Vota a la izquierda para frenar a Vox

Conozco a algunos anarquistas que siguen fiel a su ideología y no piensan votar. También hay otros seguidores de Antonio García-Trevijano que se creyeron sus cuentos de sirena y siguen empecinados en eso que ellos llaman "abstención activa" -menudo oximorón-. Convencer a los ya convencidos es una misión imposible además de una tarea ingrata. No pretendemos tamaña proeza. En realidad votar sirve de muy poco, quiero decir que, venga quien venga poco podrá cambiar, si exceptuamos algunas pequeñas mejoras: detrás de todo el entramado político están los poderes fácticos y financieros que son muy potentes. En EEUU tenemos buena prueba de ello. 

Pacto de gobierno en PP y Vox

Esta es la realidad, pero también es real que tenemos a la extremaderecha a la vuelta de la esquina, a esa verdadera derecha sin máscaras: franquista, machista, autoritaria, homófoba y racista que condicionará cualquier coalición derechista. Como hemos visto en Andalucía, el PP  firmó unos acuerdos con los extremistas de Vox para poder gobernar, y C's que dicen que no han pactado, no han tenido el menor reparo en formar parte de ese Gobierno auspiciado por Vox. Hipocresía pura.

Que el capitalismo sea el que condiciona cualquier gobierno y que por lo tanto la democracia es una farsa, no nos impedirá acudir este domingo 28 de abril a las urnas para pararle los pies a la extrema derecha. 

Los anarquistas españoles en las elecciones del 16 y 23 de febrero de 1936, votaron por el Frente Popular; si bien no entraron a formar parte de la coalición hicieron campaña a su favor. Buscaban una amnistía para los 15.000 presos de la revolución de Asturias y a la vez vieron la necesidad de no permitir la vuelta de las derechas al Gobierno de la II República.

Con todo esto, los anarquistas de los años 30, ni legitimaban a los republicanos burgueses, ni legitimaban "el sistema", ni mucho menos legitimaban el capitalismo, sencillamente se volvieron pragmáticos y aceptaron la realidad sin vacilación.

Algo parecido sucederá este domingo. Los tiempos son distintos, los métodos han cambiado. La ultraderecha ya no va por ahí a pistoletazos contra sus enemigos, ahora usan las RRSS para difundir su odio.

Una red de cuentas falsas de Twitter promueve a Vox en campaña
Investigadores británicos descubren un comando de casi 3.000 tuiteros bots con origen en Venezuela que difunde mensajes de odio al Islam y a favor del partido de extrema derecha. El País...👇

 9,6 millones de personas han recibido por WhatsApp bulos contra la izquierda y discurso de odio, según un estudio. eldiario.es...👇

Un joven amigo anarquista dejaba el siguiente texto en Facebook:

YO NO HE VOTADO NUNCA.
Yo no he votado nunca porque no creo en la "democracia parlamentaria". Desde hace muchos años he creído en la utopía: la anarquía. He sido muy crítico con Podemos desde el principio: gracias a la "infiltración" [participación si queréis] de miembros de Izquierda Anticapitalista en el 15-M y en otros movimientos sociales, y a la presencia activa de algunos profesores de la Universidad Complutense en los medios ganaron popularidad... consiguieron más de un millón de votos en las elecciones europeas. Podemos se ha arrogado el representar al 15-M (obviando el "que no, que no, que no nos representan"). Desde la presencia masiva de Podemos en las instituciones los Movimientos Sociales han ido "desapareciendo". Ni que decir tiene que es un partido con un estructura poco democrática y vertical. Tampoco me gusta que desde Madrid decidan el futuro de mi tierra.

Pero hoy no escribo para cuestionar (más aún) a Podemos. "Hoy quiero confesar" que por primera vez en mi vida VOY A VOTAR. Y lo voy a hacer con la nariz tapada. Pero lo voy a hacer por varios motivos:

• 1) El sexto diputado por la provincia de Badajoz se lo van a pelear C's (el partido que más miedo me da), VOX (nada nuevo, el PP con pocos filtros) y Unidas Podemos. Ninguna duda.
• 2) Me gustaría que ese sexto diputado, en este caso diputada, fuese Amparo Botejara (UP). Ha sido la responsable de sanidad de Podemos en el congreso. Médico de familia en un barrio obrero de Badajoz, la que ha defendido la sanidad pública y derechos como la eutanasia o el aborto frente a la caverna.
• 3) No estamos en una coyuntura pre-revolucionaria o revolucionaria. Absteniéndome activamente no le voy a poner freno a las políticas del trichafito, ni mucho menos. Los abstencionistas activos somos pocos, no sumamos y tenemos que seguir trabajando por una sociedad libre.
• 4) Desde las instituciones no se puede controlar al Poder, pero sí que se le pueden poner ciertas trabas y mejorar algunas condiciones materiales inmediatas de vida de las personas.

Siento defraudar a muchos compañeros, a colegas, a amigos,..., pero no quiero que apliquen las medidas de Andalucía a mi familia, a mis amigos, a las personas que quiero (a ti tampoco). Por todo lo que, resumidamente, planteo, el domingo votaré a UNIDAS PODEMOS.