SEGUNDA PARTE. Dejando las cosas claras sobre la Ley 52/ 2007 (memoria histórica) a los equidistasntes y demás ralea antidemocrática

¿Cómo y porqué fuimos a una Guerra Civil? Esas es la preguta que una legión de historiadores están tratando de explicarnos. ¿Fue responsable la II República? ¿La izquierda nos abocó indefectiblemente a aquella confrontación tan congruenta? ¿O por el contrario fue la derecha la culpable?

Es más que obvio que la inmensa mayoría de la población española no quería coger un fusil y salir a matar a su vecino. Pero, los años 30 fueron un periodo convulso tanto en España como en el resto de Europa (consultar el libro de Casanova, Europa contra Europa: 1914-1945 ). El problema español fue el pistolerismo, práctica terrorista muy ensayada en la monarquía alfonsina tanto por el anarquismo como por la burguesía de la patronal.

No solo heredamos de la monarquía de Alfonso XIII esa violencia obrera y antiobrera, sino el clericalismo y el anticlericalismo, y por supuesto las prácticas caciquiles y una España tremendamente analfabeta, a la vez que una floja clase media y un militarismo político acostumbrado a sus pronunciamientos decimonónicos. Todos esos males no se crearon durante la II República: el Gobierno del primer bienio (que duró solo dos años) y sus reformas modernizadoras no tuvo tiempo de transformar el país que venía padeciendo atrasos sociales y económicos de forma endémica y sin solución de continuidad. 

El segundo bienio con Lerroux primero, y luego con la ayuda de Gil Robles, se dedicó no a derogar las nuevas leyes progresistas, sino a paralizarlas por todos los medios, sobre todo la reforma agraria que fue la gran esperanza para miles de campesinos. El 50% de la población vivía del campo, y la industria española era notablemente atrasada. Según el periodista Iñaqui Etxarri:

Los avances de la sanidad y la educación públicas y la mejora de las condiciones laborales fueron sus grandes logros y el aumento del paro, la fallida reforma agraria y la caída de las exportaciones, sus grandes fracasos.

¿La reforma agraria fue fallida o la hicieron fracasar? Más bien lo segundo. Lo que está claro es que España socialmente era un polvorín, como también lo era Francia. ¿Entonces por qué en España hubo una guerra y en Francia no?

Durante la II República se produjeron varias insurrecciones anarquistas que los medios represivos republicanos atajaron sin mayor dificultad. El hispanista de tendencia anarquista Chris Ealham, ha escrito que "La República mantuvo el aparato represor de la Monarquía", y es bastante cierto, aunque intentó suavizarlo creando la Guardia de Asalto, que en ocasiones se comportó de igual manera que la Guardia Civil, pero no es menos cierto que los anarquistas también mantuvieron el pistolerismo que usó durante la Monarquía de Alfonso XIII". De los pocos anarquistas que tuvieron visión democrática fue Ángel Pestaña. 

El primer golpe de Estado antirrepublicano se produjo en el 32 bajo la dirección de José Sanjurjo (la Sanjurjada) que fue desactivado sin mayores problemas y con pocas víctimas mortales. Por lo visto al afamado general no le gustó que el Gobierno reformista le concediera a Cataluña la autonomía.

Este golpe fallido sirvió como un ensayo de lo que en un futuro, no demasiado lejano y más próximo que lo deseable, no había que hacer. Aprendieron empíricamente que la izquierda ya no era la misma timorata y que no estaba dispuesta a ser avasallada  como en épocas pretéritas.

En el libro Los mitos del 18 de julio (VVAA.), se reproducen las Instrucciones Reservadas del general Mola:

INSTRUCCIÓN RESERVADA NÚMERO 1

Base 5ª

... Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado.

Desde luego serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos, sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebeldía o huelgas... Pág. 346

Esos castigos "ejemplares" consistían en los asesinatos de todos los dirigentes de las izquierdas que cayeran en las fauces fascistas. Cuando las columnas asesinas entraban en una localidad, lo primero que hacían era detener a todos los alcaldes o concejales de las izquierdas y aplicarles el ilegal bando de guerra. Normalmente antes de que entraran los fascistas, se solía producir una desbandada. En Badajoz a los dirigentes políticos que salieron huyendo a Portugal lograron apresarlos porque el Régimen salazarista devolvió a buena parte de ellos, como fueron los casos del alcalde Sinforiano Madroñero o el diputado Nicolás de Pablo.

El primer alcalde republicano de Badajoz tras ser elegido en las elecciones municipales celebradas en 1931, Eladio López Alegría, cuando entró Yagüe en Badajoz optó por esconderse en los sótanos de su vivienda, y al mes justo, cuando pensó que lo más gordo había pasado, se dirigió a su oficina de la Cámara Urbana y allí mismo lo detuvieron. Al día siguiente fue asesinado en las tapias del cementerio.

Volviendo a la izquierda que no era la misma que antaño. Como se puede observar, en las instrucciones del "Director" del golpe de Estado  se decía de la izquierda o el enemigo que era "fuerte", y estaba "bien organizado". Por lo que tendrían que ser extremadamente violentos si querían subvertir el orden constitucional. Esta lección la aprendieron de la Revolución de Octubre del 34 y de la Sanjurjada del 32.

