EL FRANQUISMO SIGUE ACECHANDO |
Una vez se me ocurrió decir que el libro La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda estaba basado en fuentes secundarias y alguien de cuyo nombre no quiero acordarme puso el grito en el cielo.
La matanza de Badajoz se dio a conocer al mundo mediante los artículos de la prensa libre. El escándalo internacional no dejaba bien parado a los fascistas, así que la prensa afín al bando rebelde se puso manos a la obra y empezó una campaña de desmentidos. La prensa lusa que en un principio dejó entrever que se estaba masacrando a los "rojos", no tardó en desmentir la matanza. A la censura salazarista la pillaron con el paso cambiado y al principio cometió el terrible fallo de dejar pasar ciertos artículos donde decían que las muertes tras la toma de Badajoz habían sido muy altas. Error que quedó enseguida enmendado. Neves fue censurado y en sucesivos artículos se desmentía que los rebeldes fueran unos "matarifes". De todas forma, no era de extrañar que censuraran su famoso artículo del día 17, era terriblemente sincero y no dejaba lugar a dudas de la crueldad represiva fascista. A Neves no lo censuraron porque diera su opinión, ni porque fuera joven inexperto e impresionable. Lo censuraron porque la censura había activado todas las alarmas y esta vez no dejarían que ninguna información desvelara la gran matanza.
Se ha dicho que Neves fue censurado porque en vez de informar daba su opinión, y que su opinión no importaba a nadie. Falso de toda falsedad. Siempre ha importado y mucho, la opinión de los periodistas. Neves en el artículo cesnsurado decía:
Vou partir. Quero deixar Badajoz, custe o que custar, o mais depressa possível e com a firme promessa à minha própria consciência de que não mais voltarei aqui. Por muitos anos que me conserve na vida jornalística, jamais se me deparará, por certo, acontecimento tão impressionante como este que me trouxe a terras abrasadoras de Espanha e me conseguiu desafinar por completo os nervos. Não se trata de uma piuguice ridícula, dum sentimentalismo excessivo. Basta ter uma mediana formação moral e estar sinceramente fora das paixões que se chocam para não poder presenciar a frio as cenas horríveis desta guerra civil tremenda que ameaça devorar a Espanha, destruindo para sempre o amor e semeando ódios bem fundos”.Mario Neves estaba explicando a sus lectores lo terrible que fue para él presenciar la quema de cadáveres. En otro artículo también dio su opinión y aquí no fue censurado:
He regresado hoy a Badajoz, no porque el espectáculo de ayer me dejara alguna nostalgia, sino porque debía de haber aún muchas cosas que observar en la ciudad fronteriza ocupada por los rebeldes.Sin lugar a dudas Mario Neves tenía un estilo muy personal y particular. Gustaba de compartir sus impresiones con sus lectores. Nada imperdonable. Desgraciadamente ningún periodista no pro-rebelde vio ningún fusilamiento. Ni Marcel Dany, Jacques Berthet, Mario Neves, Jay Allen, Jean d'Esme o René Brut presenciaron ningún asesinato, el caso es que los periodistas pro-rebeldes tampoco debieron presenciar ninguno, o al menos si vieron algo callaron. El día 14 fue la primera matanza masiva, y que sepamos no fue hasta el día 15 cuando entraron los primeros periodistas. Por este motivo catalogué las crónicas periodistas de fuentes secundarias. Estaban contando lo que oían.
Sabemos que las cifras son altas porque los propios rebeldes así se lo comentaban a los periodistas y porque el propio Yagüe no puso demasiado énfasis en desmentirlo. Pero esto no solo basta, los propios militares podían estar mintiendo a los periodistas. Sabemos que esto no es así porque el terrateniente Lisardo Sánchez que estuvo en Badajoz comentó en la prensa salmantina que vio como durante tres días tres camiones estuvieron llevando cadáveres al cementerio. Otras fuentes hablan de cuatro camiones, incluso hasta se usaron carretas. La madre de nuestro amigo el doctor Rafael Barrientos Vega, hija del comandante Vega -asesinado por ser fiel a sus principios militares- fue en busca de su hermano el teniente Vega Rodríguez, asesinado a la puerta de la Iglesia de San Agustín, y vio Badajoz repleta de cadáveres. Hay más testimonios que dan fe que fueras por donde fueras Badajoz era una enorme morgue. Como es natural no hay constancia oficial del número de asesinados el primer día. Eran fascistas, no gilipollas. El caso es que como el escándalo fue mayúsculo, el franquismo tuvo tiempo de borrar cualquier documento que revelara la crueldad de la toma de Badajoz. De hay lo difícil de demostrar que Yagüe fue un criminal de guerra.
