Documentos gráficos y escritos sobre la matanza de Badajoz

Hace algunos años se publicó el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, escrito por F.Pilo, M. Domínguez y F. de la Iglesia. El sr. Pilo era ya un veterano en estas lides y se le agregaron Domínguez y De la Iglesia. Dicha obra muestra la batalla de Badajoz, a través de los ojos de la prensa, pero sobre todo de la prensa del Portugal que colaboró de manera inestimable con los fascistas españoles. Según indican en el libro las fuentes consultadas fueron (citamos parte):

• Archivos Nacionales de París
• Archivo histórico miliar de Lisboa
• Biblioteca Estatal Rusa en Moscú
• Biblioteca Nacional de Colombia en Bogotá
• Biblioteca Nacional de Portugal en Lisboa
• Biblioteca Nacional Central de Roma
• Biblioteca Nacional Braidense de Milán
• Biblioteca Nacional de Francia en París
• Biblioteca Británica de Londres
• Biblioteca Nacional de Australia en Camberra
• Biblioteca Nacional de Alemania en Berlín
• Archivos de Pathe en París
• Instituto de Archivos Nacionales/Torre Tombo en Lisboa
• Universidad Nacional Autónoma de México, Hemeroteca Nacional

Todo esto sin contar con los distintos archivos ubicados en España que dicen haber consultado: Ceuta, Alcalá de Henares, Madrid capital, Villaviciosa de Odón, Sevilla, Segovia, Ávila, Almería, Salamanca.

De haber visitado en persona tantos lugares nacionales como extranjeros estaríamos ante el libro más caro de la historia del mundo mundial: París, Lisboa Moscú, Colombia, Roma, Australia, Milán, Lisboa, México, y distintos puntos de la geografía española. Además habría que ser un experto en idiomas: ingles, alemán, ruso y portugués; eso o gastarse una pasta gansa en traductores. En su día vi a uno de los autores jactarse de recorrer medio mundo para para escribir el libro. Hay que comprender que cada autor tiene su propio trabajo personal para traer el indispensable sustento familiar, y que con las ventas del libro no cubrirían ni una mínima parte de los gastos ocasionados por la investigación. Les hubiera faltado tiempo y dinero.

Hoy, igual que ayer, sabemos que gracias a Internet, se pueden visitar archivos y hemerotecas de medio mundo. Un buen anónimo nos ha remitido a este blog ciertos documentos accesibles vía Internet. Estamos muy agradecidos por su desinteresada aportación. 

De la Revista Ilustraçao -septiembre 1936- rescatamos dos páginas muy interesantes respecto a la criminal toma de Badajoz:

Detallamos las instantáneas:

En la revista nos ofrecían una vista parcial de la plaza de toros de Badajoz, mostrando los efectos de los bombardeos, después de que los golpistas tomaran Badajoz: una fotografía que trajo tinta. También se observan los terribles destrozos ocasionados por los brutales bombardeos que se cebaron con la población civil.

Nuestro querido anónimo también nos ha remitido un artículo del Herald Tribune, firmado por John Elliot, publicado en el diario de Bogotá, El Tiempo. En el libro de los tres autores hacen referencia a John Elliot, pero le restan importancia a este párrafo:

"Entonces los legionarios entraron a la ciudad avanzando de casa en casa matando a todos los rojos que se encontraban". Esta palabras las obtuvo el periodista de la boca de Castejón. 

Evidentemente exageró la hazaña de los legionarios que entraron por la Brecha de la Trinidad, puesto que solo murieron 11 legionarios. Una supuesta hazaña que no fue otra cosa que una monumental chapuza, puesto que parte de la legión y de los regulares ya habían entrado por la brecha de la Puerta de Carros sin registrar una sola víctima. John Elliot nos da un número mínimo de "muertos en la batalla", entre 500 y 600. Otros periodistas portugueses subieron la cifra a 1.000 y 1.200 muertos. No olvidemos que los portugueses eran amigos de los fascistas. También le dijo Castejón a Elliot que los comunistas tuvieron suerte porque "Afortunadamente para los defensores muchos escaparon a Portugal que está a cinco millas de la ciudad". Lo que no le dijo Castejón a Elliot es que muchos de los defensores que escaparon a portugal fueron devueltos por el Gobierno de Salazar a los fascistas españoles y estos encontraron la muerte segura. Tampoco cuadra que en total murieran 45 golpistas y cerca de 1.000 rojos en esa misma batalla.