Fuera los monumentos al Ejército franquista

En Ciudad Real, como en tantos rincones de España, se ha creado cierta polémica por la retirada de uno de esos bodriosos monumentos que ensalzan la dictadura franquista y el bando golpista de la Guerra Civil. Un asesor del Grupo Municipal Ciudadanos que participa en la Comisión de Memoria Histórica creada para erradicar la simbología franquista de Ciudad Real, se ha quejado por la retirada de un monumento a lo alféreces provisionales. Ocurrió este verano pasado.

Emilio Martin Aguirre, el asesor de Ciudadanos y exprexidente de la Asociación de Cofradías de la Semana Santa de Ciudad Real, se quejaba porque según él "los grupos municipales del PSOE y GANEMOS solo querían un ajuste de cuentas a la Historia, aplicando una suerte de venganza tardía e innecesaria porque tratan de abrir una herida que, para la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos, hace tiempo que cicatrizó". Menudo asesor se han buscado los chicos de Ciudadanos. ¿Pero que broma es esta? Un asesor para una comisión de memoria histórica no puede hablar jamás, ni de revancha alguna -se está aplicando una ley-, ni por supuesto, de reabrir heridas -porque esta ley debería cerrar las heridas que aun queden abiertas-. Emilio Martín Aguirre era asesor de C's, pero muy bien podría haber sido asesor del PP o incluso hasta de Vox, y si me apuran, se me ocurren algunos nombres más.

Para el asesor de C's no se puede retirar la estatua homenaje a los alféreces provisionales porque el artículo 15 de la Ley de la Memoria histórica lo impide -aduce  razones artísticas- y porque cuando el monumento "se instaló en este espacio público se suprimió la inscripción dedicatoria, y se quiso con ello que fuera un monumento dedicado al ejército español". Peor aún, usaron un monumento ideado he inspirado para honrar a los alféreces provisionales de un ejército golpista, para ampliar ese homenaje a TODO EL EJÉRCITO ESPAÑOL. Esto es un disparate, una burrada, una bufonada, un insulto a la inteligencia y a la democracia.

Para colmo el asesor de C's amenazaba con la FNFF:

La Fundación Nacional Francisco Franco,  se va personar en este caso y va poner un recurso administrativo en los tribunales, para que el antiguo monumento vuelva de nuevo a su ubicación en la Plaza de España, al estar protegido según establece la Ley de la Memoria Histórica en su artículo 15 punto 2.

Si no fuera por la seriedad del asunto sería para descojonarse. La Fundación dedicada a Franco querellándose para preservar la exaltación de la Guerra Civil y de los cuarenta años de dictadura que vinieron después. Y no es una broma, porque dicha asociación ha logrado paralizar el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica en Madrid. Esta es la España carpetovetónica que nunca pasa.

El hijo del escultor que realizó la obra de "arte" en recuerdo a los alféreces desde su blog nos dice que: "Nos escandalizamos cuando los talibanes destruyeron los budas milenarios de Afganistán o cuando el ISIS dinamitó la ciudad romana de Palmira, pero aquí en España estamos haciendo lo mismo". Lamentable comparación, ya que aquí nadie ha destruido nada, tan solo han retirado la escultura a dependencias municipales:

El concejal de Promoción Cultural ha señalado que la estatua, obra de Marino Amaya, permanecerá en un almacén hasta que se le busque una ubicación en algún espacio municipal. micr.es...

Hablar de estatuas milenarias, de dinamitar Palmira y de talibanes para compararlo con la retirada de estos bodrios franquistas que han afeado las calles de España y que en algunos lugares siguen haciéndolo, es la estupidez que nunca cesa. Lo cierto es que no tienen argumento mejores.

Salvador Amaya, el hijo del escultor, desde su blog nos quiere contar otra historia:

 ...ni siquiera los Alféreces incumplen la Ley, no se identifican con ningún nombre propio, con ninguna persona concreta, fueron una generación de estudiantes perdida que iban a la guerra, sin mas.

Esto no es cierto. Qué sencillo es resumir la historia de este cuerpo de voluntarios en dos renglones y medio:

Durante la Guerra Civil Española, el término de “alférez provisional” se acuñó para aquellos oficiales que, dadas las numerosas bajas que se producían en el cuerpo de oficiales del bando sublevado a medida que el conflicto se prolongaba, se alistaban voluntariamente en el ejército y obtenían directamente el empleo de alférez por tener una formación media o superior. Todo ello para suplir a la oficialidad de carrera. El término “provisional” derivaba del hecho de que su compromiso de enganche al ejército se limitaba a la duración de la guerra.

