¿Hay corrupción en el Ejército?

Estamos viviendo una época convulsa y tormentosa. En España miles de españoles están padeciendo los azotes de una crisis a la que nadie es capaz de ponerle solución. Al menos los partidos tradicionales no dan pie con bola, y no  me refiero solo a España.

Está visto que el libre mercado, como tal, no es capaz de crear trabajo. Para colmo una serie de escándalos económicos nos están produciendo ardor de estómago. Lo último, y suma y sigue, son las tarjetas negras de Bankia, Blesa tendrá que dar explicaciones como imputado. 20 millones de euros se han dilapidado en 10 años: PSOE, PP, IU, CCOO, UGT y cristo que lo fundó. Rafael Spottorno (ex-jefe de la casa del Rey -Juan Carlos- y consejero del otro Rey-Felipe- ) se gastó más de 200.000 euros (32.000.000 de pts.). Ayer supimos que el juez que encarceló a Blesa está fuera de juego por 17.5 años (el medio año viene de propina). Lo han acusado de prevaricación con el voto discrepante de Arturo Beltrán, que pedía la absolución de Elpidio Silva. Ya tenemos a dos jueces condenados antes que los supuestos chorizos. Baltasar Gárzón (Gürtel) y Silva (Blesa). Esto por no hablar del molt honorable que supuestamente era el que robaba a Cataluña. O del histórico ex-dirigente de SOMA-UGT, Fernández Villa, líder de la lucha minera, que ocultó 1,4 millones de euros a Hacienda

El choriceo llega a todos los estamentos donde se mueve el dinero público, cuando se roba a la empresa privada, los chorizos enseguida van al "talego". El tte Luis Gonzalo Segura, autor de la novela, un Paso al frente, donde denunciaba la corrupción en el Ejército fue arrestado por dos meses. El huffington Post se hacía eco de la noticia:

En su libro, Segura denuncia un funcionamiento de las Fuerzas Armadas plagado de malas prácticas. El Ejército es, según lo describe, una organización de castas en la que los altos mandos viven como semidioses con todos los privilegios del mundo, se gastan el dinero público o el destinado a la comida de la tropa como les viene en gana y utilizan los coches y helicópteros oficiales para su uso privado mientras se sirven de los soldados como chóferes. Segura describe una especie de mundo paralelo lleno de abusos, desvíos de dinero público, corrupción y acosos sexuales y laborales

Militares consultados por El Huffington Post aseguran que, por su contenido, Un paso al frente es una especie de libro prohibido dentro de los cuarteles y afirman que pueden "dar fe" de que lo que se cuenta en sus páginas es cierto. "Llevo años viendo esa clase de cosas día sí y día también. Todo lo que cuenta relacionado con un teniente que hace trabajos sucios [sicario] me parece un poco exagerado y un poco peliculero, pero vete tú a saber", explica un soldado.

Dada la opacidad del Ejército y con tantos cobardes en los gobiernos será casi imposible demostrar esto. Arturo Barea, en su maravillosa obra La forja de un rebelde, ya denunciaba la corrupción militar en el Rif. Repasando la obra de Paul Preston, El gran manipulador, la obra cotidiana de Franco, me encuentro en las pags 150 y 151 con otro caso de corrupción militar durante el franquismo:

Uno de los métodos que Franco utilizaba para mantener el control sobre los oficiales de el Ejercito era hacer la vista gorda ante la corrupción. Numerosos oficiales que tenían negocios utilizaban a soldados rasos y también a prisioneros de guerra republicanos como mano de obra barata o gratuita. Otros usaban vehículos de el Ejercito para sus asuntos privados. Aun nivel menor, incluso los oficiales de menor  graduación se servían de reclutas como criados domésticos, para realizar pequeños trabajos, cuidar niños y otras cosas por el estilo. Franco estaba enterado de todo esto y le gustaba que los demás supiesen que lo sabía. Sólo en dos ocasiones se valió de lo que sabía para expulsar de el Ejercito a un oficial superior. Uno fue el general Francisco de Borbón y de la Torre, acusado de trafico ilegal de alimentos. El otro fue el general Heli Rolando de Tella y Cantos , importante africanista cuyo meteórico ascenso en Marruecos solo había sido superado por los de Franco y Yagüe.

Heli Rolando de Tella fue uno de los militares que comandaban una de las columnas que subían desde Andalucía a Madrid dejando un rastro de sangre que jamás olvidaremos. Según indica Preston, estos dos militares posiblemente pudieran haber estado involucrados en un complot para derrocar a Franco e instaurar la monarquía borbónica. Hubo esfuerzos por parte de los monárquicos de aupar a Don Juan al Trono, No olvidemos que don Juan era su dueño legítimo, Juan Carlos I, fue nombrado ilegítimamente Rey de España por Franco.

Un servidor humildemente puede dar fe de esa corrupción, esta vez a una escala inferior. En el año 82, a un servidor le tocó cumplir con la patria, por suerte, fui destinado a Badajoz, realizando la instrucción en Cerro Muriano, y recalando después en el cuartel Menacho. Famoso durante la Guerra Civil. Mario Neves intentó entrar en el  para comprobar si se había fusilado en su interior, pero los militares le negaron el paso asegurándoles que allí no se había fusilado a nadie. Bien, una vez en el cuartel, a los seis meses de pelar infinidad de guardias, tuve la suerte de ser nombrado ordenanza del capitán. Dentro de mis atribuciones se encontraba mantener limpio y ordenado la oficina del Capitán Bueno, también tenía la misión de irle a por el Hoy y demás chucherías. En realidad, era el ordenanza de toda la compañía, cada vez que salía a la calle, media compañía me hacía algún encargo. Una vez un  cabroncete que estaba arrestado me pidió que le consiguiera hachís.

Un día  me mandan a la casa de un mando con el fontanero de la compañía. Allí, para mi sorpresa, el fontanero tuvo que arreglar una avería en el cuarto de baño del mando, mi misión era proporcionar las piezas de fontanería que  fuesen necesarias para acabar con la dichosa avería. Un servidor vestía de paisano y podía moverme sin dificultad. Más tarde, me enteré que un carpintero que teníamos en la compañía también le había realizado obras de carpintería. Los trabajos extraoficiales se sucedían más de lo deseable.

También corrían los rumores que los encargados de la cocina "sisaban" todo lo que podían y más. Ciertamente en el cuartel se comía de espanto. Los soldados más pudientes no pisaban el comedor en la medida que sus recursos económicos se lo permitían. Me chocaba poderosamente lo bien que se comía en el CIR nº 5 Cerro Muriano, y la bazofia asquerosa que nos hacían tragar en el cuartel de Menacho. Un servidor poseía el pase pernocta pero infinidad de veces tuve que comer aquella basura que decían que era comida.