Félix de Azúa, cuando el nacionalismo vuelve conservadores a los intelectuales

Según la RAE, un intelectual es alguien que está "Dedicado preferentemente al cultivo de las ciencias y las letras". Bajo esta definición España está repleta de intelectuales, pero solo alcanzan cierto grado de visibilidad los más audaces, los que se dedican a la política apoyando partidos políticos, los que escriben bests sellers, los que escriben en la prensa... Se podría pensar que estas personas por su capacidad intelectual sus consejos debieran de ser el faro que nos guíe, y sus opiniones deben de ser escuchadas acríticamente. Pero esto no es así.

Un intelectual padece de las mismas miserias ideológicas que el resto de los mortales. Uno de los grandes intelectuales españoles fue Miguel de Unamuno: filósofo, escritor y rector de la Universidad de Salamanca; alguien que, de oponerse a la dictadura de Miguel Primo de Rivera, acabó apoyando a los golpistas del 36; y en especial a Franco. Según el escritor Luciano González Egido, cuando Unamuno se enteró de que los militares se habían alzado contra el Gobierno republicano burgués de izquierdas, salió a la calle y gritó, "¡Viva España, soldados! ¡Y ahora, por el faraón del Pardo!". El faraón no era otro que Azaña (ver enlace...👈). 

Unamuno quería "salvar la civilización occidental, la civilización cristiana, tan amenazada". En su paso por la política, antes del 18 de julio, dejó discursos nacionalistas tales como este:  "yo no soy un diputado de Castilla, ni siquiera, en rigor, creo que me haya traído aquí la República, aunque sea un diputado republicano. Aquí me ha traído España, Yo me considero un diputado de España, no un diputado de un Partido, no un diputado castellano, no un diputado republicano, sino un diputado español" (ver enlace...👈). La actitud de Unamuno ni tiene justificación ni perdón alguno, por mucho que se le haya intentado justificar por ser quien era. Es obvio que el apoyo del rector de la Universidad de Salamanca se truncó cuando vio que había legitimado a unos asesinos, pero ni es que cuando el golpe hubiera sido incruento, el apoyo de Unamuno a los golpistas tenía justificación.

Félix de Azúa, otro intelectual del nacionalismo español, durante la transición podría ser considerado como progresista. Según Ignacio Sánchez Cuenca: "Empeñados en conservar el prestigio social de considerarse progresistas [entre los que se encuentran Azúa], concluyeron que el verdadero izquierdismo consistía en dedicar toda la energía a combatir la bestia excluyente que todo nacionalismo lleva en su seno". Pero ese progresismo de Azúa, gracias a su nacionalismo español excluyente, acabó desapareciendo como el Guadiana. Azúa ha llegado a quitarle hierro a Vox . "La extrema derecha en España no es Vox, son los separatistas catalanes". Sobre los derechos de las mujeres ha asegurado que "El feminismo está logrando que la sociedad sea mucho más aburrida". En su afán de blanquear a Santiago Abascal no dudó en decir que "Tenemos la extrema derecha más de izquierdas de toda Europa". Sobre las universidades espetó que "La universidad está controlada por Podemos en Cataluña y por los nacionalistas en el País Vasco". Podemos desgraciadamente no controla nada.

Recientemente han expulsado de El País a otro intelectual que merece otro apartado, Fernando Savater. El Sr. Savater hacía tiempo que estaba muy lejos de la línea editorial del diario del grupo Prisa. A finales de diciembre, Savater publicó un artículo en El País en donde comparaba la amnistía al procés con la pederastia. Savater "Sostenía que la ley de amnistía era un abuso mucho más lesivo para la ciudadanía que la pederastia". Savater, no solo relativizaba el número de abusos sexuales habidos en los estamentos religiosos y laicos a lo largo de estos últimos tiempos, sino que se “descojonaba” (sic), diciendo que esa cantidad de abusos, no sólo era “fruto del embeleco de la estadística, sino que los frivolizaba arguyendo que él se libró de ellos gracias “a lo feo que era”, lo que evidenciaría el nivel de seriedad con que el autor de Invitación a la ética se tomaba este asunto" (Nueva Tribuna...👈). Era tan solo cuestión de tiempo que a este hombre lo pusieran de patitas en la calle de un diario progresista. 

Y no se trata de censura como ha alegado el filósofo, sino conflicto de intereses. Si un diario busca un nicho de lectores entre el progresismo, columnistas como Savater pueden espantar a suscriptores que con sus aportaciones económicas sustentan el diario. Es como si en elDiario.es fichasen como columnista a Hermann Tertsch. ¡Los suscriptores se marcharían en desbandada!

