14 DE ABRIL: DESMONTANDO A ESTANLEY G. PAYNE Y, ¡VIVA LA REPÚBLICA!

De esta guisa comienza un artículo de Payne para don Marhuenda en La Razón:

El 14 de abril de 1931 fue un día de gran regocijo popular en Madrid, Barcelona y otras ciudades principales de España. La monarquía había de repente «dimitido», sin lucha, abandonada por los mismos monárquicos, atónitos y desorientados por la rápida subida del entusiasmo republicano. La República trajo consigo una gran ilusión. No la de «la democracia» exactamente, aunque esto se invocaba también, sino especialmente la promesa del progreso, regeneración y transformación total.

Pareciese como si Stanley G. Payne por fin hubiera reconocido la realidad de por que se proclamó la II República. Pero no es cierto porque más adelante afirma que...

... "La realidad fue muy diferente. Los republicanos no habían ganado las elecciones municipales del 12 de abril, únicamente obtuvieron mayor porcentaje de votos en las capitales de provincia, y no en todas, por una minoría de votos. Pero esto fue suficiente para paralizar a unos monárquicos totalmente intimidados, desorganizados y sin líderes, una situación aprovechada por el Comité Revolucionario republicano para llevar a cabo un «pronunciamiento civil».

Álvarez Tardío entrevistando a Payne en la sede de FAES

 El historiador tejano y protegido de la FAES de Aznar, nos pretende convencer de que el Rey Alfonso XIII perdió los nervios y "dimitió" de su cómoda poltrona, porqué a pesar de ganar unas elecciones municipales, que los republicanos ganaron por un mínimo porcentaje de votos en las capitales de provincias, y para eso no en todas, tuvo miedo y se marchó al exilio. Para Payne no fue una proclamación limpia por vacio de poder, sino que para este hispanista, fue un golpe de Estado civil, pronunciamiento lo llama él. 

Esto ya es otra cosa. Este es Payne en estado puro. Es normal que escriba semejantes chifladuras, por otro lado, don Marhuenda no le hubiese pagado por sejemante chorrada. Si hubiese contado la realidad de como fue la proclamación de la II República, a Marhuenda no le hubiese gustado. Alfonso XIII se marchó con viento fresco, no porque en el grupo monárquico estaban "totalmente intimidados, desorganizados y sin líderes". Sencillamente las elecciones se tomaron como un plebiscito hasta para los monárquicos. Ni tan siquiera el general Sanjurjo movió un dedo para defender al Borbón. El almirante y presidente del Gobierno, Juan Bautista Aznar, que fue el que convocó las elecciones, reconoció que «España se ha acostado monárquica y se ha levantado republicana».

Los concejales obtenidos en capitales de provincia fueron de 937 para la conjunción republicano-socialista y 552 para la coalición monárquica, formada por el Partido Liberal Conservador, romanonistas, Unión Monárquica Nacional, agrarios, tradicionalistas y jaimistas. ¿Que pasa, acaso estos partidos no tenían y líderes y estaban estos totalmente desorganizados? ¿A caso eran tontos? Como hemos dicho anteriormente, esto no son más que chifladuras y chorradas de consumo barato.

En 2006 Ricardo García Cárcel escribía para el ABC (sí para el ABC)...

...Pero tras las cifras globales había una realidad: la hecatombre del voto monárquico en las capitales de provincia. Sólo en 7 ( Lugo, Vitoria, Pamplona, Soria, Ávila, Cádiz y Palma) habían ganado los monárquicos. En Madrid, el triple de votos republicanos que monárquicos. En Barcelona, el cuádruple. La opinión pública urbana había triunfado sobre las inercias del viejo sistema. El hundimiento moral de la monarquía fue total.

Aznar, abatido, dijo aquello de que «España se había acostado monárquica y levantado republicana». Berenguer escribía un telegrama la misma noche del día 12 a los capitanes generales pidiendo se atuvieran «al curso lógico de la suprema voluntad nacional». No era un plebiscito, pero no ya los republicanos, sino los monárquicos, lo vivieron como tal. Gabriel Maura hizo el día 13 gestiones con su hermano Miguel ante el comité republicano de cara a algún compromiso, que ya no era posible.

Los ministros del Gobierno presentaron la dimisión al Rey el día 13 a las cinco y media de la tarde. Sanjurjo, al frente de la Guardia Civil, se presentó ante Miguel Maura, dándole el tratamiento de ministro en tanto que miembro del Gobierno Provisional de la República. El día 13 fue un día loco de maniobras y contactos por parte del Rey. Por la mañana, aún creía él que «hay varios caminos». Entre otras gestiones llamó a Cambó que, pese a estar con fiebre alta, se fue a Madrid, llegó la mañana del día 14 y en el hotel Ritz se enteró de cómo estaba la situación. Optó por no encontrarse con el Rey y cogió el tren para Francia. Romanones, como Maura, intentó ganar tiempo ante el comité republicano, entrevistándose con Alcalá Zamora en casa de Marañón. El Rey estaba dispuesto a dar paso a las Cortes constituyentes, suspendiendo sus poderes y ausentándose del país. Infructuoso. Los republicanos estaban exultantes y no aceptaban transacciones. El Rey ni podía continuar reinando ni podía abdicar.

La derecha española siempre ha sabido mantener el poder sin renunciar al autoritarismo. La monarquía de Alfonso XIII estaba tan debilitada que unas simples elecciones municipales bastaron para echar a los borbones de España. El siguiente tiene que ser Felipe VI.

¡VIVA LA II REPÚBLICA! Y VAMOS A POR LA III