Tras un corto período de formación, los alféreces se convertían en jefes de sección y podían ascender a teniente por actos de combate. El distintivo de los alféreces provisionales, a cuyo mando estaba el general Orgaz, consistía en una estrella de seis puntas, colocada sobre un rectángulo de paño negro en la guerrera, camisa o cazadora. Este rectángulo fue llamado parche o estampilla, y de ahí viene el nombre de “estampillados” con que se conocía a los provisionales tanto en la zona nacional como en la republicana.

Los alféreces provisionales, fuese por su juventud o por su fuerte ideologización, se distinguieron por su arrojo, lo que produjo un altísimo número de bajas entre ellos. Este arrojo se tradujo en medallas y galardones personales: se llegan a contabilizar once cruces laureadas y 236 medallas militares individuales. Seis de los recompensados con esta condecoración la lograron en dos ocasiones.

La mayoría de las ciudades de España, una vez ganada la guerra por el bando franquista, dedicaron una calle, en singular, en reconocimiento a todos ellos, al alférez provisional. Extraido de micr.es.

Iban a la guerra de mil amores, fuertemente ideologizados y posiblemente serían los más fanáticos en el frente de guerra.  según nos explica Salvador Amaya, el hijo del escultor, esta obra "Era una de sus obras favoritas, a pesar de lo trágico que conmemoraba, la muerte de jóvenes universitarios que lucharon acorde a sus convicciones". Es posible que quien poco sepa de historia se crea que las convicciones de un ejército golpista son convicciones dignas de respeto. No podemos respetar a los golpistas que en el verano del 36 dieron un golpe de Estado que triunfó en media España y que en la otra media produjo una Guerra Civil terrible.

Y un Gobierno democrático, si es verdaderamente democrático no puede consentir honores a los que el 1936 derrocaron a un Gobierno legítimo salido de las urnas. ¡Bravo por la retirada de ese mnnumento franquista!

En el prologo escrito por Rafael Escudero Alday, para el libro de Francisco Espinosa, Callar al mensajero, leemos:

...la memoria que hay que recordar es la de los que lucharon en el bando de la democracia, que era el de la legalidad republicana. Un régimen democrático no tiene la obligación de rehabilitar la memoria colectiva de la personas y grupos  que lucharon contra ella. solo cabe hacerlo  en el caso de las que lucharon en el bando de la democracia y la libertad, que era el de la legalidad republicana.

Como hemos comentdo al principio esto ocurría en verano. De momento no hay noticias nuevas. Sabemos que la querella presentada por la FNFF fue admitida a trámite por Prevaricación y Daños sobre el Patrimonio por la retirada “irregular” de la estatua del Alférez Provisional, contra la alcaldesa de Ciudad Real Pilar Zamora y el concejal de Promoción Cultural, Jose Luis Herrera. 

El auto del juez determina que la querella reúne los requisitos que establece la Ley y que los hechos “presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de prevaricación administrativa”. De igual manera, en el auto se instruyen diligencias previas para determinar las personas participantes e investigar las circunstancias de los hechos.

La retirada de este símbolo del franquismo no recuerda al caso del escudo franquista que fue retirado del Tribunal Superior de Justicia en Cáceres. Los denunciantes también aducían razones artísticas. El escudo, mide 2,50 metros de alto y 2,40 de ancho y pesa 12.000 kilos, y lucía el lema fascista del franquismo: «España: Una, grande y libre». 

La denuciantes fueron los responsables del Instituto de Estudios Heráldicos de Extremadura. El juzgado no vio delito alguno La Fiscalía argumentó que "el desmontaje del escudo y su posterior montaje en un sitio distinto "no es suficiente para la existencia de delito si ni el escudo ni el edificio han sufrido daño alguno", como así ocurre en este caso "según un informe de fecha 26 de abril". Si aplicamos la jurisprudencia pertinente al caso de la estatua de los alféreces provisionales de Ciudad Real, nos encontramos que  la demanda de la FNFF constituye un absurdo.