¿Dónde están las actas de Trump? Donde están las de Venezuela

 

Todas las encuestas decían que el resultado del circo de las elecciones presidenciales en EE. UU., iba a ser muy reñido. Al final Trump ha arrasado. Según los últimos recuentos, Donald Trump ha superado a Kamala Harris en cuatro millones de votos. En el colegio Electoral Trump se ha llevado 295 compromisarios y Harris 226 (69 menos). Cualquier escéptico podría pensar que se ha hecho fraude, tongo, pucherazo...

¿Porqué los demócratas no le piden las actas a Donald Trump? ¿No sería más transparente que se enseñaran las actas? ¿Por qué no Lula da Silva, Petro, o el mismísimo Josep Borrell no reclaman las actas a los gringos? Por varios motivos, el primero es porque en la soberanía de los países no se puede, o al menos no se debe inmiscuir otro país. Evidentemente que el Partido Demócrata no ha impugnado las elecciones ni ha denunciado fraude, en eso no se parecen al fascista de Donald Trump. Pero si impugnaran el resultado, acudirían a la justicia y serían los jueces yanquis (que son mayoría conservadora y el 30% nombrados por Trump) quienes dirimirían el asunto. Normal. Europa y Latinoamérica respetarían el veredicto del Tribunal Supremo de los USA.

Eso es lo que pasó en Venezuela, se impugnó el resultado en el TSJ, y la Sala Electoral auditó las actas y confirmaron la victoria de Nicolás Maduro. El TSJ de Venezuela puede ser tan parcial como el TS de EE. UU. o incluso del TS español que metió en la cárcel a los independentistas. Pero con Venezuela todo vale.

Y es que esta vez la oligarquía opositora ha preparado el relato bastante mejor. Ninguna elección que ha perdido la oposición las ha reconocido como válidas. A algunos comicios no se presentaban, y a los que se presentaban y ganaba Maduro denunciaban fraude. En 2013 fueron las primeras elecciones que ganó Maduro a Capriles. Capriles no reconoció el resultado, entonces el PSUV subió las 30.000 actas a su página web, pero no sirvió para nada. Ni Capriles reconoció a Maduro ni EE. UU. tampoco.

Estas últimas elecciones presidenciales se lo han montado mucho mejor. María Corina Machado y Edmundo González subieron a una página web alrededor de 25.000 actas que daban como ganadores al opositor Edmundo González. Ahora sí, ahora los gringos si dan por válidas esas actas de los opositores, pero las que subió el PSUV no quisieron reconocerlas. ¿Ven como no sirve de nada que Maduro suba acta alguna a Internet? Si el PSUV hubiera subido las 30.000 actas, dirían que Maduro las falsificó. Como si lo estuviera oyendo.

Quien si falsificó centenares de actas fue la oposición. Son manipulaciones demasiado burdas como para que no nos diéramos cuenta. Pero la estafa de Edmundo González ha surgido efecto en Occidente, donde la población está convencida de que Maduro perdió las elecciones. Cuando alguien les contradice, te preguntan, ¿y por qué Maduro no enseña las actas? Ya puedes explicar por activa y por pasiva que alguien que gana las elecciones no tiene la necesidad de falsificar ni una sola acta, y te vuelven siempre con lo mismo. ¡Que enseñen las actas!

También es una tarea hercúlea convencerlos de que la ruina que hay en Venezuela, por muy inútil que sea Maduro, es debida a las sanciones económicas gringas, que a buen seguro se van a endurecer con la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Nicolás Maduro, prácticamente desde que llegó al Gobierno ha tenido que lidiar con boicots económicos dentro del país, y con las duras sanciones de Obama primero y Trump después. Y no por ello cayó el ejecutivo chavista. Así que quedan unos cuantos años más de Maduro en Venezuela. Y que tengan en cuenta que sí ganó las elecciones.

Todavía me acuerdo cuando desde El País, Kiko Llaneras (ganándose muy bien el sueldo), publicó un artículo dando por buena las actas. Aseguraba que él y su equipo analizaron 900 actas. ¡900 de 25.000! Es inaudito como manipulan estos chafarderos que están a sueldo de las oligarquías sistémicas. Lo que hicieron en Diario Red, fue descargarse todas las actas y analizar las que eran sospechosas. En una pequeña escala es lo que hizo un servidor. Antes de que me lo cuenten, si puedo, me gusta comprobar personalmente las cosas. 

Para dar por válidas las actas de la oposición habría que compararlas con las actas de otros partidos y del CNE, y eso es lo que hizo la Sala Electoral del TSJ de Venezuela. Pero es que hay más. Un rector del CNE nombrado por la oposición se negó a subir a la sala de totalización para comprobar que los datos que estaban llegando eran correctos. Si hubiera subido, después hubiera tenido la posibilidad de asistir a la auditoría de los resultados que se realiza cuando se envían todas las máquinas de votación al CNE. Pero prefirió ausentarse para apoyar el relato de las actas que subieron a la página web. ¿Cómo es posible que en la UE, los EE. UU. y la OEA den como ganador a Edmundo González. Por que la verdad no les interesa.

La oposición ha engañado a sus electores y a la opinión pública de Occidente. Todavía recuerdo cuando Lula Da Silva junto a Gustavo Petro le pedían las actas a Maduro. Decían que la izquierda latinoamericana tampoco reconocía a Maduro. Ahora sabemos que Lula ha bloqueado el ingreso en los BRICS de Venezuela. El ingreso de Venezuela en los BRICS le permitiría al Gobierno venezolano sortear todas las sanciones gringas. Lula no puede poner la excusa de que Venezuela no es una democracia, en los BRICS están China, Arabia Saudí y Rusia.

Es evidente que Lula da Silva le ha echado un cable a los USA para que lo dejen gobernar sin que le den un golpe de Estado. Veremos como reacciona Trump sobre Venezuela cuando esté en la Casa Blanca. Desde luego que se ven nubarrones negros en el horizonte. Pero no para Maduro y sus ministros, sino para los venezolanos, porque esta historia es un déjà vu. ¿Cómo respetar la soberanía de un país si hay un suculento tesoro en el subsuelo de Venezuela? Es el mercado amigos.