Junts per Catalunya es el partido formado por Carles Puigdemot en el "exilio", pero es el partido heredero de CIU, del molt honorable de Jordi Pujol (ver enlace...👈). Personaje que luego nos enteramos de que tenía negocios secretos como el campechano. Con CIU, el Sr. Aznar hablaba catalán en la intimidad. Pero no se extrañen, los del que te vote Txapote también se sentaban en la mesa con ETA. Y es que la derecha parece tener carta libre para comportarse como le salga de la higa. Lo que no esperaba la derecha es que los pactos con Vox al final le han pasado factura. Ahora van a intentar por todos los medios desacreditar que Sánchez tenga que llegar a algún tipo de acuerdo con Puigdemont o con su partido, que a fin de cuentas: tanto monta, monta tanto.
El argumento más manido es que Puigdemont es un huido de la justicia. Falso o al menos hay que matizar: Puigdemont está huido de la justicia española, pero está localizable en Europa y a pesar de que se le ha retirado la inmunidad parlamentaria, los jueces españoles no pueden echarle mano. Puigdemont, hay que decirlo alto y claro, está en manos de la justicia europea. Ningún delincuente está a cara descubierta en ningún país.
Puigdemont fue detenido en Alemania pero un juez de una lander alemán lo dejó en libertad:
La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein dio hoy por "completamente cerrado" el proceso de extradición contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y dejó en libertad al líder soberanista, poniendo fin a 118 días de un intrincado procedimiento legal con notables connotaciones políticas.
La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein explicó en su resolución que consideró "no admisible" el cargo de rebelión porque no apreció la violencia suficiente como para poner en peligro las instituciones del Estado, un requisito necesario para el delito de alta traición, el equivalente del código penal alemán. Leer más...👈
Según el catedrático de Derecho Constitucional, Javier Pérez Royo:
Carles Puigdemont no ha huido de la justicia española, siempre ha estado en paradero conocido y ha acudido a cualquier citación judicial que ha recibido, es la justicia española la que ha sido incapaz de convencer ni al juez alemán primero ni al juez belga después de que debía ser extraditado para ser procesado en España. Leer más...👈
El pasado 5 de julio, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) retiró la inmunidad de la que disponía Puigdemont. A 26 de julio todavía el juez Llarena no ha activado la euroorden de detención contra Puigdemont. Está claro que el caso Puigdemont trae de cabeza a la justicia conservadora española.
Que Pedro Sánchez logre algún tipo de acuerdo con Junts per Catalunya, es legítimo; tanto como los es que el Partido Popular pacte con Vox y que Aznar se apoyase en Jordi Pujol para gobernar. Primero porque Pedro Sánchez, por mucho que lo ignoren los pazguatos derechistas, no puede saltarse la Constitución española: enfrente tiene al Tribunal Supremo, y al Tribunal Constitucional. Y segundo, porque Junts per Catalunya es un partido dentro de la Constitución del 78; un partido legal que ha sido votado el 23-J por 392.634 catalanes, y que ha conseguido siete escaños (uno menos que en 2019). Todo legal y conforme con la Constitución de 1978. ¿Dónde está el problema?
Los españolistas todavía no han entendido que el problema secesionista se combate en las urnas, y no encarcelando a sus líderes. Así se ha parado, de momento, a la extrema derecha; gracias a las urnas. No hace falta ilegalizar a ningún partido. Los estalinistas del Frente Obrero se han llevado 46.530 votos; Falange española y de la JONS, 5.104 apoyos; el partido de Macarena Olona, Caminando Juntos, 5.482 votos, y Escaños en Blanco, 8.287 papeletas. Dejemos que hagan el ridículo.
Pedro Sánchez puede pactar, dentro de la legalidad por supuesto, con Junts per Catalunya. Estoy muy seguro de que si el partido de Puigdemont se ofreciese al PP, ya buscarían estos cualquier excusa para pactar con Junts per Catalunya.
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