viernes, 23 de junio de 2023

EN LA GUERRA CIVIL NO TODOS FUERON IGUALES. EL CASO DEL CAPITÁN ANTONIO BALAS LIZÁRRAGA

Dibujo: Daniel Ponte Balas

 Existe una postura equidistante que dice que en la Guerra Civil todos fueron iguales, igual de culpables e igual de asesinos. Ángel Viñas en recientes estudios (¿Quién quiso la Guerra Civil?) ha puesto en relieve que los verdaderos organizadores de la Guerra Civil fueron los monárquicos alfonsino de José Calvo Sotelo, con la ayuda inestimable de Mussolini y de las fuerzas interiores de José Antonio Primo de Rivera y del carlismo tradicionalista.

Que en la retaguardia republicana se cometieron verdaderas atrocidades es un hecho reconocido por el Estado franquista, que en donde pudo exhumó a sus propias víctimas y llenó España de cruces de los caídos. La primera memoria histórica la creó el franquismo, pero solo reconocía las victimas de su bando. No vamos a negar la brutalidad criminal en la retaguardia republicana, pero podemos asegurar que no todos fueron iguales. La sacas de Paracuellos las frenó en seco el anarquista Melchor Rodríguez (el Ángel Rojo). 


El alcalde de Zafra, José González Barrero, que posteriormente sería asesinado en el campo de concentración de Castuera, evitó que unas monjas fueran linchadas. Los industriales hermanos Pla, intercedieron por los presos en la cárcel Provincial de Badajoz, cuando una turba de milicianos pretendían asesinar a los presos de derechas. Existen más ejemplos, pero hoy me quiero centrar en quien entonces era sargento de infantería, Antonio Balas Lizárraga, más tarde fue ascendido a capitán. 

Antonio Balas Lizárraga era natural de Babilafuente (Salamanca); nació un  26 de junio de 1901. "Hijo de un capitán de la guerra de Cuba y de una mujer vasca que falleció al poco de nacer él, se alistó voluntario el ejército español en 1920, tras la disolución del Cuerpo de Correos, cuya oposición había aprobado". Se formó en las guerras del Rif. Le condecoraron con cuatro medallas (entre ellas la medalla al mérito militar con distintivo rojo). Se estaba preparando en la academia militar de Ávila para ascender a teniente cuando el 18 de agosto estalló el golpe de Estado. Con lo cual tuvo que defender la legalidad republicana.

Según un descendiente suyo, Daniel Ponte Balas, Antonio Balas Lizárraga tuvo un gesto heroico reseñable en la localidad de Lobón defendiendo a los presos de derechas :

Alrededor de 30 personas habían sido encerradas en dependencias del ayuntamiento (el cura, el secretario del ayuntamiento, el juez municipal, el jefe local de Falange Española, y demás personas consideradas de derechas).

Un grupo de milicianos (parece ser que foráneos, que querían pasar en dirección Madrid) quiso quemar dichas dependencias con los presos dentro, ante lo cual, pistola en mano, el entonces Sargento Balas les dijo: ¡Para defender la República, alistaos en el ejército!

Tras esto, obtuvo las llaves del recinto y se las dio a los presos para garantizar su libertad. Leer más...👈

Todo esto ocurría el 13 de agosto horas antes de que Lobón fuese tomada por las tropas golpistas. He visitado la falaz Causa General y en los documentos no se menciona ningún tipo de intento de asesinato contra los presos de derechas. En los listados aparecen cuatro asesinados por los "republicanos" el mismo día 13

José Dorado Aunión, Antonio Molina Puertas, y lo que parecen ser los hermanos Martín y Martín, Ángel y Fidel, pero según aclara Espinosa eran padre e hijo: farmacéutico de setenta y dos años y su hijo, mancebo de farmacia de 34 años. Según consta en la Causa General fueron asesinados por "Los rojos en su huida". Sin embargo como cuenta Francisco Espinosa en La columna de la muerte, "tales hechos no sucedieron en Lobón sino en Talavera"....

... [Según] "la Sección salmantina de recuperación de Documentos afirman que los izquierdistas de Lobón "no hicieron crímenes ni asesinatos". La columna de la muerte, Pág. 58.

