Whitaker sí pudo hablar con Yagüe y acompañó a su columna de la muerte hasta Madrid

John Thompson Whitaker (izquierda) junto a su colega Knickerbocker

Justo Vila escribió en la temprana fecha de 1983, el libro Extremadura: la Guerra Civil. Un amigo me regaló el libro de la primera edición. Este historiador extremño es de los primeros en hablar de René Brut, Jay Allen o John T. Whitaker. Sobre este último periodista norteamericano escribió:

Yagüe respondió a otro periodista sobre las matanzas de Badajoz. Fue entrevistado por John T. Whitaker, que le preguntó si era verdad que habían sido asesinadas en Badajoz varios miles de personas. "Naturalmente que los hemos matado (respondió Yagüe). ¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos en mi columna que avanza contra reloj ¿O iba a dejarlos en mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez? Extremadura: la Guerra Civil. Pág, 75

Estas palabras que escribió Whitaker han sido desmentidas por Francisco Pilo y Moisés Domínguez. La táctica que han usado es decir que mientras estuvo cubriendo la guerra, Whitaker no escribió nada, ni tampoco después de la guerra, tan solo cuando escribió sus memorias se atrevió a escribir lo que vio. Y es normal que Whitaker no dijera nada imprudente si no quería ser expulsado de la retaguardia franquista, como sucedió con otros compañeros. Guy de Traversay, corresponsal de L´Intransigeant fue fusilado por militares franquistas en 1936 en Mallorca. 

De la zona franquista fueron expulsados René Brut, Jean d'Esme, Marcel Dany, Jacques Berthet, Jay Allen. Esto solo referido a periodistas que estuvieron en Badajoz. René Brut fue detenido y encarcelado. Según Justo Vila;

El fotógrafo francés, René Brut fue detenido por haber filmado  los cadáveres que yacían por las calles de Badajoz y pasó varias semanas en la prisión de Sevilla. Extremadura: la Guerra Civil. Pág,75

Es cierto que a René Brut lo detuvieron y encarcelaron por "grabar imágenes prohibidas" en Badajoz, pero no pasó semanas en la cárcel, sino seis días,y para más inri amenazado de muerte. Las imágenes que grabó Brut fueron las del cementerio de San Juan. Hoy es muy fácil saberlo. Hasta en YouTube podemos encontrarlas.

John Thompson Whitaker al lado de su esposa Elizabeth Jones McCulloch 

Justo Vila en las notas a pie de página aclara que la información sobre Whitaker la obtuvo del libro de H. R Southworth, El mito de la cruzada de Franco. Es sorprendente que Vila dijese que Whitaker entrevistó a Yagüe porque Southworth no dijo que Whitaker entrevistara al falangista de Yagüe:

Whitaker es un excelente reportero que jamás ha pretendido haber estado en Badajoz, pero habló con el principal actor del drama, el coronel Yagüe, Whitaker siguió durante algunas semanas a las fuerzas que marchaban sobre Madrid. Escribió : El coronel Yagüe que mandaba las fuerzas franquistas en Badajoz, se reía al oír los desmentidos sobre las matanzas. 'Naturalmente que los hemos fusilado -me dijo-, ¿Qué se podía esperar? ¿Pensaban que iba a llevar conmigo a cuatro mil rojos cuando mi columna avanzaba luchando contra reloj? ¿Tenía que dejarlos en libertad en mi retaguardia para que Badajoz volviera a ser una ciudad roja?'. El mito de la cruzada de Franco. Pág, 397. Edición Paul Preston.

Aunque Justo Vila  interpreta que Whitaker entrevista a Yagüe, Southworth, lo que dice es que Whitaker habló con el jefe de la columna Madrid. No afirma que se tratase de una entrevista formal, sin embargo a esta nimiedad, los entrerradores de la verdad (afortunada adjetivación que se la debemos a mi estimado colega Antonio Alfonso Hernández), le dan categoría de suceso importante. ¡Qué más da si fue una entrevista formal, o se trató de una charla en un corrillo informal!

Estas palabras sobre Yagüe las escribió Whitaker en sus memorias, We cannot escape history, aparecidas en 1943, y no antes como es lógico. De haberlas escrito durante el conflicto civil español, hubieran causado un revuelo mayúsculo y seguramente el periódico donde escribía Whitaker hubiera sido expulsado de la zona golpista. No nos  olvidemos de que los franquistas si tenían que fusilar a periodistas o meterlos en la cárcel, y después expulsarlos, lo hacían sin remilgos.

La columna de Yagüe estaba formada en su mayoría por legionarios y regulares marroquíes. Tropas profesionales africanistas veteranas en las luchas del Rif. Moisés Cayetano Rosado: Licenciado y doctor en Geografía e Historia, Licenciado en Ciencias de la Educación, Maestro de Primera Enseñanza, durante una conferencia, al publico presente nos relató a la perfección como fueron las guerras colonialistas en el norte de África, auténticas razias, y como las trasladaron a la Guerra Civil española.

