miércoles, 12 de febrero de 2014

En Sevilla no hubo Guerra Civil. Solo una carnicería sangrienta.

Romualdo Maestre

Los periodistas del diario monárquico ABC, diario que en los años 30 era un panfletete anti-democracia republicana, sigue fiel a aquellos principios. La República fue finiquitada gracias a los militares y civiles traidores, pero en el ABC siguen con el acoso y derribo contra aquella República.

El periodista del ABC, Romualdo Maestre, se escandaliza por un cuadro donde aparecen guardias civiles fusilando a republicanos en Sevilla. ¿?, no se que escandaloso puede ser un cuadro que refleje la tragedia sevillana. Este es el cuadro:


Falangistas, religiosos, nazarenos, el torero fascista, moros, legionarios, Queipo..., esa fue la Sevilla del 18 al 20 de julio. En Sevilla y provincia el Golpe triunfó ipso facto. La Guerra Civil se dio en media España, en la otra media solo hubo una carnicería sangrienta.

Romualdo Maestre escribía en su blog del ABC:
El cuadro de arriba no tiene desperdicio. No puede ser más sectario. Los buenos buenísimos y los malos malísimos; los héroes y los villanos. La historia, con minúsculas, recobrada con la dosis exacta que la “memoria” exije para reutilizarla a conveniencia. La misma tesis que vendieron para justificar una guerra recién acabada los vencedores pero al revés. Un camión de toreros “Pepe el algabeño, toros y tiros”, conduce a los republicanos esposados y vigilados por guardias civiles para ser fusilados junto al arco de la Macarena en Sevilla. Queipo de Llano borracho, como el moro, como el falangista que ordena disparar. Los del bando republicano, caen emulando los fusilamientos goyescos del 2 de mayo. Para rizar el rizo del ridículo, el autor, Antonio Garrido, pinta al cardenal Spínola, que murió en 1906, bendiciendo esta masacre ficticia en los muros de la ciudad. Y la Iglesia, con su jerarquía a la cabeza, mira para otro lado, más atenta a sus nazarenos y al armao macareno.
Cartel anunciador de la exposición de Valencina
Cartel anunciador de la exposición de Valencina
¿Y dónde se pueden ver estas joyas pictóricas? ¿En las sedes de los partidos que promueven la “memoria histórica” como uno de los pilares ideológicos de su programa? No, hombre no. En un colegio público, pagado con el dinero de todos los contribuyentes; el Instituto de Enseñanza Secundaria Las Encinas, en Valencina de la Concepción, Sevilla. Allí llevan expuestos una quincena larga de cuadros, con sus Ché Guevara y sus mitos populares de biblioteca logsiana, desde el 4 de febrero.
Otro de la serie, mostrado más abajo, mete en el mismo saco a los judíos, los nazis y los norteamericanos. Bush con el Ku Klux Klans y la silla eléctrica está a la misma altura que Pinochet, Franco, Hitler y Mussolini, rodeados de cadáveres. Y arriba, junto a Dios, Ghandi y Salvador Allende, que deben tener la misma relación entre ellos que el cangrejo de río con las placas solares de segunda generación, pongamos por caso. Por supuesto, de los mayores genocidas de la historia, el padrecito Stalin, Mao Zedong o los Jemeres Rojos camboyanos ni nombrarlos. Esos deben ser un invento de los enemigos del buenismo.
Está demostrado que la memoria no puede ser históricaEl recuerdo, la evocación, son selectivos. La Historia, con mayúsculas, es una ciencia imperfecta, con sus matices. Los que aquí no se dejan ver ni por asomo. Sin escala de grises, todo al blanco, los míos, o al negro, los demás. ¿Dónde están los Chaves Nogales en este cuento de tebeo de patio de colegio? ¿Cómo es posible que se retrate a los guardias civiles como elementos facinerosos que fusilaban republicanossi muchos de ellos dieron su vida en el otro bando por defender el orden constituido? Si los falangistas en España no llegaban a 2.000 recién empezada la guerra incivil ¿a cuántos tuvieron que matar cada uno si se les pinta siempre descerrajando fusiles sobre una tapia?
Yo, estimado director del Instituto, don Rufino de los Reyes, exconcejal socialista en Castilleja de la Cuesta, preferiría que si mis hijos estudiaran en este colegio público, sufrieran amnesia antes que les reeducaran con exposiciones de este tipo. Donde pareciera que hay profesionales que cobran por desenterrar odios ya gloriosamente fenecidos. Menos mal que todo el impagable trabajo de Antonio Garrido acabará yendo, seguro que habrá tenido infinitos compradores, al Museo Internacional de Arte Modesto en Sète, Francia. Allí, según reza la única página que he encontrado en la red sobre tan magno espacio creativo, reposan otros trabajos de arte “bruto”. Huelgan los comentarios.
Otra de las piezas que se pueden ver del pintor Antonio Garrido
Otra de las piezas que se pueden ver del pintor Antonio Garrido
El articulista se  pregunta lamentandose: "¿Cómo es posible que se retrate a los guardias civiles como elementos facinerosos que fusilaban republicanos. si muchos de ellos dieron su vida en el otro bando por defender el orden constituido?". Si hablamos de Barcelona sí, la guardia civil luchó codo con codo con los anarquistas. En Badajoz por ejemplo, el día 7 de agosto se sublevaron contra el Gobierno de la República, en Sevilla no podemos decir que la Guardia Civil protegiera al Gobierno. Si se fijara bien el periodista del ABC el artista titula al cuadro "Sevilla 1. Y"... Entiéndase entonces la obra, trata del golpe en Sevilla. Si se hablara de Madrid, pues podría haber pintado Paracuellos y las checas (qué tanto juego dan), pero no, se habla de Sevilla. La Sevilla del beodo Queipo de Llano. La Sevilla de la represión fascista.

