viernes, 25 de septiembre de 2020

Millán Astray, el fascista adorado por la extrema derecha

Mussolini en el centro, izquierda Astray, y derecha Pemán. Acto realizado en 1938 en el Día de Solidaridad con España

Si por mi fuera, a la pregunta que está realizando Fernández Barbadillo sobre Astray y Unamuno de no sé de que comida..., un servidor le contestaría que Astray a Unamuno lo único que le comería sería la... Como tenemos que ser educados, cada uno que cambie los puntos suspensivos por la palabra que crea oportuna; porque es una aberración comparar a Miguel de Unamuno con el fascista Millán Astray. Y esto lo está haciendo Fernández Barbadillo. Tienen un problema en la derecha al buscar  referentes intelectuales, se cuentan con los dedos de la mano, y por eso tienen que tirar de siniestros personajes como Astray.

Barbadillo se comporta de manera meliflua cuando escribe sobre el fascista Millán Astray. Según este periodista, Astray  era "Un personaje popular hasta en Estados Unidos", -que entenderán algunos por popular- puesto que llegó a viajar a EE.UU. visitando la academia militar West Point. ¿Ya está, por esto fue popular Astray en USA? Parece ser que Astray (siempre según Fernández Barbadillo) "realizó numerosos viajes al extranjero y en todos ellos le recibieron multitudes. En Roma, visitó al papa Pío XI y al duce Mussolini". Jamás hemos visto las imágenes de esas multitudes recibiendo al fascista Millán Astray. Pero hemos rescatado una instantánea muy curiosa

Esta magnífica instantánea inmortalizó el viaje que realizó Millán Astray en mayo de 1938 a la Italia fascista de Benito Mussolini. La fotografía recoge el momento cuando un nutrido grupo de jerifaltes del fascismo español e italiano -entre los que se encuentran, Pemán, Astray - presentan sus respetos ante la tumba del Soldado Desconocido. Se puede observar un dato curioso. Destacamos como ciertos militares realizan el saludo clásico y reglamentario. Los militares no estaban obligados saludar a lo fascista. No obstante, Millán Astray prefiere alzar el brazo al más puro estilo fascista. Pemán -el 2º por la izquierda- también está en su salsa con el brazo en alto. No se observan esas multitudes de las que habla Fernández Barbadillo. Lo que si que hay es mucho facha.


En el diario El Adelanto de Salamanca, Millán Astray tendría palabras elogiosas para Hitler y Mussolini. De Mussolini dice que "con la ayuda de Dios está salvando al mundo de todos los pecados de la carne mortal, de todas las asechanzas luciferixas, de todas las Galacias que el marxismo satánico y el demoníaco Lenin tendieron a la pobre humanidad extraviada y doliente con la fórmula falsa y mirífica de la justicia social". Con Hitler no se queda corto:

Sobre Adolf Hitler, de quien Millán hace un encomiástica glosa de su biografía política, asegura que "es un corazón encaminado hacia el bien, un espíritu místico, hasta ofrecer toda su vida y sus goces por la Patria. Un hombre -afirma- que llegó a la castidad por no sufrir influencias extrañas ni repartir su amor por la Patria y por la idea". Para el general legionario el Führer es algo más que una figura alemana, "es toda la voz de una raza que vibrando recia y virilmente, que sintiéndose salvadora de sus esencias culturales y de sus tradiciones, le dice al mundo que ella está alerta y dispuesta a cumplir con su lema "sangre y honor". El Salto...👈

Estos son los personajes tan lamentables que reivindica Pedro Fernández Barbadillo desde Libertad Digital. Pemán fue otro fascista al servicio de Franco, por muy intelectual que fuera. Lo que  hace incomprensible que su testimonio sobre lo que sucedió en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca pueda ser tomado en serio como en su día lo hiciera Severiano Delgado Cruz, el cual llegó a decir desde El País, que lo que ocurrió en Salamanca con Unamuno y Astray fue un incidente sin importancia.

En palabras de Colette y Jean-Claude Rabaté: 

No, el acto del 12 de octubre no fue "banal" porque Unamuno, ser de palabras, fue "fulminado" en el Paraninfo, y su última arma fue su pluma. A finales de octubre confesaba en un manifiesto escrito: "Por haber dicho que vencer no es convencer, ni conquistar es convertir, el fascismo español ha hecho que el gobierno de Burgos […] me haya destituido". Repitió lo mismo en una carta a Mari Garelli y en las cuartillas de El resentimiento trágico de la vida. También recalcó la violencia del acto escribiendo a Quintín de Torre: "¡Hubiera usted oído aullar a esos dementes de falangistas azuzados por ese grotesco y loco histrión que es Millán Astray!". El País...👈

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