Severiano Delgado y la fotografía de Unamuno y Millán Astray

 

En esta fotografía se han basado Moisés Domínguez Núñez, Severiano Delgado y los admiradores del creador de la Legión española para afirmar que en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, Astray y Unamuno se despidieron cordialmente, y que por lo tanto, el incidente entre el militar y el intelectual no revistió la gravedad que algunos historiadores pretenden darle. Según Severiano Delgado y Moisés Domínguez Núñez, Astray y Unamuno se despidieron tras un achuchón de manos:

La Plataforma Patriótica Millán Astray ha localizado en la Biblioteca Nacional otra fotografía captada tras la celebración del acto académico del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo. En la instantánea aparece el fundador de la Legión saludando a Unamuno, según resaltó el portavoz de esta plataforma, Guillermo Rocafort, quien consideró que la instantánea es una prueba contundente que viene a desmontar la versión oficial que han acuñado diferentes historiadores sobre el presunto y grave incidente acaecido en aquella fecha, cuando supuestamente el fundador de la Legión increpó al literato vasco y proclamó las conocidas soflamas de '¡Abajo la inteligencia!' y '¡Viva la muerte!'. Precisamente, semanas atrás el historiador y bibliotecario salmantino, Severiano Delgado, desmintió la supuesta verosimilitud de aquel altercado, que según explica Rocafort, obedece a propagada del Frente Popular inventada por el periodista exiliado en Londres, Luis Portillo, en el año 1941, convirtiéndose en una recreación literaria sin fundamento histórico alguno. El Norte de Castilla...👈

Fueron los admiradores de Millán Astray quienes localizaron dicha imagen para afianzar la teoría de que todo lo ocurrido en el día de la Raza en Salamanca no tuvo la mayor importancia. Recientemente en un debate en Facebook, en un post de Ángel Viñas, un servidor mostró su disconformidad con las apreciaciones de Severiano Delgado y tras un cruce de comentarios (que el propio historiador borró a las horas), me recordó la fotografía de la que estamos hablando y que vendría a corroborar las tesis del historiador salmantino. Es obvio que si a la salida de la Universidad Salamanca después del famoso y polémico acto, las dos figuras se dieron la mano cordialmente, pues pelillos a la mar y a otra cosa mariposa.

Todo este debate vino por el documental, estrenado recientemente,  de Manuel Melenchón, sobre la muerte de Unamuno:

 Palabras para el fin del mundo ahonda en las horas previas a la muerte y los días posteriores a la misma. Y siembra muchas preguntas sobre la muerte de Unamuno. ¿Por qué no hubo autopsia? ¿Por qué las actas reflejan horas diferentes de la muerte? ¿Quién era Bartolomé Aragón, el último que habló con él antes de morir? ¿Fue Unamuno afín a las ideas falangistas o se lo apropió el régimen? Cadena SER...👈

Severiano Delgado ha sido muy crítico con el resultado de dicho documental y en el blog Conversación sobre la Historia, ha publicado un duro artículo sobre el trabajo de Manuel Melenchón:

[Manuel Menchón] no presenta prueba alguna de sus afirmaciones, cosa inevitable porque la tesis que sostiene es materialmente falsa. Lo que hace Menchón es lo contra­rio del método historiográfico: siembra su documental de juicios temerarios, dudas infundadas, conjeturas, elipsis, elu­cu­braciones y puntos suspensivos que dan pábulo a una teoría de la conspiración para crédulos, como todas las supuestas investigaciones históricas que pretenden acabar con lo que denominan “versión oficial” de tal o cual hecho. Menchón parte de una conclu­sión, fruto de su fantasía, a la que quiere llegar, cual es que Barto­lomé Aragón mató a Miguel de Unamuno, y cuando los elementos objetivos que se encuentra por el camino no coinciden con el relato que quiere contar, los oculta, los tergiversa o los hace coincidir a martillazos. Leer más...👈

Como un servidor no ha visto el documental y solo sabe lo que cuentan unos y otros, es obvio que no puedo ni debo hablar del resultado del trabajo de Manuel Menchón.  De lo que quería hablar, antes de irme por las ramas, es de la fotografía de Unamuno y Astray. ¿Realmente se están dando la mano? Según las características de la fotografía es probable que la afirmación de que se estaba dando la mano no sea correcta. Veamos un detalle de la fotografía:

Un escolta de Astray parece sujetar el brazo de su jefe y según se observa con toda claridad, Astray tiene el codo pegado al cuerpo. Nadie ofrece su mano para estrecharla con el codo en esa posición. Da la sensación que Astray lo que estaba haciendo era gesticular con la mano. En la fotografía no podemos ver las manos de ninguno de los dos protagonistas de la instantánea puesto que un soldado con una cazadora a cuadros está en medio. Tampoco se ve muy bien el brazo de Unamuno porque iba vestido de negro y la calidad de la imagen, aunque ha sido mejorada digitalmente, no es muy buena.

