DEUDA HISTÓRICA

SANTOS JULIA

FRANCISCO ESPINOSA EXPERTO EN REPRESIÓN
DURANTE Y DESPUÉS DE LA GUERRA CIVIL

Uno de los celebres historiógrafos nada sospechoso de ser franquista y que se opone a la ley de Memoria Histórica es Santos Juliá. Desde El País está lanzando proclamas contra dicha ley y para ello no duda en envolvernos en divagaciones filosóficas como esta:

“lo primero que se ocurre es preguntar inocentemente: ¿qué es memoria histórica? ¿Es un tesoro que, perdido en algún naufragio, se puede recuperar? ¿Es un objeto sobre el que se deba legislar? ¿Es, puesto que siempre se habla de ella en singular, una y la misma para todo el mundo? Sería imposible formular estas preguntas si memoria histórica fuera algo más que una metáfora para designar un relato sobre el pasado que, a diferencia de la historia, no está construido sobre el conocimiento o la búsqueda de la verdad, sino sobre la voluntad de honrar a una persona, proponer como modélica una conducta, reparar moralmente una injusticia. La memoria histórica se plasma en relatos construidos con el propósito de reforzar la vinculación afectiva de la persona o grupo que rememora con hechos del pasado que mantienen algún significado para su vida presente”.

Se me ocurre que talvez tenga razón, ya que la memoria de los republicanos a los que  pretende honrar esta ley ya no está presente, está ignorada y enterrada. Sepultada por la tierra del olvido que nuestra “modélica” transición vertió sobre ella. Por esta razón la ley de Memoria Histórica yerra en varias cosas, una, en el nombre; debería llamarse Ley de la Deuda Histórica.

Podríamos darnos una vuelta por las iglesias y por las catedrales españolas y veríamos como se honra la memoria de los caídos por la “patria” y por “Dios”. Seguramente que para Santos Juliá esos nombres si son merecedores de ese reconocimiento ya que seguramente para él, esos nombres si están basados en rigurosos estudios sobre el conocimiento  o la búsqueda de la verdad. Señor Juliá esa hipocresía es la propia de quién se aparta de la senda de la verdad y se pasa al lado oscuro. Cuando usted dice:” si memoria histórica fuera algo más que una metáfora para designar un relato sobre el pasado que, a diferencia de la historia, no está construido sobre el conocimiento o la búsqueda de la verdad”. ¿Esta usted afirmando que todos los estudios que salen en los últimos años sobre la violencia fascista son solo mentiras?, si es así, me temo que nos encontramos ante otro historiográfo que se cree dueño de la historia, y que solo él puede manejar a su antojo.

¿Dónde están las listas de los caídos por la democracia y la libertad? ¿Acaso nadie que estuvo al lado de la República es merecedor de esa distinción?, ¿ Acaso no merecen el mismo reconocimiento los asesinados por los falangistas que los asesinados por los “Rojos”?

Otro de los errores de la ley de Memoria Histórica es que  el gobierno debería hacerse cargo de exhumar todas las fosas que hay repartidas por la geografía Española, sin tener que esperar que ninguna asociación ni ningún familiar tenga que reclamar los restos de un ser querido. Se acabaría de una vez por todas con la terrible injusticia cometida por el fascismo Español.

La Democracia española tiene una deuda pendiente con los que se opusieron valientemente a que el fascismo se instalara a sus anchas en España. Esta ley imperfecta  no gusta a la derecha ni a la izquierda, a la derecha, por que no le gusta que se les recuerde que el PP viene de un franquismo asesino, y a la izquierda por considerarla insuficiente.

Aunque a paso de tortuga algo hemos avanzado, por lo menos se han retirado estatuas y nombres fascistas del callejero nacional, por supuesto, en muchos  casos con la oposición del PP. No tengo datos al respecto, pero todavía hay vestigios franquistas en la nomenclatura de las poblaciones, En una pedanía de Badajoz el alcalde del PP (por supuesto) no quiere aplicar la ley vigente y quiere seguir manteniendo el nombre de Guadiana del Caudillo. ¿Se imaginan si algún alcalde socialista se le ocurriera llamar a su población con el nombre del presidente de la nación? Por ejemplo Gévora de ZP.

El Caudillo afortunadamente murió hace tiempo y ya nada es suyo como lo fue antaño. Algunos nostálgicos del régimen se resisten a ver esa realidad, y esgrimiendo motivos históricos, nos quieren hacer ver que es una aberración retirar los escudos franquistas y las horrosas estatuas ecuestres de franco, que, presidiendo los principales parques de las grandes urbes españolas, (bueno de las grandes y no tan grandes urbes) afeaban el conjunto arquitectónico del lugar donde estaban ubicadas.

Para confundir a la población algunos de estos seres cavernarios razonan de la siguiente manera: “que destruyan las pirámides”, “que retiren las estatuas de Napoleón”. La ignorancia es la madre del atrevimiento. ¡Que osadía! ¿Qué ignorancia! Comparar a Napoleón o a los grandes faraones egipcios con Franquito alias “miss Canarias” o “Paco la Culona” el marido de la “Collares” estos alias son solo un ejemplo del poco respeto que alguno de sus colaboradores le profesaban.

Si alguien quiere informarse sobre la represión durante la guerra civil aconsejo el libro Violencia roja Violencia Azul. Esta coescrito por francisco Espinosa junto a otros tres autores.