viernes, 30 de junio de 2023

SOLO HAY UNA MEMORIA HISTÓRICA INSTITUCIONAL: LA REPUBLICANA.

 


Que en la retaguardia republicana se cometieron indecentes asesinatos y auténticas canalladas durante la Guerra Civil, es algo que ningún historiador, por muy "rojo" que sea, deje de reconocer. Las matanzas republicanas es un asunto que el franquismo se ocupó de investigar a conciencia. Para tamaña empresa creó la Causa General, una aberración jurídica que investigó oficialmente los crímenes de los leales en  la zona republicana. Visitando la Causa General, los historiadores han creado un censo más o menos fiable de todos los muertos en las matanzas republicanas lejos del frente. Alrededor de 50.000. Han hecho lo mismo con los muertos en el bando faccioso y la cifra casi se triplica, 150.000 víctimas. Esta segunda cifra es la que ocultó el franquismo, que tras largos años de estudio, los historiadores han ido desentrañando la historia que se ocultó debidamente.

Por otro lado, la sociedad civil demandaba recuperar los restos de sus antepasados que yacían en cunetas y en fosas comunes olvidadas en centenares de cementerios. Las primeras exhumaciones se realizaron después de la muerte de Franco. Hubo un parón después del golpe de Estado del 23F, y en el año 2.000, Emilio Silva buscando a su abuelo en Priaranza del Bierzo, volvió con tal noble tarea. Esta vez las exhumaciones se hacían con métodos científicos, y se podía identificar a quien pertenecía el resto cadavérico usando el ADN de algún familiar y del propio esqueleto (no en todos los casos por el tiempo transcurrido y el deterioro de los huesos).

Es a partir de ahí cuando se crea la Asociación de la Memoria Histórica (ARMH). Muchos y muchas ciudadanas acudieron a Emilio Silva y sus socios, para que les ayudaran a encontrar a algún ser querido desaparecido en la Guerra Civil. En todas las CC. AA. se crearían sus respectivas asociaciones de memoria. Más tarde Zapatero por presión de la sociedad civil, crearía la Ley 57/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, que conocemos coloquialmente como Ley de la Memoria Histórica.

Y es en en este punto donde entra la derecha española a no querer reconocer dicha ley. Decían y siguen diciendo, que tenemos que olvidar para no reabrir heridas. Otros argumentaban que solo se reconocían las víctimas de un bando, y que se olvidaban de las víctimas de los republicanos. Esto no es cierto, porque la ley de Zapatero (igual que la ley de Pedro Sánchez de la Memoria Democrática), reconocen a las víctimas franquistas y republicanas. Solo que la víctimas que habían sido olvidadas por el Estado, son las víctimas que perdieron la Guerra Civil. Franco reconoció a todas sus muertos instalando cruces de los caídos por toda la geografía española. Además creó una aberración jurídica llamada Causa General, donde no se quedó ninguna localidad, por pequeña que fuera esta, sin investigar los crímenes de los leales.


Un señor, ya jubilado, Miguel Guerrero Antequera, ha escrito la novela Los refugios del Sur. Se presentará en la Diputación de Almería con la presencia de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, senador por Almería y exalcalde de Almería por el PP. Es raro ver a un político del Partido Popular en la presentación de un libro que, según el autor, trata sobre memoria histórica. Pero para este autor existen dos memorias que rescatar, y afirma que "De la memoria histórica hay que conocer las dos partes"...

... Pues que de la memoria histórica hay que conocer las dos partes. No unívoca que es como se intenta hacer, en general. El señor neutral que esté aquí que sepa qué pasó y con quién se la juega. Tanto de un lado como de otro. Leer más...👈


Según el Diccionario panhispánico del español jurídico, la memoria histórica es el "Reconocimiento de situaciones jurídicas o derechos derivados de hechos históricos desconsiderados durante un régimen dictatorial". En Latinoamérica nos llevan años de adelanto en estos menesteres. Por tanto, no podemos hablar de memoria histórica al referirnos a los asesinatos durante la Guerra Civil en la retaguardia republicana. Franco reconoció a todas sus víctimas instalando cruces de los caídos por toda la geografía española. Además, creó una aberración jurídica llamada Causa General, donde no se quedó ninguna localidad, por pequeña que fuera esta, sin investigar los crímenes de los leales. En la Causa General mandaban una circular preguntando si existían fosas comunes con víctimas de los republicanos. Se entiende que los franquistas en la medida que pudieron exhumaron a sus caídos por Dios y la por Patria. Con Franco solo hubo una memoria histórica, la del franquismo.

Miguel Guerrero Antequera, confunde pues, memoria con historia. Es obvio que todo el mundo tiene derecho a escribir sobre cualquier suceso de la Guerra Civil, y es muy bueno que sepamos lo que ocurrió en ambas retaguardias, pero en tono de memoria histórica, y más institucionalmente, solo podremos escribir sobre las víctimas del franquismo. Por mucho que esto puedo molestar a los conservadores y ahora a los fascistas de Vox. 

También existe la memoria histórica personal, esta es la que los familiares rescatan en libros autoeditados o en breves relatos por las RR. SS. o en revistas especializadas. Y aquí esa memoria histórica pertenece al plano exclusivo familiar. Pero contar unos hechos históricos, como los asesinatos de Paracuellos, jamás se podrá enmarcar dentro de la memoria histórica. Y esto es así, porque solo tenemos que visitar la Causa General, para observar que aquello Franco lo investigó con los medios al alcance de su época, y la memoria histórica es el "Reconocimiento de situaciones jurídicas o derechos derivados de hechos históricos desconsiderados durante un régimen dictatorial": los únicos hechos históricos desconsiderados durante un régimen dictatorial, fue la represión franquista.


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