BILDU SÍ, VOX NO

"...El cordón sanitario designa la política de acuerdos entre partidos para aislar e impedir el acceso al poder de otro partido o ideología incompatibles con sus valores. Desde que empezó a popularizarse la expresión en los años ochenta, en países como Bélgica o Francia, se aplicó a la extrema derecha. Consistía en vetar cualquier pacto con estos partidos y unirse para impedir que gobernasen. En la Bélgica francófona, el veto lo asumen incluso los medios de comunicación, que rehúsan entrevistar a sus líderes. Pero es en Francia donde, con el ascenso en las últimas cuatro décadas del Frente Nacional (FN, ahora RN, o Reagrupamiento Nacional), el término se ha convertido en una referencia..." (El País). En España el fascismo político de masas nos ha llegado, como siempre, algo más tarde que en el resto de Europa, pero llegar ha llegado, o tal vez siempre estuvo ahí camuflado en el PP. 

Mientras que en ciertos países el cordón sanitario hacia estos fascistas del siglo XXI, es algo común, aquí los sectores de la derecha (PP, C´s y la vieja guardia del PSOE) se llevan las manos a la cabeza cuando se quiere vetar a Vox.

El PP ha asegurado que no participará de ningún cordón sanitario a ningún partido "constitucionalista", y por eso mismo no vetará a Vox en las negociaciones para la Mesa del Congreso. El día 27, el Ayuntamiento de Madrid reprobó a Javier Ortega Smith por el espectáculo impresentable que montó ninguneando a las víctimas del machismo criminal durante un acto institucional el Día contra la Violencia de Género, realizado en el Ayuntamiento de Madrid. La reprobación a Ortega Smith salió adelante con los votos del PSOE, Más Madrid y Cs, mientras el PP apoyaba a Vox. Parece que en C's han aprendido la lección.

Martínez Almeida se excusaba alegando a la libertad de expresión y diciendo que "la presidenta de Navarra (María Chivite) ha enviado una carta a Bildu para pactar los presupuestos". Ahí queríamos llegar. Almeida agregó también que "El PSOE en estos momentos negocia la conformación de un gobierno con ERC, cuyos dirigentes han sido condenados por un golpe a la Constitución". No fue ningún golpe a la Constitución (no se puede mentir más en tan poco espacio) sino un delito de sedición -según el TS- y esto es un problema de orden público. Y el PSOE no negociará con los presos de ERC, sino con sus dirigentes que no han sido condenados por ningún delito. La libertad de expresión no debiera cobijar las indecencias que salen por la boca de Ortega Smith, al menos en el mundo de la política.

Por mucho que le moleste a tantos meapilas españoles, Bildu no es ETA -la ETA no existe-. Según el diario La Información:

¿Qué es y qué no es? Bildu, en sentido estricto, no es como Herri Batasuna, Sozialista Abertzaleak o Eusko Herritarrok, algunas de las marcas que los proetarras han intentado 'colar' en los comicios en las últimas legislaturas. La diferencia estriba en que no es un partido supeditado a los terroristas, sino una coalición en la que el resto de miembros son partidos democráticos y aceptados desde sus orígenes. Eso sí, los independientes que concurren participaron en otras listas que sí fueron ilegalizadas.

Bildu pudo presentarse a sus primeras elecciones con el aval del Tribunal Constitucional, es decir, Bildu puede ser tan constitucionalista como Vox, el PSOE o el PP. La derecha pretende adueñarse de la Constitución, como si esta fuese cosa suya. Habría que recordarles, a estos adalides de la Constitución, que 5 diputados de AP, que luego se convertiría en el PP, votaron en contra y 3 se abstuvieron. 

Es perfectamente lícito y normal que el PSOE busque apoyos en Bildu o ERC para sus aspiraciones políticas, mientras busca un cordón sanitario a los fascistas de Vox. Si el PP quiere seguir de la manita de Vox y no imitar a sus correligionarios europeos apoyando un cordón sanitario, tal vez sufra ciertas consecuencias poco recomendables. 

Sabemos que en España el "meapilismo" se está convirtiendo en una auténtica epidemia: se blanquea a Vox en los medios de comunicación, a pesar de las barbaridades que los dirigentes de este partido sueltan un día sí y otro también. Y es por eso que tanto "bienintencionados del centro irreal" -que se creen progresistas o constitucionalistas- se llevan las manos a la cabeza porque María Chivite, en Navarra, busque apoyos en Bildu para aprobar unos presupuestos y darle estabilidad a su Gobierno. Son los "bienintencionados del centro irreal" los que producen más meapilas por minuto. Una lacra.