Para solidarizarse con Savater, Félix de Azúa ha abandonado El País cargando contra las mujeres de la redacción: "Feministas radicales que mantienen un régimen de terror dentro de la redacción". Y el diario The Objective le ha publicado en las RR. SS. un vídeo cargado de estupideces.

En el vídeo, Azúa se queja de que El País "como es bien sabido ha sufrido una tremenda transformación", y por eso está en manos de grupos radicales y muy autoritarios. Para este carca, Pepa Bueno no es la directora del periódico sino ¡Zapatero, que "es quien lleva la línea directiva"! En El País no soportan una opinión en contra del gusto de Zapatero y de las feministas radicales de El País que mantienen un régimen de terror dentro de la redacción. Acaba diciendo que ahora va a escribir en The Objective, algo que lleva haciendo desde hace tiempo: desde el 5 de mayo de 2021 (ver enlace...👈). Menudo manipulador.

El País lleva siendo pro-PSOE desde tiempos de la transición, pero cuando sufrió una prodigiosa transformación, fue cuando Antonio Caño estuvo al frente de la dirección, El País que se convirtió entonces en un diario anti Pedro Sánchez. Decenas de suscriptores se dieron de baja del diario del Grupo Prisa.

En 2018 cesaron de la dirección a Antonio Caño...

... Prisa ha decidido dar un golpe de timón a su buque insignia y pondrá fin en los próximos días a cuatro años de gestión. Un periodo en el que la difusión de la cabecera se ha desplomado un 32% y sus ventas han caído un 36%. El Español...👈

En 2016 El País se tuvo que disculpar "con los suscriptores que causaron baja por la campaña contra Sánchez":

... La dura campaña que realizó El País contra Pedro Sánchez en los días previos a su dimisión ha tenido un efecto rebote sobre el diario de Prisa, dado que ha provocado un aluvión de solicitudes de baja entre sus suscriptores, descontentos con la línea editorial. Para intentar revertir su decisión, el director del rotativo, Antonio Caño, les ha enviado recientemente una carta en la que expresa su disgusto por la pérdida de estos abonados y reconoce que el tono de las críticas hacia el exsecretario general del PSOE quizá fue excesivo. Vozpópuli...👈

Si en un diario, donde sus lectores son progresistas, se cambia de línea editorial, ese diario está abocado al fracaso estrepitoso. El Grupo Prisa no tuvo más remedio que cesar a Antonio Caño. La pela es la pela. En 2021 Antonio Caño fue despedido de El País...

... Estos relevos en Prisa son consecuencia de la toma de control de la compañía por parte del fondo Amber Capital, máximo accionista de la empresa, apoyado por Vivendi y Telefónica. Fuentes conocedoras de estos movimientos inciden en que los cambios obedecen a la necesidad de modernizar y digitalizar los cuadros de mando de un grupo cuyos principales dirigentes todavía seguían unas fórmulas de gestión que no había conseguido llevar a la empresa a la rentabilidad. elDiario.es...👈

¿Adonde acabó Antonio Caño? Lo mismo que Félix de Azúa en The Objective: "The Objective ficha a Antonio Caño como presidente de su nuevo Consejo Editorial"...

...  El periodista Antonio Caño, exdirector del diario El País, ha sido nombrado presidente del Consejo Editorial, que está compuesto además por Benito Arruñada, Félix de Azúa, Francesc de Carreras, Victoria Carvajal, Ricardo Dudda, Joaquín Güell, David Mejía, Guadalupe Sánchez, Fernando Savater y Gadea de la Viuda, así como por la editora de The Objective Media, Paula Quinteros, y el director de The Objective, Álvaro Nieto. Laboratorio de Periodismo...👈

Resulta que desde noviembre de 2022 Félix de Azúa y Fernando Savater formaban parte del consejo Editorial de un diario ultraconservador como The Objective. ¿Serán sinvergüenzas y manipuladores? ¿A que vienen tantos lamentos ahora? El vídeo que ha publicado The Objective acaba diciendo Félix de Azúa que va a proponer una campaña con el lema "The Objective, El País del siglo XXI". Sinvergüenza y muy cara dura

Cuando algunos intelectuales pasan por la política, se convierten en meros propagandistas. Savater y Azúa fueron de Ciudadanos, hoy muy bien podrían militar en Vox. Si existiera un carnet de intelectualidad, a estos dos farsantes habría que retirárselos. Unamuno pasó por la política igual que estos dos cabestros, y desde el progresismo acabaron en el más furibundo nacionalismo español. Una pena.