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| Grupo de falangistas de Montijo. Foto: Archivo Histórico Municipal |
Conocí a Rodrigo González Ortín por mediación de uno de los blogs de Ángel David Martín Rubio:
Comenzamos la transcripción de algunos capítulos del libro Extremadura bajo la influencia soviética, publicado en 1937 por Rodrigo González Ortín. Apenas conocida fuera de los círculos de especialistas, es una obra que merecería reeditarse sin olvidar su verdadera naturaleza: un escrito bajo la impresión de los sucesos y redactado de manera muy temprana con una intencionalidad al mismo tiempo testimonial y propagandística. Extremadura Roja...👈
En el blog Extremadura Roja, el autor se dedica, como bien indica, a transcribir pasajes del libro de Gozález Ortín sin ningún comentario crítico, dando por bueno todo lo que allí se relata. El historiador, abogado y miembro de Vox en Badajoz, Antonio Manuel Barragán-Lancharro, también ha usado el testimonio falaz de González Ortin en la XII Jornada de Fuente de Cantos:
Modesto Macarro fue el encargado de aprehender al juez en su propio despacho, y algunos informes indican que fue uno de los responsables de la destrucción material de la Administración de Justicia (nota 205, Extremadura bajo la influencia soviética) Leer más...👈
El texto de Barragán-Lancharro está plagado de citas de González Ortín, del Boletín Oficial de la provincia de Badajoz de 1937, y hasta de un texto del pintor Adelardo Covarsí Yusta de 1938 que apareció en la Revista de Estudios Extremeños. Si acudimos a la propaganda franquista, el relato histórico queda distorsionado dándonos la versión que el franquismo quiso ofrecer a todos los españoles.
Extremadura bajo la influencia soviética (hasta el título es falaz), si algún día se editase habría que hecerlo tras un exhaustiva investigación de la obra para separar los mitos y tergiversaciones de la historia real. Aunque los plumiferos filofranquistas nos la quieren colar como si fuese una gran aproximación de lo que ocurrió en Extremadura, no deja de ser una obra de pura publicidad, que como bien apunta Francisco Espinosa Maestre, es un trabajo que le sirvió al franquismo para justificar su propia represión.
Y es Francisco Espinosa Maestre en uno de sus últimos trabajos, Por la Sagrada Causa Nacional, quien nos desvela quien fue este pájaro. Entre 1941 1943 se abrió una causa penal contra Ortín y el policía Luis Lozano Suárez. Se les acusaba de robar.
La Guardia Civil no tenía buen concepto de González Ortín:
"... es de pésimos antecedentes políticos por haber militado en todos los partidos empezando con gran ardor en el comunista y nunca por patriotismo o sanos principios sino por lucro personal...". Pág. 236
El cura de Cala en Huelva, Julián Chaves Molina tampoco tenía buen concepto de González Ortín:
de malísima conducta y pésimos antecedentes, por ser individuo sin más profesión que la de embustero y enredador además de sablista a cuantos incautos se atrae mediante ganchos para arreglarles pleitos perdidos de antemano por injustos. Ibidem
González Ortín llegó a ser alcalde por el Partido Radical de Alejandro Lerroux, donde según ha descubierto Francisco Espinosa ,"malversó fondos por valor de 30.000 pesetas y se apropió de otras 2.000 que recibió para dar de comer a los niños pobres de la localidad". Por ambos hechos fue procesado siendo expulsado del Partido Radical. El juez Pascasio Serrano en una instrucción alegó que "al carecer de bienes y fortuna" se dedicó a la política, militando en el Partido Comunista, Partido Radical, Acción Popular, el Partido Agrario de Burgos Mazo para acabar en la Falange (todo un Toni Cantó). En 1936 actuó como delegado gubernativo en algunos pueblos destituyendo a ayuntamientos de derechas y reponiendo a los de izquierdas. Una auténtica veleta. Despés del 18 de julio se dedicó a timar a incautos, a vender artículos intervenidos y a cometer atracos, "siendo [según el juez Pascasio Serrano] un individuo despreciable en todo sentido y nocivo en extremo a la sociedad".
González Ortín salió indemne de todos los procesos contra él. Se consideraba "la denuncia ligera y poco ponderada" y se llegaba a la conclusión de que no había delito. el Régimen exculpaba a un delincuente por sus servicios a la Sagrada Causa Nacional.
Otro chaquetero y transfuga sin credibilidad como Antonio Bahamonde
ResponderEliminarAntonio Bahamonde abandonó la zona franquista por que vio que los golpistas habían mentido: no venían a salvar la patria. Se pasó con quienes tenían la legitimidad democrática, que a fin de cuentas era el Gobierno republicano. Bahamonde no tenía motivos pecunarios para abandonar la zona golpista, estaba bien situado, pero sí tenía suficiente motivos morales. González Ortín si tuvo una trayectoria propia de un veleta por acercarse al sol que más calienta durante toda la II República. No son caso comparables.
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