El legionario de 2ª Vicente García Mercé, abuelo del gran cantante pacense, Eugenio García, que aparte de la Guerra Civil (entró en Badajoz con la columna Madrid) y de la Divisón Azul (resultó gravemente herido en el sitio de Leningrado),  luchó en las guerras del Rif (medalla en el Desembarco de Alhucemas), le contó a su nieto que en el norte de África, cuando entraban en una cabila acaban con la vida de todo Cristo viviente. Vicente García Stop, tío de Eugenio García, y querido empresario pacense (fue director de SEUR), nos contó las correrías de su padre en Badajoz:

«Yo nazco en Badajoz hace 69 años y mi padre fue uno de los 14 legionarios que sobrevivieron en la Brecha de la Muerte» Hoy...👈

Creo que García Stop se equivoca, las muertes totales de la columna de la muerte ascienden a 45 personas (Francisco Espinosa Maestre así lo confirmó en su magna obra sobre Badajoz al consultar los informe de Castejón). Que la compañía que entró por la Brecha de la Trinidad y el parque de La Legión, pereció casi al completo, forma parte de la leyenda heróica que se creó en torno a la Legión durante la Guerra Civil. El abuelo de Eugenio García, Vicente García Mercé, fue herido al asaltar Badajoz, y en el hospital conoció a su futura mujer y quien fuera abuela de Gene García, al menos esto es lo que me contaron.

Sabemos por otros historiadores, que la guerras coloniales africanas fueron brutales. ¿Alguien se puede extrañar la brutalidad de los legionarios de Yagüe? Si hemos visto como en Paracuellos, la retaguardia republicana, en varias sacas, acabó con la vida de 2 400 personas, cómo tienen la desfachatez, los enterradores de la verdad,de negar la escabechina que perpetró Juan Yagüe Blanco en Badajoz el 14 de agosto.

Mi amigo Javier, me preguntaba, inducido por su amigo Francisco Pilo, que cuándo escribió sus memorias Whitaker, como si eso fuera relevante. Las memorias cada autor las escibre cuando él cree que son necesarias; o sino, cuando encuentra un hueco en sus quehaceres profesionales. Ya hemos explicado anteriormente el porque Whitaker no habló de Yagüe mientras cubrió la Guerra Civil en la retaguardia franquista. Ahora bien, lo que escribió Whitaker en sus memorias, en 2022, es imposible de contrastar, por eso es tan fácil para los defensores de Juan Yagüe Blanco poner en duda cualquier relato que les chirrie y ponga en duda sus sesgos de confirmación.

Cualquier memoria escrita por cualquier personaje público, o anónimo, puede ser cuestionada, pero no negada sino se encuentra algún documento relevante que niegue cualquier memoria de cualquier persona que haya escrito sus recuerdos. Ahora bien, con meras elucubraciones subjetivas es difícil tirar por tierra cualquier relato, pues a esas ideas subjetivas, se pueden contraponer otras ideas igualmente de subjetivas, pero en el sentido contrario.

Whitaker también escribió en sus memorias:

Dormía una media hora dos noches a la semana. No pasaba una noche sin que al amancer me despertaran los disparos de los pelotones de fusilamiento en el patio del cuartel. La matanza parecía no tener fin. Al final del segundo mes seguía habiendo en Talavera tantos fusilamientos como como en los primeros días (...)

Nunca olvidaré el momento en que presencié la ejecución en masa de los prisioneros. Me encontraba en santa Olalla, cuando llegaron siete camiones cargados de milicianos.... Paul Preston. El holocausto español. Págs, 447 y 448

Esto último lo he obtenido de una magnífica obra de Preston que relata todo el camino de la columna de la muerte; al llegar a Madrid, Paul Preston en el capítulo ocho, habla del "Terror revolucionario en Madrid", donde se comentan las checas y los asesinatos de Paracuellos; y en donde no deja bien parado a Santiago Carrilo. También se hace eco del "caos" revolucionario:

El Pueblo [de Sagunto] estaba enteramente en manos de la CNT-FAI. El caos reinante y la evidencia de los robos que estaban cometiendo algunos milicianos aumentaron la determinación de la Guardia Civil de cambiar de bando en cuanto se presentara la primera oportunidad. Íbidem.

Aparte de los robos, se registraron quemas de iglesias y persecución del clero. No es ningún secreto desde la izquierda hablar del terror revolucionario que provocó el golpe del 17/18 de julio. No tenemos que enterrar la verdad por cruda que sea esta.

