FRANCISCO JAVIER CONTRERAS DE VOX JUSTIFICA A QUEIPO DE LLANO Y EL GENOCIDIO FRANQUISTA EN ANDALUCÍA

 

Mola Queipo y Franco, tres golpistas claves

Parece que desentierran a Queipo esta noche.

Sí, la represión de Queipo en Andalucía fue muy dura. A menudo respondía a violencias previas de los izquierdistas (en Arahal encerraron a 22 derechistas en el Ayuntamiento y los quemaron vivos; en Baena mataron a 91 rehenes -uno ⬇️

— Fco. J. Contreras (@fjconpe) November 2, 2022

 Francisco Javier Contreras (FJC) es catedrático de filosofía del derecho y diputado de Vox por Sevilla. A este señor no le ha sentado nada bien que saquen a un asesino de la Basilica de la Macarena; para los católicos un lugrar sagrado. No nos extrañamos que desde Vox defiendan a Queipo de Llano y justifiquen los asesinatos y violaciones realizados en su nombre y con su entera complaciencia. No es la primera vez que el neofranquismo se revuelve cuando sacamos a coalición la criminalidad de los vencedores de la Guerra Civil

Según FJC, la represión en Andalucía fue muy dura, pero los católicos no deben de preocuparse porque "A menudo respondía a violencias previas". Un tío abuelo de FJC que era sacerdote, fue asesinado "en el convento de San Francisco" (nuestras más sinceras condolencias). Lo bueno es que la familia de FJC pudo enterrar al sacerdote y llorar su muerte en una tumba localizada. Mientras la familia de Blas Infante (por nombrar a alguien muy relevante), no sabe donde están los restos del padre de la patria andaluza.

¿Respondía la represión franquista a una provocación previa? No, y los datos no avalan esta teoría simplista. En el estupendo y necesario trabajo escrito por Viñas, Espinosa y Guillermo Portilla, Castigar a los Rojos, nos descubren que la represión en las esferas judiciales estaba inspirada en la Santa Inquisición y en los ideólogos nazis. Fue el general jurídico, Felipe Acedo Colunga, quien se encargó de diseñar la represión franquista. Pero esto es en el caso de cuando las víctimas del franquismo habían sido juzgadas, o mal juzgadas. Existió una represión previa que venía dentro del diseño del golpe de Estado, y esta no era otra cosa que eliminar físicamente a todos los opositores posibles. No en todas las poblaciones se habían cometido asesinatos de personas de derechas, pero sí en todas las poblaciones que calleron en manos de los golpistas, que fue toda España, se cobraron su cuota de represión sangrienta. 

En el caso que he estudiado a fondo, que es la capital pacense, Yagüe y las fuerzas vivas acabaron con todo el Ayuntamiento de izquierdas y con los tres alcaldes izquierdistas que hubo en la época de la II República: Sinforiano Madroñero, devuelto por los portugueses y asesinado tras una ceremonia militar, Juan Antonio Rodríguez Machín, y Eladio López Alegría. 

Francisco Espinosa, en la obra anteriormente citada, cuantifica con cifras la masacre de los franquistas en Andalucía. lDicha represión acabó con la vida de 51.090 personas, y la republicana, 8356. La diferencia entre ambas represiones es evidente y desmonta esa visión víctimista de la derecha. Es obvio que tampoco se puede justificar de ninguna manera la violencia republicana, fue igual de repugnante. En la Rioja los franquistas asesinaron a 2.000 personas, los republicanos a nadie; en Navarra, Franco liquidó a 2.932 personas y los republicanos a cero; en Galicia a 4.727 personas asciende la represión de Franco, nadie en la represión republicana; en Canarias los listados nos dicen que los franquistas liquidaron a 2.600 personas, los defensores de la II república a nadie. En Ceuta y Melilla y Protectorado a 768 ascendió la represión de los golpistas, la represión republicana allí tampoco existió. No, la represión franquista no "respondía a violencias previas de los izquierdistas".

Por esa regla de tres, la masacre de 2.400 personas de las sacas de las cárceles en Madrid y asesinadas en Paracuellos, respondería a la violencia golpista. Como los asesinatos de los sacerdotes y demás religiosos se justificaría porque apoyaban a los golpistas. No es ningún secreto que la jerarquía de la Iglesia Católica era de derechas y justificó el golpe de Estado como una Cruzada necesaria. Pero estos crímenes tampoco tienen justificación posible.

