Desokupas y provocadores

 

Daniel Esteve. Desokupa.

Hace cinco años el vigilante de seguridad Daniel Esteve fundó Desokupa, una empresa para desocupar inmuebles. Esta empresa se vale del vacio legal que existe entorno a este tipo de prácticas. A la luz de este nuevo negocio han nacido más empresas como Fuera Okupas que tienen sucursales en Barcelona, Valencia y Madrid. También hay más nombres: Desokupa Express, Desokupando, Desokupaciónilegal.

Se ha llegado a afirmar que algunos integrantes de estas empresas son  boxeadores que pertenecen a entornos neonazis e incluso a la milicia ultranacionalista serbia. Últimamente ha sido noticia la empresa de Daniel Esteve, quien tenía previsto desalojar un inmueble en Euskadi pero al final la movilización vecinal impidió que el "comando" Desokupa actuara en el casco viejo de Bilbao.

A mediados de abril, la empresa Desokupa comandada por Daniel Esteve aterrizó en Abadiño, un municipio de la provincia de Vizcaya, País Vasco, situado en la comarca del Duranguesado. Fueron contratados por el dueño de un inmueble donde estaba instalado el antiguo estanco de la localidad. El edificio estaba habitado por un grupo de punks, al que el dueño del local los había llamado "pies negros", que era como se conocían a los punk del país vasco en los 80's. Aquel día hubo incidentes y los antidisturbios de la Ertainza tuvieron que intervenir. En el vídeo de arriba que Daniel Esteve subió a Twitter, avisaba con antelación de su inminente aparición en el País Vasco para realizar otro desalojo:

Buenas tardes. Tick, tack, tick, tack, nos vamos a Bilbao. Segunda vez en pocos meses (...). Sé que hay patrullas de la "kale" por ahí buscándonos: bueno, pues a ver si nos vemos, ¿no?...

Daniel Steve también se jactaba de la colaboración que recibían de la Brigada de Información ¿? y de la Ertzainza. Como era de esperar, la movilización ciudadana hizo que la policía de Euskadi tuviera que montar un dispositivo para evitar incidentes graves. Hubo una manifestación en el centro de Bilbao para protestar por la presencia de estos "peculiares desokupas".

El tiro les salió por la culata. La persona que los había contratado anuló el contrato con la empresa Desokupa: "El propietario tiene miedo de que se pueda liar algo. Así que el propietario manda", anunció Daniel Esteve. Y tanto que manda, como que os habéis quedado sin esos 3.000 ó 5.000 eurazos que cobráis por los desalojos, y todo esto porque no se puede ir de matón anunciando por las redes sociales vuestras actuaciones, y como si no bastara con eso, el líder de esta pandilla agita el fantasma de la Kale borroka (ETA). Gracias a los dioses la ETA no existe, sino no tendrían tanta arrogancia. Porque los puños poco pueden contra las pistolas.

Quienes se manifestaron por las calles de Bilbao fueron ciudadanos antifascistas, nada de la "kale", a la que aduce este hombre de tan pocas luces. No se puede ocultar que Daniel Esteve es un provocador nato, más que un inteligente gerente de una empresa que media entre "ocupas" y el dueño del local ocupado. En el siguiente vídeo he recopilado algunas "perlas" de los vídeos de propaganda que tienen en YouTube.

Y es de suponer que las situaciones más violentas no las editaran, sino que las obviaran. De todas formas, en el vídeo se observa claramente que estos "gorilas" no son amantes de las buenas formas. Llegan a ser tan infantiles, que hasta comentan que uno de los ocupas al que desalojaron, "se tiene que poner un pasamontañas de lo feo que es el colega". Como si ellos fueran precisamente unos adonis.

Como hemos comentado anteriormente, en abril desalojaron un edificio en Abadiño y si no es por los antidisturbios de la Ertzainza "casi llega la sangre al río", como indicó Daniel Esteve.

Habría que legislar entorno a estas empresas porque se está tratando un asunto sumamente espinoso y delicado. Algún día veremos alguna verdadera desgracia. Cuando esto ocurra nos lamentaremos, y como siempre, los legisladores habrán llegado tarde. No se puede dejar en mano de unos vulgares matones (y en algunos casos de fascistas) algo que tan solo debiera competer a los agentes con la debida autoridad y debido reconocimiento institucional.