En el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda, con recortes de artículos de prensa nos quieren contar la toma de Badajoz, pero esos recortes, la mayoría son de la prensa portuguesa, a la que le dan máxima veracidad. Un contacto peruano me remitió unos recortes de prensa (La Crónica) que no aparecieron en el libro anteriormente citado:

Se confirma la muerte de dos mil milicianos en la toma de Badajoz

Lisboa, 17 (UP). Anuncian desde Caia que un oficial de su Estado Mayor del coronel Yagües (sic), ha confirmado la muerte de dos mil comunistas en Badajoz.

El coronel Yagües (sic), acompañado de varios oficiales de su Estado Mayor, se dirigió a Caia [Caya], donde se le hizo una entusiasta recepción de parte de los españoles y portugueses. Yagües (sic) conferenció con las autoridades portuguesas, así como también con los oficiales de la Cruz Roja. Durante el desarrollo de esta conferencia, tres aeroplanos de la Cruz Roja portuguesa aterrizaron en los alrededores de la ciudad.

Por noticias  recibidas de Badajoz se sabe que desde las ocho de la mañana las mujeres y los niños comenzaron a regresar a sus hogares, prorrumpiendo en llantos y lamentaciones al darse cuenta de que se encontraban destruidos como consecuencia del fuerte bombardeo. Todavía se veían en las calles numerosos cadáveres que no habían sido sepultados, debido a que los legionarios y tropas marroquíes, que tienen a su cargo el fusilamiento de los comunistas, decidieran exhibir deliberadamente los cadáveres, a fin de que sirvieran de escarmiento. Los legionarios han procedido a ejecutar a todos los comunistas que se encontraban arrestados y en cuyos cuerpos se pueden apreciar las huellas dejadas por las culetas de los rifles para lo cual le registraban minuciosamente. Todos que no presentaban dichas huellas se han librado de la muerte.

En la prensa había saltado que la cifra de "comunistas" muertos eran muy altas. El propio Mario Neves le preguntó a Yagüe que si habían fusilado a 2.000 personas. Yagüe dijo que "no serían tantos"...

... Le preguntamos si había muchos prisioneros. Nos responde que sí y nos informó y nos que habían sido aprehendidos 3.000 fusiles, algunas ametralladoras y una pequeña batería de cañones de infantería.

-¿Y fusilamientos -arriesgamos nosotros. Hay quien habla de dos mil...

El comandante Yagüe nos mira sorprendido por la pregunta y declara:

-No deben de ser tantos. Crónica de Mario Neves. 15 agosto 1936

Sin embargo, dos días después (el 17 de agosto) un oficial de Yagüe en un acto en Caya confirmó la muerte "de dos mil milicianos". Hablaban de milicianos, pero asesinaron a todo el que se le puso por delante, cómo a los hermanos Pla o al alcalde Sinforiano Madroñero.

Lisardo Sánchez, famoso terrateniente y ganadero de Salamanca, era uno de los mayores propietarios de Badajoz y afín a los golpistas. Visitó la capital pacense debido a que dos hijos suyos habían sido apresados por unos milicianos. El propio empresario reconoce que gente del "comité más cercano" impidió que unos forasteros se los llevaran y los asesinaran. En el diario salmantino El Adelanto dijo que:

Es algo horrible ver los muertos a montones por las calles. Tres días han tardado tres camiones en limpiar la capital de cadáveres a pesar de colocarlos en posición vertical para poder transportar más al cementerio, donde eran quemados en imponentes montones. La Primavera del Frente Popular, Francisco Espinosa. Pág. 207.

Sabemos por testimonios de la época que Badajoz amaneció cubiertos de cuerpos, y que el asalto a esta plaza no fue una operación militar de la Edad Media donde todos los combates eran cuerpo a cuerpo. Sin duda los cuerpos que yacían inertes por las múltiples calles pacenses fueron en su mayoría asesinados por las tropas invasoras.

Mario Neves escribió el día 16 de agosto:

En el patio cerca de las caballerizas, todavía se ven muchos cadáveres: la inflexible justicia militar... Entre ellos, envuelto aún en la misma sábana blanca en la que vino desde la cama del hospital, me muestran el del alférez Benito Méndez.

Después pasamos por el foso de la ciudad, que aún está repleto de cadáveres Son los fusilados de esta mañana (...)

En las calles principales hoy  ya no se ven, como ayer a primera horas de la mañana, cuerpos insepultos... Mario Neves. Crónica 16 de agosto.

El día 15 Badajoz estaba repleto de cadáveres por sus calles, pero se afanaron para dejar libres las principales vías ya que se iba a celebrar un desfile militar, Sin embargo, como apunta Neves, en ciertas zonas seguían viéndose cuerpos insepultos.