El libro la La matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda. comete un enorme fallo: da por buenos los artículos que desmienten la matanza y cuestiona los que confirman la masacre. También se dan el lujo de usar lo que dijo Neves y Brut para cuantificar las víctimas. Esto es los más estrambótico. Sí Neves vio 300 cadáveres calcinados y Brut 200, pues no se hable más, 500 personas cayeron, y como no podemos negar que hubo represión durante la toma de Badajoz hagamos un juicio salomónico -ni para ti ni para mi- 250 murieron en combate y 250 por la represión "justa y necesaria". He leído estupideces pero esta se lleva la palma.
El caso es que la destrucción de Gernika fue tratada igual. Un periodista dio a conocer el bombardeo criminal de la aviación "nacional" y acto seguido comenzaron los desmentidos tal y como ocurrió en Badajoz. Durante cuarenta años a los españoles se nos hizo creer que fueron los "rojos" que en su huida, y siguiendo la política de tierra quemada, incendiaron la villa para no beneficiar a sus asaltantes. Al morir Franco esta mentira no se podía mantener, y el periodista Vicente Talón dio otra visión distinta. Si, fue la aviación amiga la que destruyó Gernika, pero iban por libres. Así la memoria franquista seguía manteniéndose impoluta. Con la masacre de Badajoz igual. Durante cuarenta años aquí no se asesino a nadie. Después: que si el fragor de la batalla, y recientemente: fue una represión en su justa medida. El caso es salvar los muebles del franquismo. Cosa absurda porque lo mires por donde lo mires fue un régimen al principio totalitario y genocida, esto nunca se puede olvidar, y más tarde con la bendición de los todo poderosos EEUU, autoritario y coercitivo. Jamás fue justo. Por eso jamás podemos entender como hay gente que dice ser democrática y orgullosa de ser de derechas no condena ese régimen, nefasto como el que más.
Dani Terrades, secretario general NN GG en Gandia, hace el saludo fascista junto a un monolito. |
Tenemos que olvidarnos de los debates absurdos: Jay Allen no estuvo en Badajoz. Jacques Berthet fue expulsado por mentiroso. Neves censurado por "niñato", impresionable e inexperto, y ni siquiera llegó a estar en el cementerio -esto es lo más estúpido que se ha dicho últimamente-. Los artículos que confirmaban la matanza eran pagados por Moscú -Fernando Paz en un artículo en Intereconomía así lo confirma-. En agosto todavía no había aparecido los agentes rusos y mucho menos en Badajoz. Y, como digo, tenemos que olvidarnos de esos debates, porque lo único que pretenden es desviar la atención, marcarnos el ritmo y hacernos bailar al son que nos quieran marcar los pseudohistoriadores farsantes. Definitivamente la senda de la verdad ya la marcó, muy acertadamente, Francisco Espinosa que, ha sido criticado por pseudohistoriadores militantes y muy poco escrupulosos. También los Extremeños Julián Chaves Palcios, Cayetano Ibarra Barroso, José María Lama, Ángel Olmedo etc, etc, nos han legado grandes obras que nos iluminan por esta senda tan tortuosa de la historiografía. Desde aquí les animamos a que sigan con esa noble labor de enseñarnos a los ignorantes.
Y por cierto, según he leído en la web de ARMHEX:
Acaba de llegar a las librerías el libro "MANUEL GÓMEZ CANTOS. HISTORIA Y MEMORIA DE UN MANDO DE LA GUARDIA CIVIL", recientemente editado por la Universidad de Extremadura y la Universidad de Córdoba, que no es si no un profundo estudio biográfico sobre este mando de la Guardia Civil, de personalidad violenta, despiadada y carente de todo tipo escrúpulos, un autentico criminal, que murió en 1977, sin responder de sus crímenes y sus desmanes, que le hicieron tristemente famoso, hasta ocupar un funesto lugar en la historia de la represión franquista en Extremadura. Nombrar al que en 1936 era el sanguinario capitán de la Guardia Civil en Villanueva de la Serena (Badajoz), es aún hoy, 77 años después, sinónimo de muerte y miedo. Dejó una huella indeleble en los republicanos, a los que masacró inmisericordemente.
El estudio es fruto de un excelente trabajo de investigación del doctor en Historia por la Uex y profesor del I.E.S Bioclimático de Badajoz, Francisco Javier García Carrero, libro que será presentado a finales de septiembre en fecha aún por concretar en Badajoz, en un acto organizado por la ARMHEX (...)