martes, 23 de enero de 2018

El fraude de Stanley G. Payne


Este es el verdadero peligro historiográfico: Stanley G. Payne y adláteres. Para este hispanista el Frente Popular ganó las elecciones gracias a un fraude electoral. Esta rotunda afirmación se la ofrece a sus lectores sobre todo basándose en el último trabajo de Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García, sin embargo esta volumiosa obra -que está vendiendo tanto como Pío- ha sido puesta en evidencia por varios historiadores:
...Hace muchos años que se conocía la existencia de un fraude en la reunión de la comisión de actas de finales de marzo, durante la segunda vuelta de las elecciones, y en la repetición de los comicios que tuvo lugar en Cuenca, pero siempre creímos que el Frente Popular había ganado las elecciones en la primera vuelta de un modo justo y democrático. Sin embargo, según nuestras pesquisas, corroboradas por el diario del Presidente Alcalá-Zamora, eso no fue cierto. Es la mayor sorpresa de la Historia contemporánea de España que ha sido posible conocer gracias a la investigación de Roberto Villa García y Manuel Álvarez Tardío, dos jóvenes profesores de la Universidad Rey Juan Carlos... 
al menos cuatro historiadores han publicado al respecto del libro de Tardío y Villa García:

Francisco Espinosa, Receta antigua: "Fraude electoral 1936" al horno:
Ni en el artículo de Javier Redondo en El Mundo, en el que se llega a decir que las elecciones tuvieron lugar en "un ambiente viciado, radicalizado, polarizado y caníbal", ni en ninguna de estas entrevistas los autores mencionan que la obra no es en modo alguno novedosa, sino que se trata de una receta antigua. Exactamente de hace 79 años(...). Álvarez Tardío y Villa García comparten algo con Pío Moa: presentar como novedades ideas que proceden del pasado más negro de este país. Y algo más que define bien de qué proyectos hablamos: la acogida que les dan tanto la derecha como la extrema derecha española, desde los medios considerados conservadores hasta esa anomalía llamada Fundación Nacional Francisco Franco. El Dictamen de la Comisión sobre ilegalidad de poderes actuantes en 18 de julio de 1936, la Ley de Responsabilidades Políticas, la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo y la Causa General, todas ellas elaboradas entre 1939 y 1940, forman parte del gran proyecto represivo del fascismo español. Unas debían servir para justificar el golpe y la guerra y otras para aplastar aún más el mundo de los vencidos. El libro de Manuel Álvarez tardío y Roberto Villa García recoge y actualiza parte de aquella herencia.  

Santos Julia, Las cuentas galanas de 1936
Con gran fanfarria ha saludado la más rancia derecha la supuesta demolición de un tabú que estaría oculto, como aseguran los autores de tan estupenda hazaña, “por montañas de sombras y mentiras”, a saber, que el Frente Popular ganó por mayoría absoluta las elecciones de febrero de 1936 solo gracias a un “fraude decisivo” (...). De manipulación de actas electorales en varios distritos se habló desde los mismos días del proceso electoral, y de fraude ya decidió una comisión de eximios juristas del antiguo régimen, montada por Ramón Serrano Suñer en diciembre de 1938, en su dictamen sobre “la ilegitimidad de los poderes actuantes el 18 de julio de 1936”(...). Todo, pues, conocido y trabajado si se exceptúa el carácter decisivo —­en el sentido de inclinar la mayoría absoluta a una de las dos supuestas coaliciones en disputa— de la manipulación de actas que tuvo lugar en media docena de distritos electorales(...). 