La izquierda había avisado de que si Gil Robles entraba en el Gobierno no se iban a quedar cruzados de brazos. Esta amenaza la cumplieron. Se puede alegar que eso fue otro golpe de Estado,  Puesto que visto con los ojos de hoy, un golpe de Estado es según la RAE, la "Destitución repentina y sustitución, por la fuerza u otros medios inconstitucionales, de quien ostenta el poder político". La izquierda pretendió sacar a la derecha del Gobierno de forma nada democrática. Lo que hubiera sucedido de triunfar  los revolucionarios nadie nunca lo podrá saber. De todas formas, la Revolución del 34 en dos semanas fue sofocada por que el Ejército que se puso a las órdenes del Gobierno derechista legal y legítimo.

¿Qué quiere decir esto?, que con las fuerzas del orden y sobre todo del Ejército, se podía mantener la legalidad republicana; como se vio en las revueltas anarquistas, en la Sanjurjada y en la Revolución de octubre del 34.

Los monárquicos de Calvo Sotelo le dijeron a Mussolini en 1935 que si las derechas llegaban al poder ellos se sublevaban. Desde hacía tiempo los alfonsinos viajaban a la Italia fascista para acordar con Mussolini ciertas "ayuditas" económicas con la que buscar adeptos dentro del Ejército (consultar la obra de Viñas, (Quién quiso la Guerra Civil).

Y así fue, el Frente Popular ganó las elecciones en febrero del 36: en cinco meses prepararon el Golpe de Estado que no se iba a parecer nada a la Sanjujada, porque el enemigo -la izquierda- es "fuerte y bien organizado". Lamentable el Gobierno sabiendo lo que se estaba fraguando no detuvo el golpe con contundencia; mostrando así, una ineptitud desesperante.

El 17 de julio por la tarde en el norte de África empezó el golpe, que al día siguiente 18 de julio se trasladó a la península. Ahora sí, gran parte del Ejército aunque no todo, se alzaba en armas contra el Gobierno republicano. Era una rebelión, según Mola, para la "Defensa de la dictadura republicana. Las sanciones de carácter dictatorial serán aplicadas por el Directorio sin intervención de los Tribunales de Justicia" (EL DIRECTORIO Y SU OBRA FINAL. MADRID 5 DE JUNIO DE 1936. FIRMADO EL DIRECTOR [Emilo Mola Vidal])

El plan inicial era montar una dictadura republicana -para atraer también a quienes veían con buenos ojos la II República- para más tarde traer a España a Alfonso XIII y montar un gobierno a la italiana con Calvo Sotelo haciendo funciones de Mussolini. Calvo Sotelo fue asesinado el 13 de julio, y Sanjurjo murió en un accidente con su avioneta antes de salir de Portugal. La idea original se estaba trastocando. Franco cuando ocupó todo el poder, el 15 de agosto en Sevilla y tras una ceremonia militar, volvía a izar la bandera roja y amarilla. Se acabó la II República y los borbones -al menos hasta la muerte del dictador- y comenzaba una longeva dictadura que se afianzó rotundamente tras un ingente baño de sangre. El enemigo que era " fuerte y bien organizado", no lo fue tanto. Desgraciadamente.

Mi buen amigo Javier no quiere que removamos el pasado (él dice la mierda), porque corremos el riesgo de otra Guerra Civil. A él por lo visto tampoco le gustan esas horrorosas cruces franquistas pero...

... que yo no defiendo a esos putos franquistas, coño....que lo que defiendo es que las cosas se dejen como estan porque vamos a tener más cruces como esa si se sigue así. Y otra guerra civil.

¿De verdad que se dan las condiciones precisas para una guerra civil? Hemos padecido una crisis brutal que comenzó en 2007 y que dejó 6.000.000 de parados. Un sueldo de mileurista que antes se consideraba un insulto hoy se piensa de el; que..., ¡quién lo pillara! Tras el 15 -M del "no nos representan", M. Rajoy consiguió la mayor mayoría absoluta de la historia del PP, un Partido Popular lleno de mangantes, que sí, que en el PSOE también los hay, por supuesto. La reforma laboral de los conservadores ha creado trabajadores pobres; la Ley mordaza es un auténtico atentado democrático; el viejo Rey se ha "largao" con sus amigo los sátrapas del Golfo, (del Golfo Pérsico, no seáis mal pensados) porque tenía escondido mucho dinero fuera de España; y para colmo tenemos a millones de personas defendiéndolo. Y lo último, nos suben el recibo de la luz de forma totalmente abusiva mientras los consejos de la eléctricas están llenos de políticos del PP y PSOE. Por Dios, amigo Javi, ¿quien iba a coger no digo ya un fusil, sino un tirachinas para defendernos de un golpe de Estado? No existen las condiciones de repetir el pasado. Ni siquiera la declaración de Independencia de Cataluña (declaración que duró un minuto) ha sido el detonante para que unos militares al margen de la ley cogieran el mando del timón.

Es cierto que entre la reacción hubo gente, como fue el caso de Antonio García-Trevijano Forte, que llamó al Ejército a pronunciarse como en siglos pasados. Pero es justo reconocer de que solo han sido cuatro imbéciles sin ninguna prédica de peso en la esfera pública. García-Trevijano, afortunadamente, era un piradillo al que nadie le hacía caso, excepto su secta y los cuatro tarados que iban a las urnas a romper el voto en cualquier comicio electoral. 

LOS 24 EXPOLÍTICOS DEL SECTOR ELÉCTRICO