criminales.