En el vídeo podemos oír a Francisco Espinoca hablando de los blogs "fachas"
Seamos sinceros, cualquiera puede escribir sobre historia. Conocer cuatro reglas gramaticales, tener un trabajo para poder costearte la investigaciones y, usar tu tiempo libre en los archivos; te puede hacer pensar que ya estás listo para poner tus conocimientos al servicio de la humanidad. El resultado, en algunos casos puede ser, como diría José María Lama: "gracioso". Sobre todo si no se es muy diestro en el uso de la gramática -como es mi caso-. Hay quien opta por ir a la universidad y sacarse el doctorado. El resultado debiera ser profesional. El problema es el sesgo. Sí se es pro-franquista no tengamos duda que la tesis de licenciatura va a adolecer de rigurosidad. Más, si en las notas a pie de página se cita a Pío Moa para refutar las tesis propias. Aquí en Extremadura tenemos de los dos casos. Gente que con mucha pasión se entrega al conocimiento sin apenas conocimientos y cargados de prejuicios ideológicos, y gente que usa el conocimiento científico para reafirmar los prejuicios ideológicos. En ambos casos la verdad sale mal parada.
Seamos sinceros, cualquiera puede escribir sobre historia. Conocer cuatro reglas gramaticales, tener un trabajo para poder costearte la investigaciones y, usar tu tiempo libre en los archivos; te puede hacer pensar que ya estás listo para poner tus conocimientos al servicio de la humanidad. El resultado, en algunos casos puede ser, como diría José María Lama: "gracioso". Sobre todo si no se es muy diestro en el uso de la gramática -como es mi caso-. Hay quien opta por ir a la universidad y sacarse el doctorado. El resultado debiera ser profesional. El problema es el sesgo. Sí se es pro-franquista no tengamos duda que la tesis de licenciatura va a adolecer de rigurosidad. Más, si en las notas a pie de página se cita a Pío Moa para refutar las tesis propias. Aquí en Extremadura tenemos de los dos casos. Gente que con mucha pasión se entrega al conocimiento sin apenas conocimientos y cargados de prejuicios ideológicos, y gente que usa el conocimiento científico para reafirmar los prejuicios ideológicos. En ambos casos la verdad sale mal parada.
Por otro lado hay quien lejos de afiliaciones políticas y pasiones ideológicas se entregaron a esclarecer la verdad que el franquismo intentó ocultar -no solo el franquismo- al mundo entero. Nuestro querido y admirado Francisco Espinosa Maestre se encuentra entre ellos. Todo empezó en los años 80. En un época que a pesar de no haber censura, era muy difícil acceder a los archivos. Se podía escribir sobre operaciones militares, motivos políticos, pero cuando te preocupabas de los muertos. Los guardianes del franquismo estaban ahí para velar por la reputación del "invicto" Caudillo. Pese a esas dificultades iniciales, Espinosa junto a un puñado de valientes -había que serlo para desafiar el franquismo residual- Escribieron grandes obras. En los primeros trabajos de Francisco Espinosa nos encontramos LA GUERRA CIVIL EN HUELVA prólogo de Francisco Moreno Gómez -otro pionero en el estudio sobre la represión-. Francisco Espinosa no solo ha estudiado sobre Extremadura -como se piensan algunos- también Andalucía está en su centro de trabajo.
LA GUERRA CIVIL EN HUELVA es una obra de más de 700 pags. que nos desvela a la perfección el plan premeditado para acabar; primero: con el Gobierno de la República y todos sus componentes y, segundo: con la misma República y todo lo que ella supuso en avances sociales y de modernidad.
El franquismo y su brazo ejecutor Falange de las JONS cometieron crímenes contra la humanidad, según historiadores de toda solvencia no se puede discutir la criminalidad de Falange al ser una verdad debidamente demostrada, a pesar de esta verdad empírica todavía hay jueces en España que no se han enterado de esta circunstancia. Francisco Espinosa pone al descubierto la saña asesina con la que los supuestos libertadores trataron a los que caían en sus fauces
Final del sermón de la misa de campaña (Encina Sola, 21-22 de septiembre de 1936)
Yo soy fascista pero no al estilo portugués que tiene abierto centros socialistas y publica periódicos de izquierdas, aunque estoy seguro de que los portugueses que son hombres de talento corregirán ese error.
Yo soy fascista pero no al estilo alemán que persigue a los católicos siendo los más interesados en la grandeza de la patria.
Yo soy fascista al estilo italiano. Ni un centro contrario abierto, ni un periódico de oposición a nuestros ideales salvadores.LA GUERRA CIVIL EN HUELVA pag. 536.
A pesar que el cura dijo ser un fascista al estilo italiano y no al estilo alemán, existía gran admiración por Hitler en el bando franquista y entre la Falange