Francisco Javier contreras, premio Hazte Oír 2014.

No contento con justificar al genocida de Queipo de Llano, FJC quiere desenterrar entre otros a Carrillo...

... Pero a los culpables de una represión igual de dura en zona republicana (los Carrillo, Largo Caballero, Montseny, Serrano Poncela, García Oliver, Companys, Muñoz, etc.) no se les desentierra, ni se les retiran honores. (Twitter)

Es obvio que la represión republicana siendo repugnante también, no fue igual de dura : 140.159 es la cifra de la represión franquista en todo el territorio nacional, y 49.367 la represión republicana (ver Castigar a los rojos, pág.48). Si FJC quiere desenterrar a Carrillo, la Pasionaria, Largo Caballero o a Federica Montseny, nos tendría al menos que decir que es lo que pretende hacer él con esos restos. ¿Enterrarlos en una de las cientos de fosas comunes que todavía hay repartidas por toda la geografía del solar patrio español? Que sepamos los restos de estos líderes no están enterrados en ningún lugar destacado como lo está José Antonio Primo de Rivera, lo estaba Franco y Queipo de Llano, y lo sigue estando los golpistas Moscardó y Milans del Bosch enterrados en el Museo del Ejército. Esto último sigue siendo vergonzante en un Estado democrático.

El cabreo de FJC es monumental y para ello culpa a Federica Montseny de las sacas de Paracuellos y a Companys de la represión en Barcelona, nos cita a Julius Ruiz, que editó un libro basado exclusivamente en la falaz Causa General...

... Federica Montseny, ministra de Sanidad en el Gobierno Largo Caballero. García Oliver y ella llegan a Madrid en Nov 1936 y determinan la reanudación de las ejecuciones de Paracuellos, que Melchor Rodríguez ("el ángel rojo") había detenido (vid libro Julius Ruiz)

Companys creó el Comité de Milicias Antifascistas de Cataluña: "Asesinaron a unos 8.500 catalanes, de ellos 4.513 en Barcelona. Otros autores hablan de 12.000 o más. Entre ellos había 2.441 religiosos. (Twitter)

Ya es lo último, culpar a Montseny, ministra de Sanidad, de las sacas de Paracuellos. Pero en fin, si citamos a Julius Ruiz cualquier cosa es posible. La fijación de estos franquistas con Companys ya es patológica. Leamos a Fernando Hernández Sánchez:

A partir de 1937, las autoridades de la República comenzaron a poner orden en su retaguardia con la eliminación de las patrullas de control. El 22 de abril, la Generalitat de Cataluña, con el apoyo del Gobierno de la República, creó un juzgado especial que debía investigar los excesos de los primeros meses de guerra, y nombró para dirigirlo a tres magistrados. Entre sus misiones estaba la de investigar los enterramientos clandestinos. Desde junio a noviembre de 1937 se exhumaron 2.037 restos de fosas aparecidas en 14 municipios catalanes, la cuarta parte del total  de los ejecutados en ese territorio. Por estos hechos fueron procesados 175 individuos, de los que 128 cumplieron penas de prisión en cárceles republicanas...

...La Generalitat de Cataluña facilitó la salida de  de su territorio  a 9.200 personas de derechas. Las autoridades de Madrid toleraron que otras 11.000 hallaran refugio en las embajadas o en edificios protegidos por pabellón consular. El Bulldozer negro del general Franco, Pag. 81.

No fueron lo mismo los dirigentes republicanos que los militares que dieron el golpe de Estado, aunque hubiera de todo entre los antifascistas, hubo un intento claro de las autoridades de la República de acabar con las matanzas en la zona que defendieron ante el avance fascista. La cifra de la represión republicana en Cataluña, verificada con nombres y apellidos, es de 8.352 personas, que no es moco de pavo. Eso de que "Otros autores hablan de 12.000 o más", es un brindis al sol que no responde a datos reales. Precisamente la represión republicana se investigó a fondo al acabar la Guerra Civil, por eso sabemos con casi exactitud las víctimas de la vesania "roja". Algo que no sucede con la criminalidad franquista que intentó ocultar la matanza que perpetraron en todo el territorio nacional.