El investigador Francisco Pilo Ortiz niega que  Antonio Balas Lizárraga hubiera cometido tal acto de heroísmo, porque cuando sucedió aquel hecho estaba detenido en Portugal, sin embargo, existen muchas contradicciones en las aseveraciones de Francisco Pilo Ortiz. De la heroicidad de nuestro protagonista se ha hecho eco el cronista de Lobón y lo corrobora Francisco Espinosa...

... Otro aspecto que tampoco se suele contar en estos documentos es que los presos de Lobón fueron protegidos de quienes proponían acabar con ellos cuando se acercase la columna por el sargento de infantería Antonio Balas Lizárraga, quien pasó por allí el día 13 con un pequeño grupo de soldados y milicianos de la columna del diputado Sousa. Ibidem, Pág 58.

Mas adelante, en las notas a final del libro, escribe Espinosa en la nota 148....

Este hecho fue reconocido en la Causa 693/37 por el mismo juez instructor Martínez Mediero, quien recogió los testimonios de varios vecinos. Ibidem, Pág.468

En 2021, mantuve una conversación con Daniel Ponte Balas. Y esto fue lo que me comentó:

El caso es que tengo el expediente judicial completo (todo lo completo que se puede tener, se entiende) de la causa conjunta abierta contra Antonio Balas Lizárraga y José Balas López (hermanos y oficiales profesionales del EPR). Entre toda la documentación, la relación de las 30 personas firmantes del aval para conmutar la pena de muerte de Antonio. Teniendo en cuenta que mi familia no es de Lobón, ni conocemos ni hemos conocido nunca a nadie allí, ¿qué sentido tendría entonces este documento? ¿Por qué iba a firmar a favor de un rojo el jefe local de Falange si no era porque este le había salvado de morir quemado vivo?

En efecto, ¿porqué en el consejo de guerra contra Antonio Balas Lizárraga varios vecinos de Lobón, entre los que había un destacado falangista, iban a testificar a favor de un militar rojo e iban a confirmar que Antonio Balas Lizárraga les salvó la vida? Y más si el militar era salmantino y no tenía conocidos en Lobón.

Antonio Balas Lizárraga ingresó en el fuerte de Caixas (Lisboa) el día 24 de agosto junto a otros militares como Ildefonso Puigdengolas o el comandante de infantería Luis Benítez Álvarez (según el documento que aporta Francisco Espinosa). Según  Espinosa: "La mayoría había entrado en Portugal el día 13". ¿Se puede estar el día 13 en Lobón y Portugal? Si cogemos el mapa y vemos la distancia que hay desde Lobón (Badajoz) hasta la frontera de Portugal con Elvas, y si pensamos que en los años 30 ya existía la rueda y el motor de explosión y se habían construido muchas carreteras; y sobre todo, si pensamos que el día tiene 24 horas, no hay ningún misterio. Hoy tardamos 20 minutos en llegar a Elvas, y dos horas en llegar a Lisboa. En los años 30 ese tiempo como mucho se podría duplicar: 40 minutos a Elvas y cuatro horas a Lisboa. Hay quien se piensa que la II República nos llevó de nuevo a la Edad Media.

Hay gente empeñada en enfangar la memoria de los héroes de la II República que no se sumaron al golpe de Estado, pero nosotros nos encargamos de lo contrario.

3 comentarios:

  1. A mi me parece que la documentación judicial encontrada por el hijo de Antonio Balas es bastante aclaratorio, pues como bien dices, qué razón podían tener esas treinta personas, entre ellas el jefe local de Falange, para firmar un aval en su favor si ni siquiera era de Lobón.

    Evidentemente, sólo un hecho extraordinariamente humanitario por parte de Antonio Balas podría justificar esta movilización en favor suyo.

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  2. Yo creo que hay poco lugar para la duda.

    DE FRENTE

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  3. Gracias por seguir defendiendo la verdad.
    En el libro del Sr Espinosa "La columna de la muerte", podemos leer sobre varios casos como éste, desgraciadamente los traidores sublevados eran sordos a la verdad.

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