La fotografía original es en blanco y negro. Como Unamuno iba de negro y la calidad de la imagen no es buena (algo normal para la época), es muy difícil de localizar el brazo de Miguel de Unamuno. En la imagen de la izquierda se destaca una sombra que podría ser el brazo del escritor, y digo solo que podría ser (el del militar está bien definido). En la imagen de la derecha con líneas blancas he delimitado lo que pudiera ser el brazo de Unamuno. Se ve que los brazos llevan trayectorias distintas y por la distancia en la que se encuentran difícilmente podrían estrecharse las manos. A no ser que alguno de los dos fuera un extraterrestre con brazos XXXL. Si se ve clara la posición del brazo de Astray, y con esa posición, tan bien definida, es fácil imaginar que Unamuno para poder darle la mano tendría que haber movido el brazo de tal manera que la cámara lo hubiera captado con facilidad y no es el caso.

Esta otra imagen es de mucho después. Vemos como Franco y Manuel Fraga se dan la mano. Los dos tienen el brazo extendido: Fraga y Franco sonríen y el encuentro es cordial. La imagen es nítida y bastante clara. Nadie puede dudar del significado de la fotografía. Dar la mano también se puede hacer por cortesía aunque enfrente tengamos a un ser que detestamos. No es el caso de esta instantánea, y sí pudiera ser el caso de Unamuno y Astray.

Yo no puedo decir que Millán y Astray estrecharan sus manos en un cordial saludo, Ni lo contrario. Sí puedo asegurar que la fotografía no ofrece esa información. Es posible que el apretón de manos se fuese a realizar segundos después o ya se había realizado. Cualquiera sabe. Lo que si nos dice la imagen, es que a la salida de la Universidad de Salamanca, Astray y Unamuno estuvieron frente a frente. ¿Se estaba intentando disculpar el creador de la Legión por lo sucedido minutos antes? No cabe duda de que un intelectual de talla mundial como Miguel de Unamuno era un buen elemento para la propaganda franquista, y Millán Astray no era un indigente mental precisamente como para no saberlo.

A Unamuno los golpistas lo despojaron de todos sus cargos que días antes le habían restaurado, después de que el Gobierno de la II República se los hubiera retirado tras la traición del intelectual a la legitimidad republicana. Lo confinaron en su casa y a su muerte intentaron manipular su figura. Hoy el debate no está cerrado. Por un lado están los que defienden que lo que pasó el día de la Raza no revestía gravedad, sino que todo era fruto de la parafernalia de los años 30, y los que si vemos es que aquel acto, de una manera u otra, fue el principio del fin de Miguel de Unamuno.

Para Severiano Delgado, lo ocurrido en Salamanca...

“Fue un acto brutalmente banal, donde se dieron cuatro voces y se despidieron a la salida, un tumulto habitual en discursos y charlas de los años treinta, donde la gente se exaltaba con facilidad. Se ha exagerado muchísimo el dramatismo de lo que sucedió allí”. El País...👈

Y para los biógrafos de Unamuno, Colette y Jean-Claude Rabaté,..

..."Severiano Delgado no se contenta con demostrar que nunca se sabrá exactamente lo que dijo o no dijo el Rector, sino que discute los términos de la consabida fórmula "Venceréis pero no convenceréis". Pero, sobre todo, pretende —tal vez con ligereza— que lo del Paraninfo fue "banal, brutalmente banal, donde se dieron cuatro voces y se despidieron a la salida, un tumulto habitual en discursos y charlas de los años treinta". No, no fue un acto "banal" ya que acabó con la exclusión de Unamuno transformándolo, según sus propias palabras, en "un español desterrado en España". El País...👈

La cena está servida. Pasen y sírvanse.

Posdata. Para ser justos, con todo esto no quiero decir que Severiano Delgado se base tan solo en esa fotografía para afirmar que el acto del 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca no se ha explicado bien y que "Se ha exagerado muchísimo el dramatismo de lo que sucedió allí”. Escribió un voluminoso libro de más de 500 páginas, donde la portada es la fotografía que aquí hemos comentado. Una fotografía de la que tal vez se está manipulando su verdadero significado.