Y es que la historia no es como nos la contaron. Seguimos llamando bando o ejército nacional, al bando facineroso que dio un golpe de Estado, cuando el único ejército nacional fue el ejército de la República. Los militares golpistas perdieron su graduación a levantarse en armas contra el Gobierno, por lo tanto, eran unos forajidos fuera de la ley.

Los artistas crean sus obras inspirados por las musas, no obstante Romualdo Maestre quiere ejercer de musa: "Por supuesto, de los mayores genocidas de la historia, el padrecito Stalin, Mao Zedong o los Jemeres Rojos camboyanos ni nombrarlos. Esos deben ser un invento de los enemigos del buenismo". ¡Qué no hombre!, dejad libertad al artista. Acaso el sr. Romualdo no es libre de escribir chorradas sectarias, como esta:
La Guerra Civil, por tanto, para mi generación, acabó en tablas, los perdedores fueron todos los españoles enfrentados en una lucha fratricida y los vencedores los que querían olvidar a toda costa las barbaridades cometidas en las dos mitades
La guerra la padecieron todos, pero la ganaron los que saludaban con la mano alzada. La ganaron los Yagüe, los Queipo y otros cientos de facinerosos. La perdieron los Companys, los Azaña, los presos, los deportados, los 50.000 asesinados de posguerra, los maestros de la República, las viudas que no podían llorar a sus muertos en público, las madres que no podían depositar flores en la tumba de su hijo, los hijos de los "rojos". Solo se olvidaron de las barbaridades cometidas en una mitad. ¿Sabrá Romualdo Maestre que fue la Causa General? La Causa General sigue ahí para que no olvidemos que malo fueron los rojos. Los archivos de la represión fascista fueron destruidos. Los juicios-farsa siguen vigentes. Seguimos siendo culpables de auxilio a la rebelión (menuda barbaridad), culpables por ser de izquierdas, culpables por ser masones, culpables por defender a un Gobierno salido de las urnas.

Ahí sigue de pie, desafiante, orgulloso el Valle de los Caídos. Ahí sigue tal y como lo dejó Franco para que recordemos su victoria contra el "bolchevismo". Quién se puede tragar que ese engendro puede ser símbolo de reconciliación. Un mausoleo que para rellenarlo con víctimas de la guerra tiene que acudir al robo de víctimas de la barbarie franquista, jamás puede ser considerado cómo símbolo de reconciliación. ¿Acaso hay alguna señal que nos haga pensar que el engendro construido en
Cuelgamuros se hizo como acto de no seguir dividiendo a los españoles entre vencedores y vencidos? ¿Acaso Franco acudió a Cuelgamuros con un discurso reconciliador? No.

Claro hubo que olvidar el sufrimiento. Hubo que olvidar la guerra para poder sobrevivir. Nosotros no podemos olvidar la historia. Tenemos que contar lo que pasó y dar a conocer los horrores. Los historiadores tienen que seguir investigando sobre la represión que se trató de ocultar. No contamos con una Causa General --conservada en perfecto estado-- para saber que pasó en la retaguardia franquista. Muchas veces me he preguntado que hubiera pasado si la investigación que se hizo al acabar, se hubieran investigado todos los crímenes. Eso si hubiera sido buscar la reconciliación nacional. Qué hubiera pasado si se hubieran exhumado todas las fosas comunes: las rojas y las azules. No fue así, ese trabajo se está haciendo ahora: contar la otra mitad de la historia y desenterrar las otras fosas.

Esto no es reavivar odios. Si alguien se molesta, es porque esta muy a gusto con las mentiras que se contaron para justificar el golpe de Estado y los cuarenta años de dictadura. Por cierto para esa gente, les informamos que ya está a la venta la edición 10-Aniversario de “Los Mitos de la Guerra Civil” de Pío Moa

3 comentarios:

  1. Jeje, efectivamente, tienes razón. Este hombre parece no darse cuenta que el cuadro está inspirado en lo ocurrido en Sevilla, donde el Benemérito cuerpo fue descardamente partidario de los golpistas.

    Cierto es que en términos generales, la Guardia Civil, como toda la sociedad, estuvo muy dividida entre partidarios de los sublevados y partidarios progubernamentales. Tanto es así que según parece, el genocida Francisco Franco pensó muy seriamente en disolver el cuerpo.

    Pero lo cierto y verdad es que en Sevilla, Badajoz, como en tantos y tantos lugares, se dedicaron a llevar a cabo fusilamientos en la zona controlada por los fascistas.

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  2. Aquí en Extremadura fusilaron hasta a otros guardias civiles. Por fusilar que no quedara.

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  3. Más interesante sería centrarse en por que ocurrió, y no en las consecuencias.
    Así sabríamos que obras de arte, comentarios y exposiciones como estas, y otras muchas cosas, fueron las que llevaron a que la sociedad española fuese un auténtico desastre, con enfrentamientos continuos entre políticos, que enfrentaban a la gente, buscando el poder. Esto dio como consecuencia cientos de asesinatos, revueltas, manifestaciones, lo que hizo que durante la República de produjesen todo tipo de levantamientos, entre comillas, no sólo militares, también civiles, con resultados dramáticos. Este último fue un levantamiento más, por parte del ejército, solo de una parte. Mi opinión es que esta vez fue a más porque la sociedad estaba ya hastiada en cantidad suficiente como para que prosperase. Más una serie de eventos casuales que favorecieron el desarrollo, y la ineficacia del gobierno de la República para resolver la situación. Aún ha sabiendas de que iba a suceder no fue capaz de tomar las medidas adecuadas.
    Y no aprendemos.

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