El día 17, Neves vuelve a remitir otro artículo al Diario de Lisboa (pero con vivencias del día 16). Esta vez dicho artículo fue censurado por el régimen de Salazar, ya que había comenzado una campaña para desmentir la matanza perpetrada por las fuerzas de Yagüe:

Entré aquí ayer a las 10 de la mañana. Los cadáveres que vi, no son hoy los mismos que hoy me encuentro. Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas para que se pueda apreciar la inflexibilidad de la justicia. Diario de Lisboa.

En esta crónica es cuando Neves contó el horror que vio en el cementerio de San Juan: "(...) Los muertos son tantos que no es posible darles sepultura inmediata. "(...) más de 300 cadáveres en su mayoría carbonizados. Neves observó como algunos cadáveres se escaparon del fuego cuando afirma que vió más de 300 cadáveres, en su mayoría carbonizados.

El día 18 por la mañana, dos días después de que Neves visitase el cementerio,  René Brut también se acerca al cementerio (la fecha la he obtenido del libro La matanza de Badajoz ante...) y filma otra larga pila de cadáveres, pero esta vez están todos bien carbonizados, y en otro lugar del cementerio, también vemos como otra fila de cadáveres sin quemar que esperan el mismo final. Esto confirma que estuvieron varios días transportando muertos al cementerio de Badajoz para posteriormente ser quemados, tal y como afirma  el famoso ganadero salmantino Lisardo Sánchez.

Entonces pues, Whitaker acompañó la columna de la muerte, aunque no estuvo en Badajoz, y esto nadie lo puede negar. Era natural que las atrocidades que vio durante el tiempo que estuvo con regulares y legionarios no las pudiese relatar, y que cuando escribió sus memorias en We Cannot Escape History, relatase sus experiencias vividas mientras cubrió la Guerra Civil. Los propios militares les contaron a los reporteros, que ellos creían de confianza, el número alto de muertes infringidas a los "comunistas". La cifra de dos mil muertos fue confirmada el 17 de agosto en Caya. Neves anteriormente ya preguntó por esa cifra. Y es una cifra verosímil. El periodista portugués escribió que " Las autoridades son las primeras en divulgar que las ejecuciones son muy numerosas..." .

Como la matanza se negó, y para más colmo se intentó ocultar, y además, nunca se registraron todas las víctimas causadas por los legionarios; tenemos a un grupo de enterradores de la verdad, negando, e intoxicando lo que es obvio. Ahora vienen a decirnos con malas artes, que Whitaker mentía en sus memorias, y que las propias autoridades militares mentían también. A esto no podemos llamarlo revisionismo, sino negacionismo. 

En Alemania están los neonazis que niegan la Soah, y defienden a Hitler negando la naturaleza criminal del  Fhürer; en Italia los neofascistas hacen lo mismo con el legado de Mussolini, y en España tenemos a los neofranquistas negando todas las matanzas ocurridas en la zona franquista: en la matanza de la carretera Málaga/Almería no pasó nada, y los que murieron lo hicieron en el largo camino por la falta de previsión republicana. En Badajoz, según los enterradores de la verdad, la mayoría murió en combate y los asesinatos, aquí no pueden negar que los hubo, fueron muy pocos, y ninguno de estos fusilamientos ocurrió en la plaza de toros. Y sobre Gernika más de lo mismo, aunque aquí sobre Gernika, tenemos a negacionistas de derechas (como el caso del liberal Roberto Muñoz Bolaños) y del progresismo (como puede ser Igancio Fontes de Garnica, que reducen a poco más de un centenar los fallecidos en el bombardeo. Xabier Irujo, basándose en varias fuente calcula que las víctimas rondarían las 2.000. ¿Por qué en Gernika los progres ponen en duda la gran matanza? En mi opión para molestar al nacionalismo vasco.

Todos los regímenes criminales y dictatoriales, tienen a sus propios negacionistas, nazis, fascistas, estalinistas, franquistas, pinochetistas, maoistas... Gente con las mismas ideologías totalitarias que sus admirados sátrapas. Sus mentiras deben de ser combatidas, no debemos dejar que intoxiquen con tantas falacias a los incautos que caen en sus redes. Desgraciadamente hay gente que se cree que todas las voces son válidas, como en un programa de Balbin sobre José Antonio Primo de Rivera, que llevó a cinco fascistas y convirtió aquel programa en un panegírico fascista. 

Esta es la España de la antimemoria, donde el manto de la transición obró el milagro de guardar celosamente la memoria de la dictadura. Donde ese olvido ha permitido a todo el bloque de la derecha, con la excusa del consenso de la transición, tener la osadía de pedir que sigamos olvidando los crímenes de la dictadura.

Si los crímenes etarras no merecen ni olvido ni perdón, para los crímenes franquistas pediremos lo mismo.