Enrique Moradiellos, Las elecciones generales de febrero de 1936: una reconsideración historiográfica
En definitiva, y para concluir, la lectura del libro comentado ofrece perspectivas novedosas e información relevante sobre todo ese proceso. Pero no ofrece material probatorio para impugnar el hecho cierto de que hubo unas elecciones básicamente limpias y un resultado claro en forma de victoria electoral del Frente Popular, aunque no fuera con la mayoría abultada que finalmente se proclamó de manera oficial. En otras palabras: en febrero de 1936 no hubo golpe de Estado del Frente Popular (Pablo Gea Congosto), ni su triunfo fue resultado de una combinación de violencia y fraude generalizados (César Vidal), ni sus «manejos» robaron a las derechas su clara victoria electoral (Alfonso Bullón de Mendoza), ni su triunfo fraudulento y viciado por la violencia sirve de justificación del 18 de julio como mera reacción defensiva (Juan Robles). Todo lo contrario. Hay que recordar que lo que finalmente acabó con la democracia republicana, a la postre, no fue una revolución prohijada por las autoridades frentepopulistas, que destruyeron así internamente la pacífica normalidad constitucional (lo que, por cierto, evitaron entre el 19 y 20 de febrero). Lo que terminó con ella fue un golpe militar de perfil reaccionario que tenía en su punto de mira letal tanto el peligro de revolución social como la evidencia de la reforma democrática gubernativa en acción resuelta e imparable. Olvidar estas circunstancias es sumamente peligroso desde el punto de vista histórico. Casi tanto como desde el punto de vista cívico.

Ángel Luis López Villaverde, Lo que la ‘verdad’ esconde. A propósito de fraudes y violencias en 1936:

Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa utilizan abundantes fuentes primarias, pero desprecian buena parte de las aportaciones de la historiografía local y rehúyen las investigaciones que les son contrarias en su libro sobre la victoria del Frente Popular (...). MAT y RV ofrecen una visión edulcorada de la CEDA y responsabilizan de la polarización política y la violencia a las izquierdas. Exoneran sistemáticamente los comportamientos de las fuerzas policiales y ponen bajo sospecha las movilizaciones del FP, como una amenaza para la democracia.
2. Los autores comparan las elecciones de febrero de 1936 sólo con las de noviembre de 1933, como referente de limpieza electoral, pero no con las anteriores, lo que, a su juicio, resulta una mala praxis historiográfica. Y manipulan las estadísticas, al comparar campañas con diferente duración y mezclar actos de violencia política con movilizaciones sociolaborales.
3. Conceden más fiabilidad a las memorias de Gil Robles o a las opiniones del embajador portugués que a las memorias de Martínez Barrio o del embajador británico, porque concuerdan mejor con su argumentario.
4. Consideran “normal”, y no una extralimitación, que Gil Robles pidiera a Portela que solicitase a Alcalá-Zamora el estado de guerra.
5. Nadie negaba la presencia de fraude, sino que fuera de tal calibre que volcara el resultado en beneficio del FP. Los autores vienen a confirmarlo.
6. Para Martín Ramos, las Cortes que analizaron los resultados electorales eran legítimas y el partidismo de la comisión de Actas no era monopolio de la izquierda, sino fruto del marco electoral.
En definitiva, que la segunda cuestión también queda en entredicho, ya que MAT y RV no han conseguido probar ningún “vuelco” respecto de lo sabido hasta ahora. 
Según Ángel Viñas, parece que Payne no lee nada que no le interes -si es que acaso lee algo-. En fin más que historiadores parecen mulas con anteojeras


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aviso Legal
Este blog no se hace responsable de las informaciones y estudios que no sean veraces y que aparezcan en estas páginas. Intentamos verificar todo lo publicado para no faltar a la verdad. Esa es la línea que rige este blog, sabemos que nuestro esfuerzo puede no ser eficaz al 100 por 100, por eso en este blog está desabilitada la censura en los comentarios, para que puedan advertirnos de nuestro errores..

Debido a nuestra política de total libertad de expresión, no nos hacemos responsable de las posibles infracciones que puedan cometer nuestros colaboradores y participantes al dejarnos sus opiniones y sus artículos.

Los responsables del Blog Badajoz y la guerra (in) civil podrá estar de acuerdo o no con las opiniones de los colaboradores y de los participantes, debido a esto no se hace responsable de los perjuicios que puedan derivarse de los textos aquí reproducidos y de los comentarios de los usuarios.

Este blog es totalmente privado no dependemos de nadie y jamás no ha movido el ánimo de lucro, por favor se coherente con tus comentarios. Aquí no se ejerce la censura.